Todos nos hemos culpado de algo, es natural. Todos hemos pensado que si no hubiéramos hecho tal cosa hubiéramos podido evitar lo que pasó. Hemos cargado con las cadenas de nuestros “errores del pasado” hasta el día de hoy, cosas que pasaron hace 10 años son cosas que nos siguen afectando como si hubieran sido ayer.
La culpa es un sentimiento -en ocasiones- complicado de manejar, pero es mil veces más complicado cuando la culpa que sientes es hacia ti. Todos hemos cometido errores, no es algo que solo tú has hecho. Yo me he equivocado y me he arrepentido de cosas que he hecho, esa persona que se sentó a tu lado hoy en la mañana, también se ha equivocado y seguramente está arrepentido. Pero, ¿por qué? Porque insistimos en hacernos infelices. Nos guste o no, ya lo hicimos.
Ya te besaste con tu ex novio, ya le gritaste a tu mejor amiga/o todas esas cosas malas que siempre has pensado de el/ella, ya chocaste tu coche, ya gastaste ese dinero que dijiste que no ibas a gastar, ¿y qué? Ya pasó, ya lo hiciste. Enojandote, culpándote, gritándote todas las malas palabras que conoces y llorando por “ser tan tonto”; No será precisamente la manera en que las cosas se van a solucionar. Nos guste o no, ya pasó. Esa “marca” ya está en el libro de tu vida. Y hoy por hoy, no hay una forma conocida de regresar el tiempo y evitar que las cosas pasen.
Entonces, ¿qué sigue? Lo que sigue es aceptar, aceptar que lo hiciste ¿y qué?, tal vez en ese momento es justamente lo que querías, tal vez fue sólo un accidente o simplemente era algo que tenía que pasar, pero lo hiciste. Negar que lo hiciste es mucho peor e incluso llegas a verte mal pues si otras personas saben la verdad, además quedas como mentiroso. Primero acéptalo, acepta que cometiste un error, eso te hará sentir liberado, vas a sentir menos culpa y va a costarte menos perdonarte.
Una vez que aceptes tu error, lo mejor que puedes hacer es buscar un aprendizaje. Probablemente pienses “¿qué puedo aprender de eso?”. Si chocaste en tu auto porque habías tomado, ahora si vas a entender que el alcohol y el volante no se llevan nada bien. Busca qué puedes aprender de eso, pero sobre todo, ¿cómo puedes evitar que vuelva a pasar?. Lo más importante de todo, busca perdonarte. No hay forma más horrible de vivir que odiándose a uno mismo. Está bien, ya lo hiciste, ya te equivocaste. Pero también entendiste tu lección. Ya sabes bien cómo evitar que eso te vuelva a pasar. No hay motivo ni razón para estar torturándote todo el tiempo por eso.
Los errores son una forma de aprender, todos los hemos cometido y por eso hoy sabemos lo que sabemos.Tal vez la gente te esté recordando todo el tiempo lo que hiciste antes, pero en serio, eso nunca va a definir lo que vas a hacer después. Nos olvidamos que lo único que tenemos en este momento es el hoy. El presente. El pasado nos va a servir de lección, el futuro nosotros lo vamos forjando conforme nuestras acciones, pero en lo que deberíamos centrarnos principalmente es en nuestro presente. Aprendamos del pasado y más que atormentarnos con nuestros errores, dejemos que se conviertan en motivadores para cambiar y mejorar lo que somos.