Actualmente es muy común escuchar sobre el ser líder y el liderazgo, términos de moda desde hace ya un tiempo. Para ser líderes necesitamos una serie de cualidades y aptitudes específicas que permitan guiar y dirigir a personas. Sin embargo, para ser un buen líder, lo importante es dirigir a otros sin que se sientan presionados o explotados. Recordemos, el verdadero líder no es un jefe es una figura a la que siguen, respetan y apoyan por gusto. Sabiendo esto valdría la pena preguntarte ¿Puedes ser el líder de tú vida?
En las empresas y el trabajo es habitual hablar y atender a éstas figuras, aunque es un concepto muy amplio. ¿Cuántas veces hemos escuchado a personas decirnos “deberías ser el líder de tu vida”, pero no entendemos lo que significa? Entonces, ¿Hasta dónde realmente se extiende este término en nuestras vidas?
¿Cómo lograr ser el líder de tú vida?
Que alejados estamos de la verdadera noción de este concepto, es decir, en el hacer y ser de un líder. ¿Por qué? La respuesta es simple, el líder no sólo es aquella persona dueña, fundadora o gerente de una empresa. Éstos, por lo general, son jefes y no es lo mismo ser un líder que ser un jefe. Al final y para cualquier empleado sólo resulta en una etiqueta importante dentro de la empresa. Por lo tanto, ¿A qué hace referencia la máxima que dice “debes ser el líder de tu vida”?
El poder que encierra esta premisa no sólo está demostrada por estadísticas y estudios psicológicos, sino que es la clave para el éxito y el crecimiento personal. Entonces, ¿Puedes llegar a ser el líder de tu vida? Por supuesto, de hecho es necesario para vivir plenamente.
La mayoría de las personas pasan su vida presos de los deseos, prejuicios y mandatos de terceros. Otros, viven sus días en una constante pérdida de identidad y condicionándose a modelos que se obligan a imitar. Éstas personas aún no se han dado cuenta que liderar su vida es la esencia misma de la existencia. El ser el líder de tú vida no es más que vivir con consciencia.
He aquí una serie de ejercicios que debes practicar y que te ayudarán a asumir el poder en tú vida. Es importante ser conscientes de cada una de las acciones que realizamos, sin llegar a jugar el rol de controlador. Recuerda, tener el poder no significa controlarlo todo.
Sal de la propia experiencia:
Al ser el líder de tú vida te encuentras ante la situación de tener que corregir errores propios o ajenos. No cometas esta falta. Sencillamente se trata de entender al otro, ponerse en la situación de tu igual. No seas tan duro contigo mismo, no juzgues, debes ir más allá, sé la solución y no el problema.
Sobre todas las cosas comprende el valor del trabajo:
Aunque el líder desempeñe un cargo que amerita delegar y saber utilizar, en el buen sentido, las acciones han de ser las correctas. Solicita, corrige, sin menospreciar o juzgar el trabajo o las actitudes de otros. Ser el líder de tú vida, no te da derecho a disminuir a los que están a tú alrededor. El trabajo consiste en saber cómo optimizar y enseñar a otros a ser mejores, así como tú esperas serlo personalmente. Totalmente errado, a la hora de ser el líder de tú vida, el emitir o dar un juicio de valor negativo.
Busca el equilibrio entre ambos mundos:
Dentro de la vida existen infinitas maneras de pensar, diferentes tipos de circunstancias y miles de situaciones. Todas determinadas por las distintas personas que forman parte de ese engranaje que llamamos vida. Sin embargo, existen dos mundos diferenciados dentro del todo: Ser el líder de tú vida y ser el esclavista de otros. Son dos realidades totalmente diferentes, dos perspectivas y puntos de vista absolutamente opuestos y debe haber un equilibrio. Recuerda, trabajamos por un mismo fin y una meta en común, es decir, somos parte de un todo.
Valora tus talentos y los talentos ajenos:
Si logras ser el líder de tú vida es porque has pasado por un sinfín de vivencias. Éstas vivencias te han dado experiencia y el acervo de conocimiento para ser consciente de lo que eres. ¿Esto qué significa? Bueno, lo más seguro es que en tú camino te topes con personas que aún están en el proceso. Sé bueno, sé amable que todo es un aprendizaje y aún puedes aprender más.
Intenta ser uno:
Ser el líder de tú vida no debería hacerte sentir diferente. Tampoco deberías creerte especial, por el contrario, debes manejarte como un igual, nunca queriendo resaltar o demostrar tú liderazgo, sino intentando ser apoyo y ayuda a los demás. Recuerda, eres una pieza de las muchas otras del engranaje del que forman parte todos. Los buenos líderes no tienen nada que demostrar, sencillamente lo son. Esto no significa que asumirás todas las cargas tú solo, la clave para un liderazgo exitoso es saber delegar. Siempre encamina tus acciones con criterio, con bases y en pleno conocimiento de lo que eso significa. Demuestra que tú también estás dispuesto a seguir aprendiendo.
Que tu premisa sea la Simpatía y la Empatía:
Son cualidades que debes aprender a cultivar si deseas lograr ser el líder de tú vida. La clave para poder relacionarte es entender a los demás. Sé capaz de percibir lo que otros pueden sentir en un contexto dado. Cultiva el sentimiento de participación afectiva por los que te rodean. Un principio de vida que nunca deberíamos olvidar es: Da felicidad perdurable y no sonrisas momentáneas, somos más felices cuándo hacemos felices a otros.
1 comentario
Me encantó el contenido, la verdad yo estoy trabajando día a día en enfocarme en ser líder en mi vida, porque primero tienes que saber quién, eres, elegir conscientemente la vida que te gustaría vivir y trabajar en ti , para poder estar bien y poder ofrecer algo a los demás.