Por fortuna ha llegado la era del despertar, ha llegado el momento en el que el ser humano quiere vivir, pero vivir de verdad.
Es la era de las emociones, de la felicidad, del cuidado propio y del de otros, es la era del amor y del buen vivir.
En el transcurso de la vida se solía ver cómo nuestros padres, abuelos y hasta nosotros mismos vivíamos enfocados en adquirir, comprar, tener… y poco experimentar. Experimentar y disfrutar lo que la vida nos ofrece; pareciera que nacimos para trabajar y luego consumir y tal como lo dice Chamalú, un filósofo de la vida, escritor y poeta, un hombre indígena nacido en Bolivia promotor del maravilloso tema de la felicidad y quien afirma que “Se privilegia lo externo, lo material y eso ha hecho que la gente vaya apareciendo años después de mucho trabajo, con la casa llena de cosas, pero vacíos por dentro, lo cual genera sin sentido e infelicidad”. Sin duda este sabio de la felicidad y de la paz interior tiene razón, pues existen personas poco satisfechas con su vida y con el estilo que han decidido llevar día tras día; la gran noticia es que no nos estamos quedando ahí, por el contrario, se viene visualizando una tendencia a VIVIR, sí, con mayúsculas.
De acuerdo con un informe realizado por Workforce 2020, de SAP y Oxford Economics, se afirma que de 27 países estudiados Colombia ocupa el tercer lugar en un mercado infelizmente laboral, esto se detectó luego de consultar a 5.400 personas entre empleados y empleadores, sin duda alguna esta es una posición alarmante, pues no estar feliz con las labores diarias puede llegar a producir tristeza profunda o depresión. Llegar a estar en un nivel de depresión, porque no nos guste lo que hacemos en nuestro trabajo o por cualquier otra razón enmarcada dentro de los diversos ámbitos, como lo son emocional, económico, social etc.; sólo ocasionará un bajo interés en vivir, por esta razón, es vital identificar la misión que tenemos en la vida y lograr desempeñarla como mejor nos haga sentir. Esto lo afirma el líder espiritual Marcelo Bluk, quien en sus temas de liderazgo y superación personal, menciona que todos tenemos una misión en la vida y la difícil tarea es saberla identificar para así aplicarla, logrando que, de esta manera, nos sintamos contentos y satisfechos con nosotros mismos.
Como bien decía es “la era del despertar”. ¿Será el mundo digital el que ha permitido despertar? y aunque en ocasiones tanta digitalización puede afectar ciertas actividades o relaciones Léase ¿Vivir de puertas para adentro? (este tema lo podremos profundizar en otra oportunidad), se podría afirmar que la facilidad con la que tenemos acceso a la información ayuda en cierta manera a pensar y reflexionar, ayuda a buscar soluciones para poder cambiar el panorama y hacer de nuestra vida una herramienta de goce y felicidad.
Por estos días me encontré un video, el cual se viralizó en cuestión de segundos en Facebook. Se trata de unos hermanitos cantando a dúo una canción de preferencia del más pequeño de ellos, quien tiene síndrome de down.
Ver este video conmueve, te hace pensar, analizar y darte cuenta como el amor, la hermandad, la música, la comunicación y el compartir generan paz y te regalan instantes de felicidad. Cito este video, porque emociona y logra que analicemos cómo de la simplicidad pueden surgir factores que llenan el alma.
¡Estamos actuando! Eso es lo más importante, pues de qué nos sirve continuar en la vida con el legado que algunos heredamos, ese, referente a trabajar y tener, tener y trabajar… ese que nos dejaba sin padres amorosos, sin experiencias viajeras, sin tiempo para disfrutar instantes, paisajes, aromas, colores…¡momentos! Así como bien dice el gran filósofo Chamalú al referirse al tema de la crianza con los hijos, él afirma lo siguiente: “Hay que reemplazar los consejos por el ejemplo, hay que transitar senderos de coherencia creciente, hay que convertir a cada hogar en una escuela alternativa, hay que tener más tiempo de calidad con los hijos, hay que escucharles más, aconsejarles menos, acompañarles más lúcidamente, hay que hacerse más amigos de la naturaleza, que los niños vean a sus padres caminando descalzos, abrazando árboles, contemplando cielos estrellados, haciéndose amigos de los pájaros, en fin…”
El tiempo es ahora, pues ver como crece la tasa de suicidios en el mundo nos hace reaccionar y aprovechar esta oportunidad de vivir. De acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2012, 3,539 personas murieron bajo esta práctica, haciendo referencia al 11,3% más con relación al año anterior, cifra que fue de 3,180; asimismo el suicidio en jóvenes entre 15 y 29 años aumentó entre 2011 y 2012 en un 25% contando con cifras de 244 a 305, respectivamente. Podríamos entonces, ir más allá de la simple palabra “suicidio” es que es pasar de estar a ya no estar, se trata de quitarse la vida ¿quitarse la vida? ¡esto no es cualquier cosa! esto es un problema de salud pública, así lo determina la OMS, como un problema al cual no se le ha hecho frente, no se ha manejado ningún tipo de prevención para evitar aumento de casos. Quizá en algunos países tengan más cuidado con el tema, pero afirma la OMS que el 75% de casos de suicidio se presentan en países de ingresos medios y bajos; lo cual sin duda es muy triste, pues no debe ser el dinero lo que determine la felicidad, así lo plantea Chamalú, cuando da respuesta a una pregunta que le respondió a Phrónesis durante una entrevista muy amena. La pregunta fue:
¿Por qué hoy por hoy la gente está buscando disfrutar más, estar más feliz? ¿Cuál es la razón? Ver entrevista La Felicidad y la Vida a la cual Chamalú responde: “Pues el vacío ¿no?, el vacío que llena tantas vidas, el sinsentido que persigue como un fantasma caprichoso y que ya ha alcanzado a mucha gente, el suicidio que pasa a ser una alternativa para muchas personas. Imagínate una vida tan corta, apenas es una pausa breve entre dos eternidades plantearse el suicidio es sorprenderte si somos condenados a muerte. Entonces la gente se está dando cuenta que el dinero no era suficiente para lograr niveles de bienestar, de estar bien en el sentido completo del término; la gente se está dando cuenta que las cosas más importantes, la felicidad, el amor, la libertad, la paz y la salud no se compran con dinero, la gente se está dando cuenta que llenó la casa de cosas, pero está cada vez más vacía y eso genera tristeza en el alma, eso que se llama depresión que luego lo administra el psiquiatra y hasta ahí llegó la vida”.
De acuerdo con lo planteado yo te pregunto: ¿eres feliz? ¿estás haciendo algo en tu vida para acercarte a la felicidad? ¿qué te hace feliz? ¡Vamos, recuerda, el momento es ya!