En nuestra conversación con la talentosa actriz argentina, pudimos escuchar, en un inspirador tono triunfal, la contundencia de todas las lecciones que Lorena aprendió de este “maestro”, como ella misma llama al cáncer de seno.
“Nunca lo vi como un castigo, nunca lo vi como algo que venía a luchar conmigo. Yo lo vi como algo que apareció en la vida, se manifestó de manera física. Obviamente, sé que esto tiene que ver mucho con las emociones, entonces también lo trato desde ese lugar y siento que es algo que me vino a enseñar muchas cosas, a hacerme más paciente, a hacerme más humilde a darme fortaleza espiritual e interna, pero jamás lo vi como una lucha”
En medio de aprendizajes, lecciones y mucho amor por la vida, Lorena debe invertir gran parte de sus ahorros en tratamientos médicos privados que, debido a su elevado costo, resultan inalcanzables para muchas de las personas que padecen de cáncer, lo cual resalta como un llamado de atención para que los gobernantes mejoren los sistemas de salud y los hagan accesibles para todo público: “siento que también los seres humanos, aunque no tenemos el mismo apellido, la misma nacionalidad, la misma religión, somos hermanos”, dijo con fuerza la actriz.
Esperamos que hoy 4 de febrero, en la celebración del Día Mundial Contra El Cáncer , esta historia no solo inspire a los dirigentes, gobernantes y especialistas de la salud, sino que llene de amor por la vida a quienes están enfrentando al cáncer (en cualquiera de sus formas) y vean que sí es posible superar esta enfermedad con dignidad, junto al apoyo de la familia y los amigos. No será nada fácil, pero aferrarse a la vida con fuerza será el camino más cercano hacia la salvación. “…yo estoy sana gracias a Dios, a los médicos, a mucha gente, a mi esposo, a mi familia, a mi mamá y a mis hermanos, también es mi decisión estar acá”, dijo Lorena con alivio.