En marzo del año 2009, la actriz Natasha Richardson, esposa de Liam Neeson, falleció a causa de lesiones en la cabeza que sufrió por un accidente menor que tuvo mientras esquiaba en Canadá. El actor era su esposo desde 1994 y la pareja había hecho un pacto que si alguno de los dos estaba en estado vegetal, ellos decidirían dejar ir a su amado y el otro lo desconectaría. Natasha donó su corazón, riñones e hígado por lo que 3 personas viven gracias a este acto de generosidad.
El actor nos entrega una importante lección: sí, hay vida después de perder a un ser querido
Neeson habló sobre cómo fue la trágica muerte de su esposa y sus palabras son realmente inspiradoras:
“Te amo cariño, pero no volverás de esto. Te golpeaste en la cabeza, no sé si puedes escucharme, pero vamos a hacer lo siguiente: te llevaré de vuelta a Nueva York, vendrá la familia y nuestros amigos y eso fue básicamente lo que pasó”.
Liam Neeson
Luego del funeral de su esposa, Liam Neeson se negó a tomarse un descanso y siguió actuando. Rápidamente se involucró en proyectos como Búsqueda Implacable 2, Furia de Titanes, El caballero de la noche asciende, entre otras. Se ha mantenido ocupado, pero eso tampoco le ha aliviado el dolor. Incluso hasta el día de hoy, le resulta difícil filmar escenas dolorosas:
“El dolor te golpea […] Es como una ola. Sientes una profunda sensación de inestabilidad. La tierra ya no es estable, luego pasa y se vuelve más frecuente, pero a veces me sigue pasando…”.
Liam Neeson
Después de 6 años Liam admite que es imposible superar cien por ciento esa importante pérdida:
“Nunca fue real. Y todavía no lo es”.
Liam Neeson
Pero Liam ha salido adelante con la ausencia de su esposa y nos entrega una importante lección: sí, hay vida después de perder a un ser querido.
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Fuente:
www.upsocl.com

Sufrimiento útil o inútil
El sufrimiento (dolor psicológico) es intrínseco a nuestra existencia. Rechazar de manera radical y obsesiva todo tipo de sufrimiento, te debilita y afecta tu autoconocimiento, pero rendirle pleitesía te enferma, porque el “sufrir por sufrir” es un antivalor. Lo que no nos han enseñado es que el sufrimiento puede ser útil o inútil, justificado o injustificado; constructivo o destructivo. Aprender a diferenciar el tipo de sufrimiento y utilizarlo a favor del propio crecimiento personal, es vital para lograr una vida plena y saludable. El doctor Walter Riso nos enseña cómo manejarlo mejor en este curso pregrabado.