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¡Mucho cuidado con el sol! El lado oscuro de la exposición solar

Por Dra. Iris Luna
¿Cómo aliviar las quemaduras solares? ¡Mucho cuidado con el sol! El lado oscuro de la exposición solar

“Eva María se fue
buscando el sol en la playa
con su maleta de piel
y su bikini de rayas”
-Fórmula V- (1973)

El sol es fundamental para la vida y proporciona beneficios reales. Sin embargo, debes hacer un uso escaso de la radiación ya que la radiación UV tiene efectos dañinos en la salud de la piel. Para controlarlos y disfrutar mejor de los beneficios del sol, es particularmente crucial el uso de una protección solar con un alto índice de factor como explicaremos mas adelante.
Recordemos que el cáncer cutáneo y el fotoenvejecimiento es causado por la exposición a las radiaciones ultravioleta (UV), ya sea procedentes de la exposición directa al sol o de fuentes artificiales como las camas bronceadoras. En el año 2.000, a nivel mundial se diagnosticaron 200.000 casos de melanoma maligno y se produjeron 65.000 defunciones relacionados con este tipo de cáncer. Es preocupante pensar que la exposición excesiva de los niños y adolescentes a los rayos solares intervenga en la aparición de cáncer en etapa posterior de la vida.

Aproximadamente, 18 millones de personas en el mundo han quedado ciegas a causa de las cataratas; y en números redondos el 5% de la carga de morbilidad relacionada con las cataratas se puede atribuir directamente a la exposición a las radiaciones ultravioleta.

Aprendamos algo sobre las radiaciones ultravioleta
Las radiaciones ultravioleta forman parte de los rayos solares y su intensidad se ve influida por muchos factores, algunos son:

  • La elevación del sol: cuanto más alto está el sol en el cielo, mayor es la intensidad de las radiaciones ultravioleta. (No se recomienda el sol entre las 11 am y las 4 pm)
  • Latitud: cuanto más cerca se está del ecuador, más intensas son las radiaciones ultravioleta.
  • Protección de las nubes: las radiaciones ultravioleta son más intensas cuando el cielo está despejado, pero pueden ser intensas aun cuando el cielo esté nublado.
  • Altitud: la intensidad de las radiaciones ultravioleta aumenta 5% por cada 1.000 metros de altitud.
  • Capa de ozono: este gas absorbe una parte de las radiaciones ultravioleta del sol. A medida que la capa de ozono se adelgaza, aumenta la cantidad de radiaciones ultravioleta que llegan a la superficie terrestre.
  • Reflexión por el suelo: muchas superficies reflejan los rayos del sol y aumentan la exposición general a las radiaciones ultravioleta (por ej., el césped, la tierra y el agua reflejan menos de 10%: la nieve recién caída, hasta 80%; la arena seca de las playas, 15%; y la espuma del mar, 25%).

¿Cuál es la cantidad de sol adecuada?
En pequeñas dosis, la luz solar tiene un efecto beneficioso en:

– El estado de ánimo: El sol puede ser un remedio excelente para algunas formas de depresión estacional.
– La síntesis de vitamina D, que es indispensable para fijar el calcio en nuestros huesos.

Para disfrutar de estos beneficios del sol, son suficientes 15-20 minutos de exposición solar al día. Debemos tener mucho cuidado con la concepción errónea de que la piel tostada por el sol es “saludable” y un símbolo de juventud y belleza. Como verán en el próximo video, el ser adoradores del sol y permanecer muchas horas bajo los rayos UVA o infrarrojos A (IRA) nos pueden cobrar un precio muy alto con el tiempo.

Peligros relacionados con una inadecuada exposición solar:
En dosis más altas, sin embargo, el sol puede ser muy peligroso y puede provocar a corto plazo:

  1. Quemaduras solares, también llamadas eritemas.
  2. Foto dermatitis, como la erupción solar benigna (el 10% de la población adulta está afectada) y el acné, así como tipos más extraños de foto dermatitis como lupus y urticaria provocada por la luz.
  3. Enfermedades pigmentarias como manchas cafés en la piel, melasma (paño del embarazo) y oscurecimiento de pecas.
  4. Foto inmunosupresión: (baja de las defensas que pueden asociarse a los herpes labiales)
  5. Foto envejecimiento: pérdida de la firmeza de la piel y aparición de queratosis solares. El envejecimiento y deterioro irreversible de la piel se puede evidenciar con la aparición de manchas, un cutis amarillento, arrugas profundas y pérdida de densidad y elasticidad en la piel.
  6. Fotosensibilidad: que es una reacción anormal de la piel a la luz solar u otros tipos de luz que contengan radiación ultravioleta (UV), asociada a la piel y en la que intervienen distintos químicos, a veces hallados en medicamentos y otros productos como veremos a continuación. Todas las personas son sensibles a la luz o fotosensibles, pero algunas lo son más que otras, lo cual puede ocasionar problemas de salud. Una reacción de foto sensibilidad puede lastimar la piel, produciendo quemaduras, enrojecimiento, ampollas, vesículas, y es un factor incidente en el Cáncer de Piel.

Existen distintas formas de fotosensibilidad:

  • Fotorreacción: se produce cuando una persona ingiere alguna sustancia que aumenta su fotosensibilidad, pudiendo producir sobre la piel enrojecimiento, eczemas, descamación y reacciones oculares. Los químicos responsables de una fotorreacción podemos hallarlos en jabones antisépticos, desodorantes, en las sales de cadmio que se usan en los tatuajes, así como en antiinflamatorios no esteroides (AINE), sulfonamidas, antihistamínicos, tetraciclina, limón, naranja, o perfumes.
  • Fotoalergia: ocurre cuando la radiación UV altera químicamente uno de los componentes de un medicamento o un cosmético. En este tipo de fotosensibilidad se encuentra implicado el sistema inmunitario de la persona. La reacción puede ser inmediata o aparecer a los minutos, horas, días, o incluso meses después. Los productos que pueden ocasionar una foto alergia son el almizcle, ácido glicólico, bergamota, aceite de sándalo, retinol, quinolonas y antiinflamatorios no esteroides.
  • Fototoxia: producida por la acción de un químico que absorbe la energía de la luz UV y la libera en la piel, causando daño. En este caso el sistema inmunitario no es un factor presente. La reacción puede aparecer inmediatamente o tardar un tiempo, y pueden persistir en casos graves por años. Las sustancias capaces de producir fototoxicidad son: antiinflamatorios no esteroides, tetraciclina, amiodarona.
  • Fotofobia: es una molestia ocular ante la exposición a la luz, que puede verse causada o favorecida por distintas sustancias. Entre ellas la tolazamida, latolbutamida, digitoxina, quinidina.

7. Efectos a largo plazo: la exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta ocasiona varias alteraciones crónicas de la piel. Entre los que sobresalen:

  • Melanoma maligno cutáneo: cáncer maligno de la piel potencialmente mortal.
  • Carcinoma espino celular: cáncer maligno que generalmente avanza con menor rapidez que el melanoma y ocasiona la muerte con menor frecuencia.
  • Carcinoma baso celular: cáncer cutáneo de crecimiento lento que predomina en las personas mayores.

8. Efectos sobre los ojos: las radiaciones ultravioleta ocasionan los efectos agudos conocidos como foto queratitis (inflamación de la córnea) y foto conjuntivitis (inflamación de la conjuntiva). Estos efectos desaparecen por completo, se previenen fácilmente usando gafas protectoras y no se acompañan de lesiones a largo plazo.

Los efectos crónicos de las radiaciones ultravioleta son:
Cataratas: enfermedad de los ojos en la que el cristalino se va opacando poco a poco, lo que va disminuyendo la visión y acaba causando ceguera.
Terigión: carnosidad blanca o de color crema que aparece en la superficie ocular.

Prevenir es mejor que curar.
Aquí la consigna sería: “Protección por encima de todo”. La OMS recomienda las siguientes medidas para protegerse de la exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta.

  • Limitar al máximo el tiempo que se pasa bajo el sol de mediodía (Preferir el sol de la mañana temprano o del atardecer)
  • Preferir la sombra.
  • Usar prendas protectoras, como un sombrero de ala ancha para proteger los ojos, el rostro y el cuello.
  • Usar gafas de sol cerradas a los lados que den una protección de 99% a 100% contra las radiaciones ultravioleta A y B. (Las gafas tienen que tener el certificado CE en las categorías 3 y 4). En las zonas de la piel que no estén cubiertas por la ropa, untar abundantemente y renovar con frecuencia (cada dos horas) un filtro solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 30+. La mejor protección se logra resguardándose a la sombra y vistiendo ropa protectora en vez de aplicar inadecuadamente filtros solares. Estos filtros no deben usarse con la idea de prolongar el tiempo que se pasa al sol, y las personas que se untan filtro solar para broncearse deben ser conscientes de la necesidad de limitar el tiempo que se exponen al sol. Si utilizas protección solar, aplica la cantidad suficiente de protección solar treinta minutos antes de la exposición inicial. Es un error aplicar el protector solar justo antes de salir. Repite la aplicación generosamente y con la frecuencia que indique cada producto bloqueador, sobre todo después del baño, de haber transpirado o haberte secado con una toalla. Ahora se han simplificado las etiquetas de los bloqueadores, en las que se mencionan las cuatro categorías de protección. Baja, Moderada, Alta, Muy Alta. Solo son recomendables las últimas dos. Es necesario el uso de un espectro amplio que llegue a la radiación UVB (responsable de las quemaduras solares) y a la radiación UVA (que acelera el envejecimiento). Hay que elegir la forma galénica (crema, crema fluida, gel, etc.) que mejor le vaya a las zonas en cuestión y a las preferencias de cada persona. Lo importante es que sean productos hipoalergénicos, con buena tolerancia, fotoestables, resistentes al agua y la transpiración y cosméticamente apropiados.
  • Recuerda que se consigue en el mercado una gama de bloqueadores solares en presentación de polvos faciales, cremas con color o bases para el maquillaje con un excelente factor de protección solar 30+, 50+ que pueden complementar tu cuidado diario frente al sol. Es importante tener en cuenta el tipo de piel que tienes para escoger el bloqueador solar más adecuado a tus características. Se recomienda que lo lleves contigo si vas a estar varias horas fuera de tu casa.
  • Hay que alejarse de las camas bronceadoras: el uso de estos aparatos antes de los 35 años de edad se acompaña de un aumento de 75% del riesgo de melanoma maligno. Las camas y las lámparas bronceadoras no deberían usarse a menos que sea bajo supervisión médica. La OMS recomienda prohibir su uso en los menores de 18 años.
  • Hay que proteger la piel del sol aunque haya nubes en el cielo y el día no esté soleado.
  • Proteger a los bebés y los niños pequeños: siempre se debe mantener a los niños a la sombra.
  • También es bueno saber como algunos alimentos ayudan a mejorar nuestra resistencia al sol. Ciertas moléculas naturales como los carotenos, la vitamina C que se encuentra en las frutas y vegetales y la vitamina E contribuyen a evitar los efectos dañinos del sol; pero no olvidemos llevar siempre con nosotros un protector solar con muy buen FPS, gafas de sol con bloqueadores de radiaciones UV y una actitud responsable y previsora frente al sol.

 

Fuente consultada: Las radiaciones ultravioleta y la salud humana

Nota descriptiva N° 305

Por: Dra. Iris Luna
Médico Psiquiatra – Máster en Nutrición
Especialista en Sobrepeso y Obesidad
Contacto: iluna@phronesisvirtual.com 

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