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Éxtasis o pesadilla: lo que no te cuentan acerca de ella

Por Dra. Iris Luna
Éxtasis o Pesadilla - Lo que no te cuentan acerca de ella

La noche del viernes comenzó como los últimos ocho sábados: Yolanda y su grupito de amigas entraron al club acostumbrado. Combinaron ropa deportiva y cómoda con lentes oscuros, y no olvidaron camuflar en las chaquetas pequeños envases de agua. La música sonaba fuerte.

El DJ hizo sus mezclas de sonidos electrónicos con un nivel bastante elevado de bajos que simularon los latidos de un corazón agitado. Ciento veinte “beats” por minuto fue algo muy estimulante dentro de este ambiente fiestero cargado de hedonismo y juegos de luces con rayos láser. Pulularon bebidas energéticas, agua embotellada, licor y gente con ganas de mover su cuerpo, socializar sin temores, volverse uno solo con la música, y dejar que la misma, con la intermediación de unas pequeñas pastillas de diversas formas y colores (consideradas por muchos inofensivas) los llevara hasta el anhelado nirvana o paraíso.

Este importante movimiento hedonista alrededor del éxtasis no es nuevo. Tiene su filosofía contenida en la sigla PLUR que los chicos lucen con orgullo en sus camisetas (Peace, Love, Unity, Respect).  Abrir la mente de manera insospechada, liberar el estrés de la semana, vibrar con el cosmos, gozar de la sensualidad, saturar los sentidos de euforia y sensaciones maravillosas, es lo que cada fin de semana muchos buscan en raves“after partys”, bares y clubes nocturnos exclusivos.

Después de saludar a los asistentes habituales, Yolanda buscó al jíbaro de costumbre y compró su dosis de éxtasis para pasar una noche muy tentadora.

Pensó que esto hasta le beneficiaría, porque al tomar alcohol no iba a engordar, y además el baile le permitiría saltarse unas cuantas horas de entrenamiento en el gimnasio. Pero estaba muy equivocada.

Al igual que otras sustancias estimulantes, el éxtasis acelera y pone a trabajar sin tregua al sistema nervioso y no es para nada un buen método para mantenerse en forma física.

Si pudiéramos mirar a Yolanda mientras estaba bajo el hechizo inicial, llamado subidón de “Molly” (nombre con el que se conoce al éxtasis en la calle), notaríamos que sus pupilas se habían dilatado casi por completo, razón por la cual se puso los lentes de sol y no se los quitó hasta llegar al otro día a su casa.

Éxtasis o Pesadilla - Lo que no te cuentan acerca de ella

Yolanda es el retrato del uso del éxtasis como droga recreativa. ¿Sabes cómo funciona el éxtasis y los efectos posconsumo que trae? Conoce más del éxtasis.

A medida que se movió en medio de la pista, su ritmo cardíaco y su tensión arterial se elevaron por encima de lo normal, la temperatura de su cuerpo se disparó, y al poco tiempo tenía la ropa húmeda y transpirada. Pero eso a ella, poco le importó en medio de tanto goce. El éxtasis deformó la realidad de Yolanda, haciendo que las luces y las sombras parpadeantes fueran imprecisas, borrosas y estuvieran cubiertas por unos halos como el arco iris.

— Les veo el aura, esto me ha abierto el “kundalini”. El fuego energético se derrama, como una gran ola de pasión para todos—repetía una y otra vez con la dificultad para articular palabras asociada a la tremenda sequedad de su boca.

Y sí. La estimulación provocada por Molly le dio un fuerte aumento de confianza, la sensación de dinamismo inagotable y una impresión de cercanía con los extraños que la rodeaban. Una vez que esos sentimientos se activaron, Yolanda creyó que la “droga del amor” estaba en pleno efecto y comenzó a disfrutar de los besos y caricias de chicos y chicas que apenas conocía.

Ahora, si consiguiéramos adentrarnos en el cerebro de esta chica, nos encontraríamos con una importante afectación de los neurotransmisores cerebrales, pero en particular veríamos una elevación exagerada de serotonina, dopamina y noradrenalina. La serotonina es el neurotransmisor que controla el apetito, el sueño, la memoria, el aprendizaje y, especialmente, el humor. La elevada producción de serotonina, junto con otros compuestos químicos estimulantes como la dopamina y la noradrenalina, es la responsable de la sensación de euforia, felicidad y empatía con los demás.

En resumen, el éxtasis le desencadenó a Yolanda una liberación explosiva de las sustancias que le regulan los sentimientos de amor, confianza y excitación sexual.

Yolanda y sus amigas estaban atrapadas por esta pequeña pastilla, pero la verdad es que su uso y abuso conlleva complicaciones y peligros que quienes trafican con ella no le cuentan al consumidor.

Yolanda es el retrato del uso del éxtasis como droga recreativa. ¿Sabes cómo funciona el éxtasis y los trae? Conoce más del éxtasis

Poco después de la euforia y prisa inicial asociada con el estimulante, Yolanda experimentó algo, que ella llamó “placidez infinita”. Entró a una etapa de meseta en donde todo era deleite, paz, sensualidad, relajación y felicidad.

Tres a cuatro horas después de disfrutar de su viaje junto a Molly, la joven experimentó la etapa de caída. Debido a que su cerebro se había vaciado de serotonina y otros neurotransmisores, se sintió muy triste, agotada, irritable y confundida durante la semana siguiente. Por desgracia, ella como la mayoría de los usuarios que están enganchados al éxtasis, se tomó otra pastilla para prolongar su nivel de bienestar. Pero después de un tiempo bajaron nuevamente los niveles de placer y bienestar, y al llegar a su casa tuvo grandes problemas para dormir, se sintió avergonzada por su comportamiento, su cerebro estaba como si lo hubieran exprimido como una naranja, no logró concentrase en sus estudios y el malestar la invadió durante varios días.

Esto ocurre porque cuando el éxtasis finalmente desaparece del cerebro, esa euforia de la que les hablaba, y los sentimientos de amor y comprensión se desvanecen rápidamente y a menudo dejan al usuario con una sensación de oscuridad y tristeza incontrolable. Muchas personas se refieren a este fenómeno como “Martes de Suicidio”, aunque los síntomas usualmente duran más de un día y pueden durar una semana o más en algunas personas.

Los síntomas de abstinencia o “descenso” pueden incluir:

  • Síntomas depresivos.
  • Irritabilidad e ira inmotivada.
  • Trastornos del sueño (insomnio y pesadillas).
  • Episodios de ansiedad.
  • Agitación y comportamientos agresivos.
  • Impulsividad y pérdida de autocontrol.
  • Alteración de las funciones mentales superiores, siendo de gran importancia alteraciones de memoria, raciocinio y atención.
  • Disminución del apetito.
  • Pérdida del deseo sexual.

Bien, pero lo que experimentó Yolanda no es igual a lo que sintió Jennifer, una de sus amigas, después de tomar éxtasis. Porque  es bien importante que la gente sepa que esta sustancia a menudo afecta a las personas de manera diferente.

Además, como ocurre con todas estas sustancias ilícitas, adulterar el producto es algo muy frecuente. Muchos vendedores rebajan la sustancia con otras igualmente peligrosas y usan aditivos que son un verdadero horror si les hacemos un análisis químico.

Los ingredientes del éxtasis a menudo varían, aunque muchos de los asistentes a la fiesta o al club no se dan cuenta. Por ejemplo, las pastillas que compró Jennifer eran un poco más económicas y las vendía otro proveedor. Insisto en lo siguiente: debido a que muchos ingredientes de éxtasis son difíciles de obtener, los fabricantes de la sustancia a menudo sustituyen una amplia gama de cosas para crearlo, lo que aumenta la probabilidad de que los usuarios reciban una sobredosis, se envenenen o experimenten otros efectos nocivos. Comprar éxtasis es como ponerse una pistola en la cien y jugar a la ruleta rusa.

El ritmo cardíaco y la temperatura de Jennifer aumentaron mucho más rápido que en Yolanda. Sintió un calor desesperante por dentro. Sudó mucho y el agua que tomó no le sirvió de nada. La sed y el calor se hicieron insoportables, la boca se le puso pastosa y un terror  incontrolable la invadió. Experimentó un severo ataque de pánico. Pensó que su corazón explotaría e iba a morirse en cualquier momento. Mientras Yolanda estaba en el paraíso, Jennifer sintió que estaba en el infierno. Como era de esperarse, terminó la noche en un servicio de emergencias. El médico que la atendió le dijo que había hecho un sobrecalentamiento severo, que podía haberle dañado órganos vitales o incluso causarle la muerte. Jennifer no pudo dejar de mover los pies por mucho tiempo ni de rechinar los dientes.

Algunos de los posibles efectos secundarios a corto plazo de la MDMA (metilenedioximetanfetamina) que pueden ocurrir mientras una persona está bajo la influencia incluyen:

  • Apretar los dientes (involuntario).
  • Calambres musculares y tensión.
  • Escalofríos.
  • Transpiración.
  • Náusea.
  • Visión borrosa.
  • Ansiedad y / o paranoia. (mal viaje)
  • Deshidratación severa (especialmente cuando se mezcla con alcohol).
  • Presión arterial elevada, temperatura corporal, frecuencia respiratoria y frecuencia cardíaca.
  • Movimiento rápido de ojos.
  • Disfunción eréctil en hombres.

Creámoslo o no, los síntomas de Jennifer también se consideran efectos comunes del éxtasis. Como un potente estimulante, puede llegarnos a causar deshidratación, hipertermia y convulsiones. Los efectos secundarios más graves pueden incluir ataque cardíaco (infarto), hemorragia cerebral, coágulos de sangre, insuficiencia hepática, insuficiencia renal y muerte.

El uso continuado de éxtasis hará que Yolanda y Jennifer desarrollen un fenómeno de tolerancia a la sustancia. Pero tomar cantidades mayores de “Molly” no aumentará los efectos agradables, solo incrementará los indeseables y posibles complicaciones médicas. Además, su consumo continuo causará daño cerebral irreversible y es muy probable que desarrollen problemas graves de memoria. Se han reportado casos de demencia asociados al éxtasis, y esto no es cualquier tontería: ¿Te imaginas con 35 años sufriendo de fallas severas en tus funciones mentales superiores? El empleo del éxtasis o MDMA (metilenedioximetanfetamina) también conlleva a otros riesgos. Y dado que los usuarios frecuentemente lo consumen en combinación con otras sustancias, los peligros de intoxicación y muerte aumentan aún más. Sus efectos en el deseo sexual también aumentan las posibilidades de un comportamiento promiscuo y la transmisión de enfermedades de transmisión sexual.

Hagamos un resumen del MDMA

Para resumir, podemos decir que existen varios riesgos a largo plazo asociados con el uso prolongado o frecuente de MDMA. Cuando tomamos una dosis de MDMA, nuestro cerebro se inunda con serotonina, lo que le proporciona sentimientos de euforia, un sentido de percepción elevado y una mayor empatía hacia los demás.

Sin embargo, cuando la sustancia desaparece, nuestro cerebro se agota de serotonina, lo que puede desencadenar depresión y trastornos de ansiedad, así como un daño grave a las áreas del cerebro asociadas con la cognición y la memoria. Los posibles efectos adversos a largo plazo de la MDMA incluyen:

  • Problemas para dormir.
  • Ansiedad severa.
  • Confusión.
  • Cognición y problemas de memoria.

No olvides que el éxtasis puede llegar a matarte, y esto no es una exageración.

Si bien es una ocurrencia rara, es posible morir con una sola dosis de MDMA. Tomar demasiada MDMA puede provocar un aumento en la temperatura corporal, que tiene el potencial de causar insuficiencia renal, hepática o cardíaca, y en casos raros, incluso la muerte.

La mayoría de las muertes relacionadas con la MDMA no se producen por una sobredosis de la droga en sí, sino como resultado de un golpe de calor después de haber bailado toda la noche sin agua y de estar severamente deshidratado.

Sugiero que este material sea leído atentamente por los padres de muchachos jóvenes que suelen salir de rumba los fines de semana y muchas veces se jactan de no “emborracharse”. Estar muy atentos a indicadores como llevar gafas oscuras a las fiestas, los cambios de humor y de actitud en medio de la semana, alteraciones del sueño y apetito tendrían que ser una alerta para plantearse una intervención psicoterapéutica.  Afortunadamente un buen tratamiento en manos de un buen especialista en el área de farmacodependencia, el apoyo adecuado del paciente, la consejería familiar, un buen diálogo intrafamiliar con adecuada expresión de emociones, pueden generar cambios muy positivos y rehabilitación en la persona que se ha enganchado al éxtasis.

Por último, mirar para otro lado, en lugar de enfrentar el problema, puede llevar a más complicaciones. El éxtasis tiene la capacidad de generar, tolerancia y abstinencia y convertirse en la puerta de entrada para el consumo de otras sustancias psicoactivas.

Si crees que este material le es de alguna utilidad a alguien que conoces, por favor compártelo y coméntalo en familia.

Por: Dra. Iris Luna
Médico Psiquiatra – Máster en Nutrición
Especialista en Sobrepeso y Obesidad
https://www.facebook.com/iris.luna.oficial
Contacto:  iluna@phronesisvirtual.com

Bibliografía

  1. Center for Substance Abuse Research: CESAR. (2013). Ecstasy.
  2. National Institute on Drug Abuse: NIDA. (2016). Drugfacts: MDMA (Ecstasy Molly).
  3. National Drug Intelligence Center. MDMA (Ecstasy) Fast Facts.
  4. Mithoefer, M., Wagner, M., et. al. (2010). Journal of Psychopharmacology, 0(0): 1-14. The safety and efficacy of 3,4-methylenedioxymethamphetamineassisted psychotherapy in subjects with chronic, treatment-resistant posttraumatic stress disorder: the first randomized controlled pilot study.

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1 comentario

El Verguillas 14 julio, 2021 - 6:28 pm

yo tomo MDMA cada dos semanas y es lo máximo, me encanta esa sensación de andar torcidísimo, traer la mandíbula bien acá y andar bien pirinola. Lo malo es que si no estoy pilas me quedo bien dormido, y he llegado a dormir más de 14 horas, a mí no me da insomnio, al contrario… Y ni qué decir de cundo vuelvo al jale, vuelvo bien alterado y pobre del que me vea feo…. pero el MDMA es la vrga

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