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Ortorexia o la obsesión por la comida saludable

Por Dra. Iris Luna
ortorexia

La ortorexia es una reciente alteración de la conducta alimentaria. Literalmente significa “apetito correcto”, pero es en realidad una fijación patológica con alimentos saludables que acertadamente se ha descrito como “una enfermedad disfrazada de virtud”. Fue definida por el médico Steve Bratman, quien había acuñado el término ortorexia en 1996, en su libro titulado “Health Food Junkies” (adictos a la comida saludable).

Este nombre proviene de la raíz griega (ortho, justo, recto y orexia, apetencia) y denota la obsesión que tienen algunos individuos por alimentarse con comida sana hasta un nivel que puede llegar a ser peligroso para la salud y puede generar importantes conflictos familiares debido a la “apropiada” selección e ingesta de los alimentos.

Obsesionarse por comer bien
Obsesión por la comida saludable

El detalle interesante es que Bratman fue un miembro activo del movimiento de alimentos naturales en Estados Unidos durante más de dos décadas. Inicialmente fue un entusiasta promotor del poder de la alimentación para curar el cuerpo (alimentación como terapia), de esta manera, en los años setenta se dedicó a cocinar y sembrar productos orgánicos en una importante comunidad de Nueva York.

Esta comunidad estaba conformada por personas de diferentes campos de la nutrición, y al parecer, tenían una serie de teorías contradictorias acerca de lo que es una “alimentación saludable”. Nadie se ponía de acuerdo y en medio de toda esta confusión Bratman decidió promover su propia dieta, que consistía exclusivamente en consumir vegetales recién cosechados del huerto y masticarlos más de cincuenta veces antes de ingerirlos. Esto se convirtió es una especie de culto y al igual que muchos otros ortoréxicos, sus restricciones en materia alimentaria se volvieron día a día más rígidas.

Con su ejemplo, animaba a los seguidores de su dieta a sentirse culpables y castigarse cuando tomaban algún alimento que él consideraba prohibido. Poco a poco notó que eso lo estaba tiranizando, reconoció su error y necesitó varios años y mucha voluntad para lograr desprenderse de ese comportamiento. Esta experiencia personal, cambió radicalmente su posición frente al tema de la alimentación.

En la actualidad, hace campañas en contra de lo que considera una dedicación excesiva a las dietas estrictas, que por supuesto, impiden que nuestro cuerpo se beneficie de una nutrición equilibrada. Bratman nos advierte que la mayor parte de estas dietas, si se siguen obsesivamente y con rigurosidad, pueden llevar a las personas a la ortorexia que, como muchos de los trastornos de la conducta alimentaria, guarda relación con un trastorno mental, que puede llegar a ser muy perjudicial para el que lo padece.

Los pacientes ortoréxicos excluyen de su dieta habitual todos aquellos alimentos que consideran impuros porque están contaminados con herbicidas, pesticidas, preservantes alimenticios y otras sustancias artificiales, y se preocupan excesivamente por las técnicas y materiales que son empleados para la elaboración de los alimentos. Este comportamiento obsesivo de vigilancia extrema conduce al deterioro y pérdida de relaciones sociales, insatisfacciones y rechazos, lo cual, a su vez, se vuelve un círculo vicioso. Algunos estudios indican que favorece todavía más la preocupación obsesiva por la calidad y salubridad de la comida.

obsesión por la comida saludable
Obsesión por alimentarse bien

La ortorexia aparece en forma larvada, puesto que inicialmente el paciente desea mejorar su salud, controlar determinada enfermedad o bajar de peso. Pero poco a poco, la dieta “saludable” se convierte en la parte más importante de su vida. Es así como la obsesión patológica por la ingesta de comida biológicamente pura, los patrones ritualizados de comer y el rechazo total a los alimentos considerados impuros, conduce a restricciones importantes en la dieta y se asocia a un gran sufrimiento mental. La ortorexia nerviosa comparte similitudes con la anorexia nerviosa en relación con el perfeccionismo (auto orientado, orientado a los demás y socialmente prescrito), las alteraciones de la imagen corporal, la preocupación por el sobrepeso y el estilo de apego. Además, los antecedentes de un trastorno alimentario previo, son un predecesor fuerte de la ortorexia. Los hallazgos recientes sugieren que esta enfermedad puede incluirse en el mismo espectro de los trastornos de la conducta alimentaria.

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A pesar de que las personas que entran en la ortorexia tienen una buena intención de conseguir una salud óptima, este comportamiento alimentario llevado al extremo desencadena deficiencias nutricionales importantes, complicaciones médicas, gastos económicos exagerados y una mala calidad de vida. A pesar se ser un patrón de comportamiento característico, en realidad la ortorexia ha recibido poca atención y no se reconoce formalmente como un trastorno psiquiátrico.

El individuo promedio se ve bombardeado regularmente por consejos, advertencias y amenazas acerca de la dieta y la salud. A pesar del gran volumen de información errónea lejana de la evidencia científica, aquellos que utilizan internet para buscar información relacionada con la salud, tienden a no verificar las fuentes, la antigüedad o la validez de dicha información y a menudo confían en lo que leen, aventurándose a seguir premisas “saludables” de manera estricta. Las investigaciones indican que aquellas personas que están predispuestas a sufrir de ortorexia, la búsqueda en la red para obtener información de salud, empeora su ansiedad y las confunde, un fenómeno conocido como “Cibercondriasis”.

Cuando la comida saludable se convierte en obsesión
Obsesión con la comida saludable

La ortorexia se presenta pues, como un conjunto de síntomas que son casi una parodia de las tendencias de la cultura popular hacia una vida más larga y saludable. Es difícil en muchos casos, determinar con exactitud cuándo la preocupación o la salubridad de la dieta alcanzan proporciones patológicas.

Por lo anterior, les dejo un test muy interesante desarrollado por Steven Bratman, quien estableció unas pautas para ayudar a identificar aquellas conductas o comportamientos insanos con la comida. Este test, modificado de Bratman, que se encuentra a continuación, puede ayudarte a saber si padeces de ortorexia:

  • ¿Pasas más de tres horas al día pensando en tu dieta?
  • ¿Hablas con quien puedes de la dieta saludable?
  • ¿Planeas tus comidas con varios días de antelación?
  • ¿Pasas mucho tiempo investigando acerca del origen y pureza de los alimentos?
  • ¿Consideras que el valor nutritivo de una comida es más importante que el placer que te aporta?
  • ¿Ha disminuido la calidad de tu vida a medida que has aumentado la calidad de tu dieta?
  • ¿Te has vuelto más estricto contigo mismo en este tiempo?
  • ¿Ha mejorado tu autoestima alimentándote de forma sana?
  • ¿Has renunciado a comer alimentos que te gustaban para comer alimentos “buenos”?
  • ¿Tienes complicaciones con tu dieta a la hora de comer fuera, y esto te distancia de tu familia y tus amigos?
  • ¿Te sientes culpable cuando te saltas tu régimen?
  • ¿Te sientes en paz contigo mismo y crees que todo está bajo control cuando comes de forma sana?

Referencias

1. Marta A. Barnes, Marie L. Caltabiano; The interrelationship between orthorexia nervosa, perfectionism, body image and attachment style; Eat Weight Disord (2016). doi:10.1007/s40519-016-0280-x

2. Catalina Zamora ML Bote Bonaechea B , García Sánchez M , Ríos Rial B ; Ortorexia Nerviosa ¿Un nuevo trastorno de la conducta alimentaria?; En: Actas Esp Psiquiatr, 2005 Jan-Feb: 33 (1) 66-8

3. Nancy S Koven and Alexandra W Abry; The clinical basis of orthorexia nervosa: emerging perspectives; Neuropsychiatr Dis Treat. 2015; 11: 385–394.

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