Las actividades son las “cosas que hacemos”, ya sea de forma activa o pasiva, para nosotros mismos u otros. Una persona con demencia eventualmente necesitará ayuda para planificar las actividades de su vida diaria. Por esto antes de que la enfermedad progrese, es importante que hagan todo lo que puedan por sí mismos y durante el tiempo que más puedan.
Las rutinas ayudan a la persona con demencia a saber qué esperar y a seguir haciendo las cosas por su cuenta. Además realizar ciertas actividades le ayudará a mejorar su sentido de dignidad y su autoestima, le darán más sentido y significado a su vida, le ayudarán a estructurar el tiempo, y reducir los niveles de estrés y ansiedad.
También, la realización de actividades puede ayudar a reducir los comportamientos de vagabundeo o agitación. Tanto una persona con demencia como su cuidador pueden disfrutar de la sensación de seguridad y la cercanía que estas proporcionan.
Para que las actividades sean efectivas deben:
- Tener un sentido y un propósito.
- Ser agradables.
- Poner en práctica las habilidades y capacidades de la persona enferma.
- Involucrar a la familia y amigos.
- Ser dignas y apropiadas para los adultos.
- Darle a la persona un sentido de normalidad.
- Centrarse en el proceso, no en el resultado.

Es importante hacer actividades afectivas con nuestros familiares, para hacerlos sentir útiles.
Actividades como vestirse, arreglarse, bañarse y comer pueden formar un patrón en la vida diaria, así que será más fácil si continúan las rutinas a las que han estado acostumbrados durante gran parte de su vida. Llevar a cabo las actividades en el mismo orden cada día también les ayudará a saber qué esperar.
Por ejemplo, si ella está acostumbrada a bañarse por la mañana, trate de que siga manteniendo este patrón. Los recordatorios son de gran ayuda, particularmente durante las primeras etapas de la enfermedad. Estos pueden ser notas escritas en la nevera para recordarle comer o signos en un armario para decirle lo que hay dentro.
Si ya no entiende palabras, trate de usar señales de color o imágenes. Por ejemplo, si deja un cepillo de dientes en el mostrador le recordará que debe cepillarse los dientes. Coloque la ropa en el orden en que debe ponérsela, esto le hará más fácil el poder vestirse. Utilicé recordatorios regulares para conseguir que vaya al baño.
Mientras la enfermedad se lo permita deje que él haga lo que pueda hacer
A los cuidadores de familiares con la enfermedad de Alzheimer, les puede resultar difícil saber cómo y cuánto ayudar, pero es importante que dejen que el enfermo sea independiente en su cuidado personal. Esto puede ser frustrante, especialmente cuando se sabe que puede llevar a cabo la tarea más rápidamente, o que si lo ayuda puede ser más eficiente. Sin embargo, se debe tratar de evitar la tentación de asumir el control, incluso si él está realmente luchando con la tarea, déjelo, ya que la pérdida de confianza podría hacer más difícil que siga intentándolo.
Cuando el cuidador ofrece ayuda, es fundamental que trate de hacerla conjuntamente con el familiar, en lugar de hacerlo por él. Esto le ayudará a sentirse menos controlado y más involucrado. Cuando realice actividades como estas, trate de centrarse en lo que el enfermo puede hacer, en lugar de lo que no puede hacer.
Tenga en cuenta que es difícil para las personas con demencia aprender nuevas formas de hacer las cosas, recordar las instrucciones y mantenerse enfocadas durante mucho tiempo en una tarea, así que trate de ser paciente y tómese momentos de descansos, motívelas para que lo intenten y trate de mantener su sentido del humor.
Consejos para hacer las rutinas más fáciles
- Trate de dividir las tareas en secciones. Por ejemplo, puede resultarle al enfermo más fácil seguir vistiéndose si le pone la ropa en el orden en que tiene que ponérsela. O podría pasarle la siguiente prenda, manteniéndola lista para agarrarla en el lugar correcto, o animarlo a que se ponga la camisa sobre su cabeza antes de enderezarla.
- Incluso si no puede completar una tarea completa, llevar a cabo uno o dos pasos, en particular el paso final, pueden darle un sentido de logro.
- Asegúrese de que los recordatorios o instrucciones sean simples y fáciles de entender. Use oraciones cortas y utilice gestos o el lenguaje corporal para agregar sentido y significado a la tarea.
- Tenga tacto. Trate de imaginarse que usted es la persona que recibe ayuda, así que háblale de una manera que a usted le resultaría útil y agradable, si estuviera en su posición.
- Trate de hacer cosas conjuntamente, como doblar la ropa o secar los platos.
- Si hay actividades que hace regularmente, intente integrarlas en la rutina diaria.
- Asegúrese de que no se sienta supervisado o criticado de ninguna manera. Esto significa que debe comprobar su tono de voz, así como las palabras que utiliza.
- Cuando la demencia llega a una etapa más avanzada, intente señalar, demostrar o guiar una acción en lugar de dar una explicación verbal. Por ejemplo, su familiar puede ser capaz de cepillarse el pelo si le entrega el cepillo y comienza a guiarlo suavemente con la mano. Trate de usar su voz para hacer sonidos tranquilizadores y alentadores en lugar de usar palabras reales.
- Trate de concentrarse en lo que importa: pasar tiempo juntos y ayudar a la persona a sentirse útil.
- Sea flexible. Si la persona insiste en que no quiere hacer algo, puede ser debido a la incapacidad o a que siente miedo; así que intente tranquilizarlo y hacerle entender que no pasa nada si no lo puede hacer.
- Si la persona insiste en hacer algo de manera diferente, déjelo y si es necesario, corrija cualquier error, pero después de que haya terminado.
- Sea realista y no se preocupe por llenar cada minuto con una actividad. La persona con demencia requiere descanso y puede necesitar pausas frecuentes.
- Ayúdele a tomar la iniciativa para que haga la actividad. Muchas personas con la enfermedad de Alzheimer, principalmente en las primeras fases de la enfermedad, tienen deseos y energías de hacer cosas, pero carecen de la capacidad para organizar, iniciar y completar las tareas. Así que divídale las actividades en pasos simples y fáciles de seguir y concéntrese en un paso a la vez. Demasiados pasos a la vez pueden llegar a abrumarlo. Ayúdele con las partes difíciles de la tarea; por ejemplo, si están cocinando y su familiar no puede medir los ingredientes, termine usted la medición e invítelo a que haga una tarea diferente, como realizar la mezcla de los mismos.
- Deje que su familiar se dé cuenta de que su ayuda es importante y Pregúntele: “¿Podrías ayudarme por favor?”
- No lo critiqué ni lo corrija. Si su familiar disfruta con una actividad inofensiva o que parece insignificante o sin sentido, aliéntelo para continúe con ella.
- Fomente la autoexpresión. Incluya actividades que le permitan expresarse y comunicarse como pintar, dibujar o escuchar música.
- Involúcrelo por medio de la conversación. Mientras están realizando una tarea, como la cena, háblele de lo que están haciendo. Incluso si el enfermo no puede responder.
- Sustituya una actividad por un comportamiento. Por ejemplo, si frota la mano en la mesa proporciónele un paño y anímelo para que limpie la mesa.

Con estos consejos, lograrás que las rutinas de cuidado sean mucho más fáciles.
Modifique el medio ambiente
Asegúrese de que el lugar donde realiza las actividades sea un ambiente seguro para el enfermo. Así que retire materiales y herramientas peligrosas, minimicé las distracciones.
Una persona con demencia puede sentirse incómoda en ciertos lugares, incluso si es un lugar familiar o si está rodeado de sonidos familiares. Si disminuye las distracciones le ayudará a sentirse más cómodo y seguro.
Evalúe el éxito del plan que está llevando acabo
El éxito de una actividad puede variar de un día a otro. Para determinar si el plan diario está funcionando, considere las respuestas de su familiar enfermo en cada actividad.
En general, si la persona parece aburrida, distraída o irritable, puede ser el momento de introducir otra actividad o tomar un descanso. Las actividades estructuradas y agradables a menudo pueden reducir la agitación y mejorar el estado de ánimo.
Recuerde que completar cualquier actividad no es tan importante como la alegría y el sentido de logro que le genera a su familiar el poder hacerlo, el sentirse útil, acompañado y querido.
Fuentes
Esta lista fue adaptada de Alzheimer’s Society: Reino Unido. http://www.alzheimers.org.uk