Está demostrado por la Psicología positiva, uno de los aspectos que más influencia tiene en nuestro bienestar es la calidad de nuestras relaciones. Las personas que tengamos cerca, nuestras amistades y su actitud positiva ante la vida, influyen en nuestra salud física y emocional, por eso debemos destinar más tiempo para compartir con las amistades que estimulan nuestra alegría de vivir.
Las emociones se contagian, por tanto, si tenemos personas optimistas y alegres a nuestro alrededor y sabemos que estas emociones positivas contribuyen con nuestro bienestar, es muy importante identificar a nuestros amigos positivos y cultivar su amistad pasando más tiempo con ellos.
Una red de amigos positivos alarga tu expectativa de vida.
Diversos autores, como Martin Seligman, padre de la psicología positiva, o Dan Buettner, investigador de National Geographic, han identificado la importancia de las relaciones interpersonales, la red social inmediata, como un factor de protección. Mientras más relaciones de calidad se tengan, mejor salud y una vida más larga, además las amistades son un elemento fundamental para que las personas puedan desarrollar resiliencia ante la adversidad.
Buettner estudió las llamadas zonas azules, lugares del mundo donde las personas viven más años y encontró, por ejemplo, que en Okinawa, Japón, donde la esperanza de vida es muy alta, que los padres tienen como costumbre, desde que los hijos nacen, incorporarlos a un moai, una suerte de red social, donde las personas comparten y se dan apoyo, emocional, logístico e incluso financiero a lo largo de toda la vida.
A crear círculos de amigos positivos
Es inobjetable, una red de amigos contribuye a aumentar las expectativas de vida. Buettner sostiene que los amigos tienen una influencia positiva y por ello está colaborando con funcionarios de salud de EEUU para organizar unas imitaciones de maoi en distintas ciudades. Esta iniciativas están orientadas a reunir gente con intereses similares para propiciar enlaces, compartir y fomentar amistades cercanas que generen vínculos afectivos.
Conviértete en un amigo positivo.
Revisa tus actitudes y comportamientos. ¿Eres una persona positiva? ¿Eres de los que ven el vaso medio lleno o medio vacío? O simplemente incluso antes de juzgar el contenido, ¿te quejas por el tipo de vaso que te ha tocado? Te invitamos a revisar tu forma de relacionarte con el mundo, con tu vida y sobretodo con el tipo de persona que has decidido ser.
- Ten un hobby que compartas con un grupo de amigos.
- Practica alguna actividad fisica que implique hacerla en grupo, como por ejemplo correr o jugar al voleyball.
- Dedica tiempo a tus amigos, reúnanse seguido y hagan de los encuentros un hábito.
- Enfócate en las emociones positivas y deja ir las negativas.
- No te quejes, rescata lo positivo de cada evento y ayuda a los demás.
La invitación es a mejorar nuestras actitudes, a revisar nuestros hábitos para incorporar aquellos que son saludables y contribuyen a nuestro bienestar, tal como las relaciones cercanas, cultivar el sentido del humor, el agradecimiento, el perdón y la ilusión de vivir. Rodéate de gente y brinda tú una amistad positiva. ¡Los beneficios son incalculables!