Moisés Quintero fue el conductor de ¡A toda Capacidad! Un programa venezolano de la emisora Radio Fe y Alegría. Este fue creado para resaltar las fortalezas de las personas con necesidades especiales, mostrarles cómo salir adelante y ser útiles para la sociedad. Pero este no fue su debut en radio, inició su carrera en el programa La Hora Comunitaria, como reportero del Noticiero Meridiano.
Dotado de una expresividad fluida y natural, es capaz de describir hechos y reportar minuciosamente sucesos del dinámico acontecer venezolano. Habilidades que no sorprenden en un reportero, solo que en Moisés, quizás llamen la atención por el hecho de ser ciego…
“Desde los 5 años perdí la vista y hasta los 18 viví aislado, pensando que mi vida había terminado. Luego aprendí que podía superarme, estudié y ahora soy profesional”
Nació en 1985 en los Valles del Tuy, una pequeña localidad en Venezuela. Proviene de un hogar muy humilde. Moisés nació con su visión perfecta, apreciando las formas, los colores y el rostro de su familia, hasta los cinco años. Por eso sus recuerdos visuales son imprecisos y prefiere recurrir a los sonidos y texturas para evocar el pasado.

Foto tomada de: El Universal
¿Cómo quedó ciego?
Perdió la visión a consecuencia de una reacción alérgica al fenobarbital, un medicamento para la epilepsia que nunca tuvo. La oscuridad se quedó a vivir en sus ojos y en su vida. Vivió confinado a su pequeño espacio, sin estudiar y con poca interacción hasta los 18 años. Un vecino lo llevó a la Sociedad de Amigos de los Ciegos, allí le dieron herramientas para desenvolverse en la cotidianidad. Aprendió a usar el bastón y a orientarse.
Moisés no se conformaba con estas herramientas no quería seguir analfabeta. Pero eso, no lo detuvo a pensar que en su pueblo natal no había escuelas ni academias para ciegos, decidió que tenía que estudiar. Tampoco pensó en la falta de recursos.
¡Analfabeta hasta los 20 años!
A los 20 años, ingresó a cursar primer grado en el Centro Comunitario de Aprendizaje, Programa de Fe y Alegría. Empleaba casi cuatro horas en el recorrido de ida y vuelta en transporte público para poder estudiar. Así aprobó sexto grado en un régimen semestral, pero de nuevo sus aspiraciones estaban más allá de leer y escribir. Él quería seguir formándose.
Inició sus estudios de secundaria, en Caracas, y se graduó como bachiller en Ciencias con las mejores calificaciones. Siempre con la visión de ser profesional, de superarse.
También estudió Tiflotecnología, método que permite a personas invidentes conocer y manejar las nuevas tecnologías. Gracias a la Fundación Infocentro y a su empeño autodidacta, se desempeñó como facilitador de este método en el mismo centro donde estudió su primaria.
Actualmente estudia Comunicación social en la Universidad Bolivariana y está a punto de graduarse como técnico en Producción de medios de comunicación.
u hazaña no ha sido solo vencer su discapacidad y sobreponerse a la pobreza para salir adelante académica y laboralmente. Moisés también ha sido pionero como ajedrecista en su país.
Ser invidente no le ha impedido competir y ganar partidas. En el 2009 y el 2014 viajó a España para competir en torneos de ajedrez. Al respecto comenta: “Son salones enormes, donde juegan más de 300 ajedrecistas. Los ciegos en España juegan en un salón aparte, salas especiales, silenciosas, con el reloj que habla, pero yo preferí jugar en la sala general con todo y bulla”.
No quiere ser tratado diferente, no lo verbaliza, pero lo demuestra. Moisés juega sobre todo para ejemplificar que el impedimento está en la mente y no en la discapacidad.
En el 2008 en la Feria Internacional de San Sebastián (Venezuela) se hizo una mención especial a Moisés. Como el primer jugador invidente en la historia de esta feria… Pequeños reconocimientos a una vida de esfuerzo y valentía.
Su vida ha sido un recorrido hermoso, de logros, pero sobre todo de esfuerzos y sacrificios. Él ha elegido no ser víctima, a pesar de la pobreza y de la mala praxis médica que le arrebató la visión.
¡Resiliencia a toda prueba!
Moisés es una demostración de resiliencia. Ha superado su discapacidad desde la actitud positiva de elegir, tomar decisiones, tener planes y aportar a la sociedad. Él no se resigna a decir “porque no veo, no puedo”. Él trabaja duro y persevera para superarse a sí mismo, desde el mundo de posibilidades que da el querer.
Con fuerza de voluntad, coraje y orgullo, manifiesta: “Cada día es un reto, salgo a romper paradigmas de quienes discriminan a los invidentes”.
Refiere que hace poco se sintió triste y molesto a la vez. Tropezó con un hombre que pedía dinero a la entrada del subterráneo en Caracas, y este le dijo:
-¿Por qué no ves por dónde caminas? ¡No ves que soy ciego!
Moisés se devolvió y le preguntó – ¿Por qué pides dinero?
– ¡No ves que soy ciego! – volvió a decir el otro.
Moisés entonces le respondió – ¡Yo también lo soy y estoy despierto desde muy temprano, trabajo y estudio, tú también puedes hacerlo!…
No hay límites que puedan impedir a una persona estudiar, superarse o ser modelo.Tampoco formar a otros, enseñar desde su experiencia y, sobre todo, vivir desde el agradecimiento y la alegría.
Moisés tiene un inquebrantable buen humor. aluda a sus amigos y bromea diciendo: “Hace tanto que no te veo”.
¡Bravo por este ejemplo de vida ¡A toda capacidad!
Referencias:
http://www.eluniversal.com/noticias/caracas/cada-dia-debo-asumir-retos-que-rompen-prejuicios_47769
http://yosiempretuvefe.org/historias/inici%C3%A9-mis-estudios-los-20-a%C3%B1os