fbpx
Inicio Familia ¿Tu hijo no quiere comer? No lo obligues, no funciona

¿Tu hijo no quiere comer? No lo obligues, no funciona

Por Phrònesis
tu-hijo-no-quiere-comer-no-lo-presiones-no-funciona

Los padres se angustian cuando su hijo no quiere comer y preocupados prueban diversas técnicas que van desde jugar al famoso avioncito, el chantaje del premio “si te comes todo te daré.”, hasta gritos y castigos para lograr la ansiada meta del plato limpio. ¡Cuidado! No conviertas la hora de la comida en una experiencia desagradable. En Phrònesis te contaremos cómo manejar la situación. Sigue leyendo…

Las expectativas de los padres con su hijo pequeño dirigidas a que crezca sano y fuerte están asociadas a la alimentación del niño, por ello les causa tanta angustia que su hijo se niegue a comer toda su comida y a la hora establecida. Ante la negativa obstinada de su hijo terminan muy estresados y recurren a presionarlo, lo que a su vez genera en el niño ansiedad y aversión a los alimentos, incrementando su inapetencia.

¡Presionarlo no funciona! ¡Si concentra su atención en hacerlo comer solo estará alimentando su estrés y la decisión del niño de no hacerlo!

Por lo general este circulo vicioso de “no querer comer-presión de los padres-no querer comer” se presenta alrededor de los dos años del niño y dependiendo de cómo sea manejado por los adultos, puede superarse rápidamente o extenderse a lo largo de su desarrollo, pudiendo convertirse en un verdadero problema para la relación y para la salud del niño.

¿Qué deben hacer los padres?

Calmarse

Antes de asumir que el niño no come bien, revisen el tamaño de las porciones   que le están dando. Cuando el niño se inicia en la alimentación sólida, los padres caen en la trampa de creer que más es mejor e impulsados por este paradigma, le sirven raciones muy superiores a lo que el niño realmente necesita.

Confiar

Antes de perseguir a su hijo para que coma, confíen en su organismo, “el cuerpo es sabio” él sabe cuánto necesita comer. Alrededor de los dos años o un poco más, disminuye la cantidad de calorías que el niño requiere y empieza a comer menos. La razón es fisiológica, el crecimiento acelerado baja, por eso ya no necesita comer tanto ni tan seguido.

Entender a su hijo

Los niños comen por hambre, los adultos por apetito. Su hijo responde de verdad a la necesidad fisiológica, dejen que le de hambre y así comerá, no importa si no lo hace en el horario “establecido”, lo fundamental es respetar que lo haga por hambre sin obligación.

Revisen sus paradigmas

Prefieran la calidad a la cantidad de alimentos.  No es el tamaño de la porción si no la variedad y calidad de lo que come.  

Consejos para manejar la situación:

    • Presentar :los alimentos de forma atractiva para el niño, combinando colores y formas y cuidando las porciones adecuadas a su edad.
    • No obligarlo: Que coma hasta que se sienta satisfecho. Si no desea comer la porción que le han servido, dígale que podrá   comérsela cuando tenga hambre. Si no quiere el alimento no le insista, espere la próxima comida.
    • Practique el autocontrol: evite cualquier desborde de emoción, propóngase mantener la calma, si no come ya lo hará, sea el dueño de la situación. El descontrol de los padres refuerza la conducta de no comer.
    • Evite el chantaje: no le ofrezca premios, postre o dulces para que coma. No negocie la alimentación, él debe comer su ración y lo hará cuando tenga hambre.
    • Refuerce los avances: cada vez que el niño coma su porción de alimentos, refuércelo con su atención.
    • Sea un modelo: cuide sus porciones y la calidad de los alimentos que consume delante de su hijo. Demuestre disfrutar el consumo de todos los grupos de alimentos.

Recuerde que el viejo paradigma de niños gordos era igual a niños sanos ha quedado obsoleto. Actualmente es más importante la talla del niño que su peso. Converse con su pediatra de su preocupación y verifique que su hijo mantiene el ritmo normal de crecimiento.

Related Articles

Deja un comentario