La toma de decisiones es una función cerebral muy interesante porque a pesar de tener todos los elementos necesarios para definir un tema, una acción, un pensamiento o cualquier actividad bien sea motora, sensorial, académica e inclusive lúdica tiene impresos todos los factores de preparación, comprensión, resolución de problemas, estructura mental, función ejecutiva y al final hacerlo de la mejor forma.

La toma de decisiones nos ayuda a comprender y resolver problemas.
¿Cómo crees que tomas tus decisiones?
La toma de decisiones inteligentes hace parte de una actividad mental superior, que permite evaluar las posibilidades de éxito o de fracaso. El primero es el objetivo primordial del desarrollo de cualquier individuo, todos queremos triunfar, y el segundo es la contraparte que genera más limitaciones porque los aprendizajes negativos pasan por unos filtros de memoria diferentes.
¿Qué es lo primero que haces cuando planeas algo?

“Cuando planeamos algo se necesita primero tener información académica de cómo hacerlo…”
Cuando planeamos algo se necesita primero tener información académica de cómo hacerlo, los materiales necesarios, procesos de la construcción, habilidades y de alguna forma la memoria de los eventos a los cuales nos vamos a someter. Si son nuevos van a generar la ansiedad del fracaso y si son repetidos, como contamos con la experiencia de cada uno de los pasos, medimos el índice de fracaso, que se minimiza si ya hemos tenido resultados exitosos.
¿Se puede tener memoria de lo que aún no ha ocurrido? ¿Qué piensas?
Juntar lo nuevo con lo viejo establece una clara definición de lo que se llama memoria de futuro. Nos proponemos realizar la acción si los pasos principales ya han sido recorridos como una experiencia y los nuevos eventos se irán complementando con la seguridad de que el desarrollo con la preparación previa para su ejecución será exitosa.
¿Te devuelves cuando fallas? ¿Y eso por qué pasa?
Cuando se falla, una parte de nuestro cerebro —la corteza prefrontal- es meticulosa verificando las acciones, y trata de corregirlas, pero más lentamente, de acuerdo con su experiencia previa para producir un evento exitoso. De modo que obliga al análisis, y si todo sale perfecto se realiza. Si hay dudas damos vueltas buscando soluciones adecuadas.
¿Si nuestro cerebro es tan perfecto, entonces por qué fallas?
El pero es muy grande, el entusiasmo y las ganas de hacer las cosas bien necesitan el visto bueno de nuestro cerebro emocional. El que le imprime el valor afectivo a los proyectos de realización, que mediante el sistema límbico o cerebro emocional, está conectado con otra zona importantísima, la amígdala cerebral, el centro por excelencia para mandar mensajes negativos…
¿Y si fracasas?, ¿estás seguro que todo irá bien?, ¿ya tomaste las precauciones necesarias para que salga perfecto?, ¿no te estarás apresurando?, ¿cuántas veces has realizado lo que vas a hacer?, ¿puedes perder el puesto si no sales bien librado?
La serie de mensajes negativos retroalimentan en otra parte del cerebro: la corteza orbito-frontal—una zona del cerebro encima de nuestros ojos- donde se almacena la memoria de los fracasos y es traída a colación cada vez que algo se nos parezca al reto o al recuerdo del evento traumático que alguna vez habíamos realizado y que fue un completo fracaso.
Inmediatamente la comunicación no se hace esperar y la información del proyecto se devuelve a la oficina de la corteza prefrontal, donde vuelve a pasar muchos análisis y lentifica la acción. Ya no estamos tan decididos a hacerlo, el riesgo de fracaso se vuelve una realidad cada vez que pensamos y tomamos la decisión de realizar otros proyectos menores para no enfrentar el riesgo de una acción torpe y no exitosa.
¿Quién entonces demora lo que se ha decidido?
La demora en la acción es un hecho, la amígdala—esa zona cerebral que nos recuerda las fallas e introduce miedos- nos ha protegido con razón o sin razón y manda a revisar lo que ya habíamos decidido. Ella está hecha para protegernos en cualquier evento que nos ponga en riesgo la vida, el bienestar y la felicidad, nos asigna el estrés de la huida y la defensa.
Procrastinar es entonces la acción que se demora cuando no tenemos el suficiente valor de enfrentar los mensajes negativos de la amígdala, nos quita la seguridad y la preparación que tenemos y nos vuelve unos cobardes promoviendo el mensaje: “es mejor huir que atacar”, generando mucha angustia.
¿Y qué puede pasar si demoro la acción o procrastinación?

“El procrastinador es aquel personaje que, en la oficina, no hace lo que le representa un reto y empieza a realizar acciones de menor riesgo…”
Cuando se procrastina, la ansiedad es superior al miedo de enfrentar el reto. Una personalidad fuerte que active el valor de la preparación y la confianza se hacen necesarios. El procrastinador es aquel personaje que, en la oficina, no hace lo que le representa un reto y empieza a realizar acciones de menor riesgo, que lentifica el trabajo del equipo, tiene siempre una disculpa para definir la acción y cada vez es más difícil contar con su trabajo.
Estas personas necesitan acompañamiento de algún miembro del equipo que los apoye y asesore, les dé el soporte suficiente y los fortalezca con su ayuda y su presencia, pero también los fuerce para que se enfrente al miedo, desde luego que debe contar con la certeza en la capacidad y la preparación para realizar la acción.
La procrastinación es una falla cerebral en los procesos de identificación y fortalecimiento del liderazgo, de estructuras de personalidad inadecuada y de fallas en el desarrollo de los mecanismos de autoestima y valoración del desempeño, que hay que detectar a tiempo para establecer los mecanismos necesarios de asignación de un tutor para que el equipo funcione adecuadamente.
Por. Rodrigo Isaza Bermúdez. Neurólogo clínico.
Lecturas recomendadas
- Rebetez MML, Rochat L, Barsics C, Van der Linden M.Procrastination as a Self-Regulation Failure: The Role of Impulsivity and Intrusive Thoughts.Psychol Rep. 2017 Jan 1:33294117720695.
- Fernie BA, Bharucha Z, Nikčević AV, Spada MM The Unintentional Procrastination Scale. J Ration Emot Cogn Behav Ther. 2017;35(2):136-149.
- Jha A, Diehl B, Scott C, McEvoy AW, Nachev P.Reversed Procrastination by Focal Disruption of Medial Frontal Cortex.Curr Biol. 2016 Nov 7;26(21):2893-2898.
- Rebetez MML, Barsics C, Rochat L, D’Argembeau A, Van der Linden M.Procrastination, consideration of future consequences, and episodic future thinking.Conscious Cogn. 2016 May; 42:286-292.