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Embarazos no deseados: una responsabilidad social

Por Phrònesis
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El embarazo no deseado es más que una responsabilidad individual y de la pareja, es asunto de toda la sociedad. Antes de tomar decisiones erróneas que puedan traer consecuencias para la salud física y mental de la madre o la pareja, te presentamos esta temática de manera global para contextualizarla a nivel intrafamiliar y social.Las medidas más importantes que deberían promoverse para reducir los impactos causados por esta problemática son los que siguen:

Prevención del embarazo no deseado 

En países donde las mujeres acceden a niveles más altos de educación formal y su inserción en el mercado laboral crece, las expectativas reproductivas cambian. Allí, se retrasa el inicio de la vida sexual, el nacimiento del primer hijo y se aspira a conformar familias más pequeñas.

Para evitar contradicciones entre lo que quiere y aspira la mujer, es fundamental amortiguar las presiones de la pareja. Así como aquellas que vienen de la familia y la sociedad. Estos factores, generalmente actúan a favor o en contra de una maternidad temprana y una progenie numerosa. En otras palabras, el entorno al cual está expuesta la pareja, influye en el tamaño de la familia a conformar.

Además, es vital la creación de amplios programas de comunicación social. En ellos deben resaltarse los derechos de las mujeres a un desarrollo personal pleno.

Al mismo tiempo, es esencial introducir en los sectores educativo, de salud y laboral una perspectiva de género que garantice un trato justo a las mujeres. De esta manera, las oportunidades particulares les permitirán avanzar equitativamente dentro de programas y servicios compatibles a la vida familiar.

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La mejor forma de prevenir los embarazos no deseados, es por medio de la enseñanza de los métodos anticonceptivos.

Inclusión de todos en la problemática

Como ayuda adicional a la información sobre sexualidad y reproducción, la prevención de embarazos no deseados solo podrá lograrse con la participación de los gobiernos y la sociedad civil. Por esta razón, es crucial obtener información acerca de los programas y servicios de anticoncepción accesibles y de buena calidad que ofrecen los entes locales.

Para aumentar su cobertura, se deben establecer servicios para la población más difícil de alcanzar; con necesidades especiales. La juventud de hombres y mujeres pertenecientes a grupos étnicos y comunidades rurales dispersas deben tener el acceso necesario a esta información. Sobre todo, por representar a una parte de la población con mayor susceptibilidad a los embarazos no deseados. 

Así mismo, es importante aumentar el portafolio de anticonceptivos disponibles para responder a las diferentes necesidades y preferencias de los potenciales usuarios. Por tal razón, es de gran importancia el trato cercano con los promotores de servicios de salud anticonceptiva y el intercambio efectivo de la información. 

Recomendaciones al pie de la letra

Este asunto requiere de atención constante. En la mente debe ser una constante la importancia de utilizar adecuadamente las herramientas anticonceptivas. En ocasiones, el resultado de la pobreza, la desinformación, la falta de discusión sobre sus necesidades y las limitadas opciones anticonceptivas disponibles conlleva grandes fallas en la efectividad de los programas.

Se necesita un complemento a los métodos que regularmente se ofrecen región por región (esterilización, anticonceptivos orales, dispositivo intrauterino, condón e inyectables). En los últimos tiempos, se han hecho enormes esfuerzos por informar y poner la anticoncepción de emergencia al alcance de todos. Sin embargo, en las víctimas de violencia sexual y en la población joven, los esfuerzos deben duplicarse.  

Al ampliar el espectro de cobertura en la planificación familiar los resultados se hacen notar. Con la comunicación de mejor calidad entre las entidades de salud, los usuarios y la gama de métodos disponibles amplificada, el número de embarazos no deseados debería reducirse considerablemente.

Atención a las consecuencias del embarazo no deseado

Al producirse un embarazo no deseado, las alternativas para la mujer son fundamentalmente dos:

  1. Interrumpir el embarazo mediante un aborto inducido.
  2. Continuar con la gestación hasta dar a luz a un hijo.

En la primera opción, la salud de la mujer corre alto riesgo. En la segunda, vendrá al mundo un hijo probablemente no deseado. Es un compromiso individual, de pareja y social responder ante ambas situaciones. Esta dicotomía representa una decisión importante cuya asertividad depende de la efectiva interacción de la información recibida por quienes están directamente afectados. 

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Si descubres a tiempo un embarazo no deseado, debes tener la madurez para tomar decisiones importantes.

Aspectos esenciales para mitigar las consecuencias del aborto inducido

Una muy buena práctica es consultar las leyes vigentes sobre interrupción voluntaria del embarazo. Al conocer todas las causales para acceder a un aborto legal, las mujeres no deberían encontrar impedimentos en la recepción de los servicios de salud involucrados. Es importante evitar todo tipo de discriminación que afecte la calidad de la atención por recibir.

En diferentes países ni siquiera las niñas violadas por sus padres o las mujeres con retraso mental que sufren abuso sexual tienen acceso a un aborto legal. Pese a que los instrumentos legales establecen con claridad su derecho al aborto en estas circunstancias, aún se presentan muchas complicaciones para aplicar la ley.

Debido a las diferentes legislaciones que rigen cada país, las causales que permiten un aborto legal varían de un lugar a otro. En Chile y El Salvador se establecen estrictas normas que prohíben el aborto en toda circunstancia. Por su parte, Cuba va hacia el lado opuesto, pues lo autoriza sin ningún tipo de restricción.

Entre una frontera y otra, las leyes cambian. Sin embargo, en la mayoría de los países el embarazo causado por violación o que representa un peligro para la vida de la madre justifican el aborto. En lugares específicos (como México) se ha intentado recientemente ampliar la legislación. Aquí, se pretenden agregar otras circunstancias como el peligro para la salud de la mujer embarazada y otros motivos similares importantes que antes no se habían registrado ante la ley. 

Servicios íntegros y seguros

Los servicios de atención del aborto incompleto o complejo deben garantizarse a todas las mujeres. Así se establece según el programa de acción de El Cairo y en la mayoría de las constituciones de América latina (derecho a la protección de la salud).

En la atención tras el aborto deben incluirse:

  • La evacuación uterina completa con técnicas eficaces y seguras.
  • La atención a las complicaciones y el asesoramiento.
  • Los servicios de planificación familiar de calidad.

Resulta lamentable que los servicios de salud no cuenten con personal debidamente preparado para la interrupción legal del embarazo. De hecho, actualmente existen métodos instrumentales y farmacológicos con un alto grado de seguridad y efectividad. Estas alternativas constituyen una opción para las mujeres y parejas afectadas con el mínimo impacto en su salud física.

Este es motivo suficiente para exigir a los sistemas de salud accesibilidad sin restricciones a tecnologías. Los servicios óptimos de atención a las complicaciones del aborto contribuyen a evitar embarazos no deseados. Es un hecho: las mujeres que han tenido un aborto inducido corren mayor riesgo de tener otro subsecuente. Esto ocurre como resultado de la persistencia de las mismas circunstancias que contribuyeron al primero. Entre ellas están la falta de información o de acceso a servicios de anticoncepción.

Preservar la vida que viene en camino

Tan esencial como ayudar a las mujeres que recurren al aborto para evitar un hijo no deseado, es apoyar a aquellas que continúan con el embarazo a través de:

  • Programas de apoyo exclusivo para madres solteras y cabezas de hogar, para ayudarles a hacer compatibles sus tareas fuera y dentro del hogar.
  • Consultar la legislación laboral vigente para erradicar cualquier tipo de discriminación hacia las mujeres. 
  • Oportunidades específicas de las mujeres con el fin alcanzar la autonomía económica: subsidios y préstamos para el establecimiento de microempresas.
  • Apoyo de emprendimiento de proyectos para adolescentes que buscan productividad.
  • Becas de estudios para desarrollar el progreso de la juventud y el cambio consecuente en sus perspectivas reproductivas.
  • Campañas para la eliminación de la discriminación hacia adolescentes embarazadas en colegios y universidades, ya que esto, muchas veces, las impulsa a dejar atrás sus estudios.
  • Revisión de la legislación y de los procedimientos para facilitar la adopción.
  • Promoción de la participación masculina en la práctica anticonceptiva y en la salud reproductiva en general.
  • Trabajos en múltiples zonas para avanzar constantemente hacia una mayor equidad entre géneros de cualquier clase social. Las acciones en conjunto de los programas oficiales, la opinión mundial y la información que reciben las parejas por distintos canales promueven familias poco numerosas.

La problemática es una realidad que debe afrontarse

A pesar de todo, hay quienes parecen subvalorar la responsabilidad social ante el embarazo no deseado. Mientras tanto, la mujer sufre graves consecuencias sobre su salud, seguridad y dignidad por causa de los abortos ilegítimos.

La sociedad se hace ciega frente a las consecuencias de los programas de anticoncepción deficientes. Los recursos limitados para la atención de la salud se derrochan en tratar (mediocremente) las complicaciones de abortos que pudieron prevenirse.

Para adicionar a estas responsabilidades insoslayables para la sociedad, es importante agregar que millones de embarazos no deseados terminan en el nacimiento de niños con necesidades desatendidas. Las circunstancias le impiden a los padres una total satisfacción de lo esencial para el crecimiento de estos hijos.

Enfrentar y hallar soluciones para los niños y jóvenes abandonados, cuyas carencias físicas, emocionales y sociales son una realidad, significan una responsabilidad para cada miembro de la sociedad. Cerrar los ojos frente a este flagelo de la humanidad, no es una opción. Es importante tener en cuenta el papel que juega cada miembro de la sociedad en la disminución de los efectos dañinos de este flagelo en la vida de toda la comunidad.

Referencia:

Revista Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health.

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