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La Regulación Emocional: las habilidades del futuro

Por Ps.Mg. Paloma Carvajalino
La Regulación Emocional las habilidades del futuro

Las emociones son señales que te ayudan a obtener información del entorno o de lo que ocurre, y guían tu conducta para sobrevivir -ya sea huir o luchar-, recordar sucesos, momentos o personas, enfrentarte a situaciones de la vida diaria, comunicarte con los demás, evitar el dolor y buscar placer. Pero eso ya lo sabíamos… lo que se vuelve realmente un reto para el futuro es, ¿Cómo enseñamos las habilidades que nos permiten regular dichas emociones?

Las habilidades de regulación emocional están diseñadas para brindarte herramientas que te permitan enfrentarte a tus reacciones ante la aparición de tus emociones, ya sean primarias o secundarias, de una manera eficaz y asertiva, pues, aunque no podemos controlar lo que sentimos si podemos controlar lo que hacemos con eso que sentimos.  Pero para poder llegar a ese nivel de autocontrol, es necesario implementar ciertas técnicas, que además puedan ponerse en práctica  en la cotidianidad del día a día, pues sólo así podremos interiorizarlas y consolidarlas.

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Existen, dentro de la terapia dialéctica conductual, nueve habilidades de regulación emocional, unas básicas y otras más avanzadas, que pretenden ayudarnos a dominar más nuestras emociones y todas las conductas asociadas a ellas, estas son:

Habilidades básicas:

  1. Reconocer tus emociones: ralentizar el proceso emocional para poder examinarlo y así tomar decisiones más convenientes.
  2. Superar las barreras para experimentar emociones saludables: comprender que las emociones pueden influir sobre tus pensamientos y tu conducta y, también, cómo tus emociones pueden ser afectadas por tus pensamientos y tu conducta; puede manejarse si desarrolla comportamientos saludables y pensamientos reafirmantes.
  3. Reducir tu vulnerabilidad física: reconocer cómo otros temas relacionados con la salud, como la comida, el ejercicio, drogas, alcohol, el sueño, tensión física y estrés, pueden influir sobre lo que sentimos. 
  4. Reducir tu vulnerabilidad cognitiva: aprender lo que hay que hacer con los pensamientos desencadenantes cuando surgen, discernir sobre ellos.
  5. Incrementar tus emociones positivas: aprender a filtrar tus experiencias y no sólo centrarse en elementos negativos de tu vida; identificar qué es lo que está haciéndote sentir mal, reconocer tus pensamientos y sentimientos, preguntarte qué evidencia apoya lo que estás pensando y sintiendo sobre la situación y, por último, identificar por uno mismo la evidencia que contradiga lo que piensas y sientes.

¿Actuamos o reaccionamos? Aprende a regular tus emociones y toma mejores decisiones.

Habilidades avanzadas:

  1. Ser consciente de tus emociones sin juzgar: ser consciente de las emociones, sin cuestionar, disminuye la posibilidad de que crezcan en intensidad.
  2. Exposición a emociones: enfrentar a tus emociones en lugar de evitarlas ayuda a desarrollar la capacidad de aceptar sentimientos sin tenerles miedo huirles.
  3. Hacer lo contrario de tus impulsos emocionales: ejercer acción opuesta a lo que usualmente hacemos, para apaciguar la emoción, regularla y modificarla.
  4. Solucionar problemas: centrarnos en el acontecimiento desencadenante y buscar otras formas más eficaces de responder.

Si te has enfrentado la emoción es arrolladora durante mucho tiempo, es fácil entender que podrías sentirte frustrado o desesperanzado respecto al control de tus reacciones emocionales, pero aunque te podría resultar difícil y requiere de atención plena y consciencia, todavía sería posible que pudieras aprender a controlar tus respuestas emocionales secundarias que son las que movilizan nuestros comportamientos.

No es nuevo decir que la vida puede complejizarse a veces, eso ya lo sabemos, pero con estás herramientas puedes tener la certeza que no estás atrapado ni indefenso en tu lucha con tus emociones; es una lucha por la que todos hemos atravesado cuando hacemos consciencia del valor de las emociones en nuestra vida y la importancia de controlar nuestras respuestas emocionales, e iniciamos este camino de entrenar nuestras habilidades de regulación emocional, poniendo en práctica las diferentes destrezas que existen, claves para influir en el resultado de cada conflicto y de cada situación de malestar y pueden, literalmente, alterar el curso de tus relaciones interpersonales.

La Regulación Emocional: las habilidades del futuro
Ps.Mg. Paloma Carvajalino Suárez

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