Las compras navideñas son una realidad en el mes de diciembre, y las dudas de los adultos aparecen conjuntamente con la intención de hacerlos sumamente felices, y que el disfrute perdure. ¿Qué criterio podrías tener a la hora de regalar a los niños? ¿Cómo saber si el pedido del niño es genuino, o si se trata de una manipulación publicitaria que no representa realmente su deseo?.
Muchos padres, tíos, padrinos y otras personas que acompañan el crecimiento de los pequeños, se quejan reiteradamente de la cantidad de juguetes acumulados y en desuso de los más chicos de la casa, como así también de la breve duración del entusiasmo por los juguetes nuevos y habitualmente costosos, aún cuando han sido largamente anhelados por el niño.
Existen algunas pautas que puedes tener en cuenta al seleccionar los presentes navideños para los chicos, que quizás también ofrecen una serie de patrones para otras adquisiciones.
Algunas ideas:
Adecuarse a lo que al niño le gusta.
En este sentido, la comunicación y la observación son fundamentales para conocer cada niño y orientarse en la búsqueda del regalo más atinado. Al pedido del niño, agregamos el conocimiento adulto y la creatividad para lograr un mejor resultado en el encuentro del pequeño con su obsequio. Recuerda que cada niño es único y especial, y le va a encantar que su peculiaridad sea reconocida en la elección que hagan.
Invertir en el envoltorio
Muchas veces, la experiencia de abrir el regalo se transforma en excepcional cuando el embalaje es especial, tiene detalles, e inclusive suele resultar más atractivo cuando se puede romper el papel, como tener la vivencia de una caja especial para descubrir. Todo suma a la emoción de recibir el regalo, no solamente el objeto que hay dentro, sino el clima que se crea para recibirlo.
Evitar las compras excesivas
El consumismo promueve la cantidad de regalos como símbolo de mayor aprecio o afecto hacia los niños, sin embargo, el exceso de regalos les quita el acento especial a cada uno. Los chicos se van haciendo progresivamente menos sensibles a la experiencia de recibir los regalos, se sobreestimulan con tanta cantidad y no disfrutan plenamente de ninguno. Las buenas intenciones adultas se tornan contraproducentes.
Regalar es el mejor obsequio
Como ha sido ya estudiado en adultos, y en el año 2012 también en niños, regalar hace a las personas más felices que recibir regalos. Entonces es una gran idea proveerle al niño la oportunidad de obsequiar, tanto si es hacer algún detalle decorativo, adorno o tarjeta para la gente conocida, como acercarse a sitios donde puedan hacer su obsequio a niños internados en hospitales o en alguna situación vulnerable. Acercarles esta experiencia puede hacer que sus fiestas sean realmente inolvidables.
Regalar experiencias fuera de serie
Un ticket o un vale atractivamente diseñados y entregados, que permitan acceder a alguna experiencia que pudiera ser novedosa e intrigante para el niño, es una excelente alternativa a la compra de objetos. Las vivencias de tiempo compartido de calidad quedan plasmadas en la memoria en forma indeleble. Algunas posibilidades podrían ser: un parque temático, una reserva natural, un planetario u observatorio astronómico, un serpentario, o cualquier otra experiencia fuera del rango al que habitualmente accede el niño. ¡Extraordinario!
Objetos de uso conjunto
Comprar aquellos objetos que faciliten o favorezcan las experiencias compartidas de calidad , es siempre una opción enriquecedora. Juegos de mesa, pelotas, discos, aros para embocar, juguetes para disfrutar al aire libre o en el agua, un aro de basquetbol, y otros juegos que aporten a renovar los tiempos compartidos, sea en familia o con amigos, pueden ser un aporte a mejorar la sociabilización.
La experiencia de cocinar
Obsequiar elementos de cocina especiales, junto con recetas para preparar algún alimento de los que son de agrado de los niños, fomenta aspectos sociales, trabajo en equipo, tolerancia por los procesos, conocimiento de los ingredientes y aportes nutricionales de lo que consume, y una mayor conciencia de la alimentación. Preparar sus propios helados, paletas, galletas, bizcochos, pasteles, postres, tentempiés, o las famosas galletas de jengibre puede transformarse en una mágica aventura.
Juguetes de construcción
Todo tipo de juego con piezas de encastre, ensamble, articulación o unión a través de conectores es siempre una oportunidad para el desarrollo de la creatividad y el incremento de la percepción de logro del niño. A ellos les encanta mostrar sus creaciones originales, y aún cuando puedan venir con instrucciones, es altamente probable que luego de armar el modelo propuesto avancen sobre variantes propias. ¡Una genialidad!
Muñecos pequeños de roles
La gran variedad de muñecos caracterizados según sus roles en la sociedad, que sean del tamaño de tu dedo pulgar, son un promotor de la puesta en escena de diferentes interacciones, generando un elevado desarrollo de la empatía y la posibilidad de desarrollar diferentes estrategias de resolución de problemas ante los diferentes conflictos escenificados. El doctor, la enfermera, el policía, el jardinero, el empresario, la maestra, la bailarina y todos los demás que encuentres, los colocarán en circunstancias imaginarias que podrán disfrutar tanto en soledad como en compañía.
Caja de arte
Ya sea una caja nueva o renovar el contenido de una existente, un arca que disponga de variedad de materiales para desarrollar la creatividad artística es siempre bienvenida. Pinturas varias, cintas, pegamentos aptos para niños, brillos, papeles y cartones con texturas diversas, tijeras, sellos, moldes, masas para modelar, arcilla, porcelana fría, un atril, un tablero, etc. Las opciones en este rubro son agradablemente novedosas, y pueden sorprender ante el mundo de posibilidades que ofrece.
Disfraces
Si el niño disfruta de disfrazarse (pues algunos no lo toleran), comprar disfraces, y accesorios que permitan caracterizar a los ocasionales compañeros de juego, permite un modo de interacción que a ellos fascina, transportándolos a un mundo mágico en el que podrán ser los personajes o héroes que ellos deseen. ¡Una experiencia invaluable!
En síntesis
La idea es apuntar más a la búsqueda de experiencias gratificantes –el juego- que objetos para la felicidad –juguetes-. Hacer de los juguetes un medio para generar juegos como un modo fundamental que predomina en la infancia para avanzar en un desarrollo integral saludable, desde la coordinación física y la regulación emocional, hasta el pensamiento creativo, la resolución de problemas y la orientación de su comportamiento hacia los objetivos que se haya planteado.
Que la vida sea para cada niño un universo de sorpresas que afloran de sus propios descubrimientos, y que siempre lidere la vivencia del ser por sobre el acto del tener. Esto de por sí, ya es un gran obsequio.