Escondidos en las faldas de las montañas colombianas, vive una cultura ancestral de indígenas. En los últimos años, han querido transmitir un mensaje contundente para toda la humanidad.
Los Kogui son un pueblo indígena que sobrevivió a la conquista española. En la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia) han logrado mantener una vida armoniosa y regida por el respeto hacia su entorno.
Ellos aseguran que todos necesitamos de su ayuda. Un mundo lleno de desórdenes climáticos, temperaturas que crecen de manera incontrolable, sequías, enfermedades e incremento en los comportamientos violentos. Toda una serie de castigos que, según sus creencias, ocurren debido al daño que la humanidad le hace cada día a La Tierra.
Que se detenga
Con contundente voz, lo Kogui piden que esto se detenga. Saben muy bien que las advertencias son ignoradas por la mayoría de las personas. Aunque mantienen una fuerte convicción por mezclarse en lo más mínimo con las culturas modernas, saben que el daño hacia la naturaleza no para.
Dentro de su sabiduría, han aprendido a interpretar las señales del medio ambiente. Saben de las catástrofes naturales que se repiten cada vez con más frecuencia en el mundo. Las enseñanzas transmitidas de un ancestro a otro por siglos, han creado conexiones profundas con todos los seres vivos. Para ellos, la naturaleza es sagrada y temen con respeto a su furia.
Los Kogui llaman Aluna a la mente que reside en la naturaleza. Hablan de la enorme cantidad de tiempo y esfuerzo que le tomó a la naturaleza hacer todo lo que conocemos hoy como Tierra.
Dentro de la gran inteligencia de Aluna por crear vida, está la idea de mantener un balance. Este balance, nos permite vivir y sobrevivir naturalmente sin dañar el ecosistema. Esta tribu indígena, piensa que estamos cegados por un poder destructor que ha desbalanceado el equilibrio natural.
Con un sentimiento protector, lejos de ser arrogantes, se consideran los “hermanos mayores” de la naturaleza. Por tal motivo, hacen un llamado urgente a nosotros, los “hermanos menores”, con la intensión de cambiar nuestra irresponsable manera de relacionarnos con el planeta. Todos sabemos que nuestra forma de vida lo puede llevar a la destrucción.
No se puede pasar por alto
El problema está en ignorar ese mensaje y considerarlo una advertencia sobre algo demasiado lejano. Si no somos capaces de escuchar el mensaje de estos guardianes de la tierra tal vez sea demasiado tarde.
Somos los únicos responsables de la devastación ambiental y necesitamos emprender con urgencia las soluciones que permitirán dejar a nuestros hijos un mundo digno para vivir. Aunque esto va mucho más allá de un testamento escriturado a las generaciones venideras. La transmisión del mensaje implica un cambio total en la percepción que se tiene de La Tierra y la convivencia armoniosa entre seres vivos.
Como si los Kogui tuvieran la capacidad de acompañar el vuelo de las aves, la visión que comparten del mundo se basa en una familia enorme. Familia que comparte lazos con todos y cada uno de sus miembros. La naturaleza no pertenece a nadie, es un lugar que compartimos junto a los seres vivos.
Este mensaje no se comprara al de una organización internacional o al de algún grupo de fanáticos gestado en un garaje. El anuncio viene de quienes han encontrado la manera de preservar una cultura de cuidado y convivencia entre flora, fauna y Tierra.
Ignorar las palabras de estos sabios “hermanos mayores” sería el más grande error de la humanidad. Este, es un mensaje que pretende crear conciencia respecto a la relación entre los seres humanos y el resto de las especies animales. Tenemos la urgencia de engendrar soluciones que protejan nuestro hogar.
Los problemas son tan complejos como grande es la Tierra, pero es hoy cuando decidimos lo que será de ella mañana”- Yann Arthus-Bertrand.
Referencias:
Aluna: El mensaje de los Kogui Por Alan Ereire
