Iniciar un nuevo año es como tener una hoja en blanco donde la motivación inicial hace que nos replanteemos diferentes objetivos a concretar.
Dentro de estos objetivos cuidar el peso cada vez más encabeza la lista de prioridades de las personas.
El problema es que muchas veces no sabemos cómo ni por dónde empezar para llegar a la meta. Lo que sí debemos saber es que si no cambiamos algo, el pronóstico será que el peso siga aumentando y nos alejemos cada vez más del objetivo planteado.
Nuestro pronóstico va a depender de nuestros hábitos como bien los ilustra ese proverbio:
Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino”
Veamos cómo actuar en consecuencia evitando las recaídas que nos llevan de nuevo al punto de partida.
Pensar qué hábito cambiar o qué estrategia nueva implementar sería el primer paso, es importante que la meta sea realista para no renunciar y volver a la rutina habitual. La estrategia que más nos acerca a nuestro objetivo consiste en visualizar un cambio o propósito a la vez.
Por ejemplo, tomar más agua, comer más fruta, reemplazar el azúcar, caminar 20 minutos todos los días, etc. Un objetivo a la vez nos da autocontrol y refuerza la voluntad para mantener el hábito.
Visualizar los posibles obstáculos que se puedan presentar en el camino, enumerarlos y planear una estrategia para afrontarlos. Cuando son muchos los obstáculos aparece el miedo a no poder, en ese momento no debemos perder de vista el objetivo.
Combatir el miedo a no lograr la meta es fundamental. El miedo paraliza la voluntad y no hay acción como resultado.
Es importante también evitar soluciones rápidas y temporales las cuales nos alejan del objetivo planteado. La práctica diaria es la que nos garantiza el éxito y nos acerca al objetivo, hay que alejar el pensamiento mágico de que todo lo que faltó en el año se concretará en una semana.
Con esta frase de Aristóteles me despido y a llenar esa hoja en blanco con propósitos que nos permitan llevar una vida plena y saludable.
“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”
Por: Lic. Cecilia Albisu
Licenciada en nutrición
Especialista en Nutrición Clínica Metabólica