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Síntomas y consecuencias de la hiperactividad en la adultez

Por Phrònesis
Síntomas y consecuencias de la hiperactividad en la adultez

La hiperactividad es un trastorno neurobiológico que usualmente está unido al déficit de atención. Se origina en la infancia y puede extenderse hasta la adolescencia y la adultez. Sus síntomas variarán en intensidad y presentación según cada paciente y su historia de vida.

¿Cómo saber si padeces hiperactividad?

La hiperactividad se reconoce porque la persona que lo padece es inquieta, muestra una clara dificultad para estar sentada sin mover los pies y las piernas, revisa el celular, mira a los lados, se acomoda una y otra vez en la silla, le cuesta mantenerse quieta, aunque sea la conducta esperada en ese momento. Le es difícil esperar, mira la hora con frecuencia, se frota las manos, se sienta e incorpora a intervalos irregulares.

Habla de forma rápida y en exceso. Le cuesta escuchar sin interrumpir y es probable que hable de varios temas a la vez. Si comienza una tarea se interrumpe con frecuencia para iniciar otra, en general, le cuesta ser constante, relajarse y terminar una tarea antes de comenzar otra.

Muchos adultos sufren esta condición sin que hayan sido diagnosticados adecuadamente en la niñez, lo que les afecta en sus relaciones y calidad de vida.

¿Cuáles son las consecuencias de padecer este trastorno en la adultez?

Con frecuencia las personas hiperactivas han desertado de sus estudios o les ha costado concluirlos, es probable que hayan cambiado de carrera más de una vez, son acusadas de inconstantes, dispersos y hasta de intolerantes. Andan acelerados por la vida y se estresan con facilidad.

En el mundo laboral, las personas hiperactivas son calificadas de inestables, cambian más veces de trabajo que el común de las personas. Renuncian a sus empleos o peor, son despedidos por su dispersión, entregar asignaciones con retraso y hasta por su dificultad para escuchar y atender instrucciones.

Son acusadas de dispersas y juzgadas como desordenadas y hasta de incompetentes. También son percibidas como impulsivas y despistadas, suelen perder u olvidar cosas como las llaves, la cartera, el celular. Andan apresurados y no saben por qué. Casi siempre tienen algo pendiente qué hacer.

¿Cómo manejar la hiperactividad?

Si muchas de las conductas descritas te suenan muy conocidas y admites que las presentas, probablemente seas un caso de adulto con déficit de atención e hiperactividad. Quizá con los años has podido compensar esta condición, pero a un costo personal alto.

A continuación, te compartimos recomendaciones puntuales para que puedas manejar tu hiperactividad con el menor desgaste de energía.

  1. Concientiza las conductas erráticas: Nadie es capaz de cambiar si primero no identifica los comportamientos que debe modificar.
  2. Practica la autorregulación: Baja la velocidad a conciencia. Si te toca esperar conserva la calma, respira lenta y profundamente. Visualiza un lugar ideal de descanso. Toma consciencia del movimiento de tus piernas o pies y relájalos.
  3. Organízate y ten disciplina en las actividades: Crea lista de tareas. Proponte llevar un orden. Inicia y finaliza cada actividad y no comiences otra sin haber culminado.
  4. Lleva una agenda: Establece tiempos de trabajo y tareas pendientes, crea alarmas o recordatorios.
  5. Ordena tus espacios: Tu oficina, los archivos en tu computador. Tu habitación.
  6. Aprende mindfulness: Incorpórate a un grupo de meditación con esta técnica, que resulta muy efectiva para vivir en tiempo presente y aplacar la inquietud que suele acompañarte.
  7. Practica Yoga: El equilibrio físico da por reflejo equilibrio mental y emocional y además trae calma.
  8. Busca ayuda de un profesional: ¡Ánimo! Esta condición es más común de lo que imaginas y muchos adultos se han atrevido a consultar a un profesional. ¡Tú también puedes hacerlo!

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