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Ecología Emocional, educación a tu mundo interior

Por Phrònesis

Tema: Ecología Emocional

Personaje: Mercé Conangla

Por: Sheyli Morales Uribe

En este video la Directora del instituto de Ecología Emocional, Mercé Conangla, quien es Psicóloga especialista clínica, en educación y licenciada en enfermería, nos habla ampliamente acerca de la importancia de las emociones.

 

Son muchas las emociones que abarcan al ser humano. La felicidad, la desolación, el miedo, la tristeza, el amor, la sorpresa… y sin duda podría seguir enumerando más, pero hoy estamos con una mujer que maneja ampliamente este tema, ella es Mercé Conangla y hoy nos va a hablar un poco acerca de la Ecología Emocional.

Phrónesis: Hola Mercé, ¿cómo estas? Bienvenida a Phrònesis, el arte de saber vivir.

Mercé: Gracias, encantada de estar aquí con todos vosotros.

Phrònesis: Comunidad Phrónesis, Mercé es la directora del instituto de ecología emocional, es psicóloga, especialista en educación y clínica y es licenciada en enfermería.

Mercé, Cuéntanos un poco ¿a qué hace referencia el tema de Ecología Emocional?

M: Bueno, nosotros creamos el modelo –el origen- en el año 2002, ya llevamos bastantes años aplicando este término. Para quien no lo conozca, Ecología Emocional es el arte de gestionar nuestras emociones de tal forma que toda esta energía que nos aporta el mundo emocional la podamos dirigir al crecimiento e uno mismo y a la mejora personal, también a la mejora de nuestras relaciones personales y al mejor y mayor cuidado de nuestro mundo. Ecología emocional, parte de que cómo somos nosotros, así es el mundo en el que vivimos y que esté adentro nuestro condiciona que el mundo esté sufriendo como está sufriendo tanto a nivel humano como a nivel ecológico. A partir de ahí empieza el modelo, hemos generado un modelo de ser humano con el que trabajamos que es la persona “capa” que e sla persona creativa, amorosa, pacífica y autónoma; y a partir de trabajar en estas dimensiones humanas que ya las estamos trabajando tanto con niños, como en organizaciones, hospitales, vemos que de adentro hacia fuera lo que mejora son los diferentes ecosistemas en los que participamos, familia, escuela, nuestra sociedad en general.

P: Mercé, el ser humano es en gran medida emocional. Solemos manejar en ciertas circunstancias las emociones de manera inadecuada, afectando así como bien mencionas, todo nuestro entorno. ¿Qué podemos hacer nosotros para tratar de mejorar internamente y poder transformar todo a nuestro alrededor y digamos que sentirnos un poco mejor, más satisfechos?

M: Bien, si nos vamos a uno de nuestros referentes que es el humanista Erich Fromm, el decía: “De hecho toda la energía que no sabemos dirigir hacia la creación o forma creativa, automáticamente se convierte en energía destructiva”. Entonces tenemos que recordar que las emociones son grandes oportunidades y lo que nos aportan son cargas de energía que las podemos orientar, pero las podemos orientar en dos sentidos totalmente polarizados, podemos orientar nuestra energía hacia buscar la solución de las cosas, hacia mejorar las cosas, o hacia la destructividad. Entonces Ecología Emocional se dirige a ser consiente de esta información y de esta energía que nos aportan las emociones, porque todas llevan esta carga, y además encontrar la forma de orientarla hacia lo que llamamos la creatividad amorosa que es lo que nos puede ayudar a nuestro bienestar personal, pero también social y también a mejorar el ecosistema de la naturaleza. ¿Qué nos pasa? En primer lugar que a veces dejamos al azar la educación emocional, nos educan toda la vida la parte cognitiva, la parte de mente, hacemos trabajos de razonamiento, esta razón que a veces quiere controlar todo, pero la parte emocional se deja bastante al azar y claro no nacemos con educación emocional nacemos con unas emociones que pueden tomar el mando y es peligroso si el miedo, la ira o la tristeza toman el mando de nuestra vida, pues nos convertimos o entramos en lo que llamamos programas de supervivencia, pero no obtenemos calidad de vida. ¿Qué necesitamos? Reconocer la dimensión afectiva, pero también generar un equilibrio, en lo que en Ecología Emocional llamamos el eje PEA (pensamiento, emoción y acción) somos seres que pensamos, pero que sentimos. Y en función de si el pensamiento y l emoción saben trabajar en equipo, la acción será adaptativa o será des-adaptativa y además nos puede llevar al sufrimiento y a la enfermedad.

Ahí esta todo este reto, que cuando hablamos de emociones el trabajo es también un trabajo de mente, de la parte de razón, pero en equipo. Refrescamos una palabra, una frase de un relato de Eduardo Galeano –que seguro que conocéis- el decía que en la costa colombiana hay unos pescadores que utilizan la palabra “sentipensante” para decir, cuando conocer a una persona, que es coherente y ellos dicen que habla “en verdad”, entonces dicen: este es un sentipensante. Entonces a nosotros a nosotros nos gusta mucho la expresión porque resume muy bien el concepto de que lo que pensamos tiene que de alguna forma hacer sinergia con lo que sentimos y cuando están bien avenidas ambas dimensiones, lo que vamos a hacer seguramente nos va a generar bienestar. La fragmentación es lo que nos duele y nos causa el sufrimiento.

P: Mercé, de alguna manera mencionabas que nacemos con ciertas emociones. Digamos que todo este tema de las emociones, este tema del autocontrol parte de la niñez, de la crianza en sí. Es posible entonces modificar ciertos aspectos para que los pequeños de hoy puedan vivir sanamente, sintiéndose bien con ellos mismos y manteniéndose bien internamente y mantener también buenas relaciones interpersonales.

M: No solo es posible, es necesario, es urgente y además se está haciendo, ya lo estamos empezando. Decía antes que la educación emocional se ha dejado al azar, pero afortunadamente desde hace unos años nosotros en la fundación ya llevamos 20 años dando herramientas de prevención para que las personas, adultos y luego educadores, que estarán con nuestros niños vivan ya mejor conectados con ellos mismos y con mayor capacidad de gestionar las emociones. ¿Qué nos pasa? Pasa que la educación emocional en niños, tal como tu planteas no es una educación que se puede hacer informando, es decir una asignatura, pues mira ahora lo que tenéis que hacer con esto… porque sabemos que la educación emocional y en valores parte de la impregnación de lo modelado con el ejemplo, con modelos de referencia, entonces el niño no hace lo que el papá, la mamá o el maestro le dice, sino que se educa por cómo ve que sus adultos realmente interactúan con los demás y con la vida. Ahí está el reto, no se trata de decir sino se trata de ser. El adulto tiene que ofrecer un modelo de referencia de un adulto equilibrado y conectado con la vida y con el goce, con la gratitud y con el amor, no obstante estamos generando muchos libros, con Jauma hemos escrito ya 4 para niños, una colección que se llama “Exploradores emocionales”, “¿Cómo está el clima?”, “Vitaminas para crecer de Perramón, que además son ilustrados, y “Cosquillas para el corazón” para los más pequeñitos de dos añitos.

Y entonces lo que se les cuenta a los niños en primer lugar es: tenéis dos mundos para cuidar el de afuera y aquí dentro tenéis un pequeño planeta, y entonces a partir de ahí vamos aplicando el modelo Ecología Emocional que consta de cuatro grandes áreas que son territorio, energía, clima y vínculo; para explicarles a los niños que su territorio emocional está repleto de paisajes como en el mundo que a veces están tristes y el paisaje se pone en gris o a veces duele en el corazón, o a veces no vemos nada claro y hay niebla. Entonces a partir del trabajo con paisajes, con colores ya podemos empezar a entrar en el mundo emocional con niñitos muy pequeñitos, a medida que ya van creciendo se les va dando lo que llamamos alfabetización emocional para que aprendan a dar nombre a sus estados emocionales y ahí aparecen estas emociones que las llevamos todos cuando nacemos, que serían: la tristeza, el miedo, la ira, la alegría, el asco y la sorpresa, que sería el primer pack. Esto ya lo llevan, pero lo que tendrán que aprender y lo que le tenemos que enseñar es que el miedo, por ejemplo, tiene que estar porque nos avisa, pero tiene que estar un trocito, no puede ocupar toda nuestra vida porque entonces dejamos de vivir y a partir de ahí les vamos familiarizando con estos habitantes de su casa emocional, porque les hablamos de “su casita” y que estos personajes viven allí; y para que conozcan qué pueden hacer cuando entran en la ira y se sienten como volcanes en erupción y que hay maneras de no explotar y de ir reconduciendo la ira y a partir de ahí con herramientas de metáforas que tenemos en ecología emocional o con paralelismos diciéndoles “mira la naturaleza, que la naturaleza nos cuenta qué tenemos que hacer porque los árboles nos hablan, el agua nos habla”. A partir de herramientas sencillas ellos van familiarizándose con su mundo emocional y se van conectando a la vez con el mensaje de “Emocional”. Nosotros estamos convencidos que la nueva generación, esta generación que la llamamos capa, de estos niños creativos, amorosos, pacíficos y autónomos será más resiliente, serán adultos más capaces de vivir en el territorio incierto del mundo en el que estamos.

Ahí estamos con todo esto, con todos nuestros proyectos y con tantos compañeros como Walter Riso y cantidad de gente que está sembrando, de hecho sabiéndolo o no, está sembrando Ecología Emocional por todas partes, porque es algo necesario cada vez más.

P: Estuve revisando en la página web del instituto y realmente manejan gran variedad de temas.

¿Qué te llevó a abordar este tema?, ¿Qué fue el punto de inspiración para abordar ampliamente todo este tema de las emociones.

M: Bueno con Jauma, ya te decía que en el año 1996 creamos la fundación, es un proyecto social muy importante, en aquella época la educación emocional, el crecimiento personal, al menos en nuestro país, casi no se podía ni hablar de ello, porque era un  ámbito que ni había llegado siquiera a la universidad, tan solo tardó 8 años más en llegar; y entonces vimos la necesidad de crear una fundación que pudiera dar herramientas a todas las personas, no solo a profesionales, porque vimos que era necesario y que una vez te das cuenta que el mundo emocional mediatiza todo, adquirir estas herramientas se vuelve urgente y dado que la educación formal no lo daba, creamos esta fundación con cantidad de profesionales y expertos que hemos ido caminando por ahí, entonces empezamos con grupos de crecimiento personal y a partir de ahí aprendiendo enormemente de todas las personas y creciendo con ellas. Hacia más o menos el año 2000, con Jauma vimos que  el modelo que empezaba a llegar aquí que era “Inteligencia emocional”, Goleman que estaba bien y de hecho nosotros dimos unos cursos, era un modelo que se centraba mucho en las competencias, pero nos faltaba un marco ecosistémico y también nos faltaba que hubiera un modelo, porque no se tocaba todas las áreas que eran necesarias, entonces dado que ya estábamos trabajando y ya llevábamos tiempo en este campo, con Jauma nos dimos cuenta de una cosa que creo que definió el inicio de la investigación que de hecho el mundo del medio ambiente, de la naturaleza, la mayoría de gestiones que ya se empezaban a hacer, que ya estábamos entrando, como que: no se tiene que contaminar y que es necesario reciclar, pero referido a las basuras que generamos, nosotros dijimos: “¡Es lo mismo!” nos dimos cuenta, pero si en el mundo emocional estamos generando basura emocional, estamos lanzando la basura sin reciclarla, estamos contaminando a las personas, estamos produciendo fugas de energía… entonces vimos que realmente teníamos que revisar todo lo que se estaba haciendo allá en el medio ambiente para ver si era compatible hacer un paralelismo con el mundo emocional. Y claro, la investigación de estos dos años siguientes fue que no solo era compatible, sino que realmente todo ya está escrito; que todo lo que hace referencia al mundo natural, al mundo de la sensibilidad vegetal, animal, humana, tiene que ver todo con todos, son vasos comunicantes, es como una red. Entonces a partir de ahí fuimos documentándolo con gran cantidad de autores, filósofos antiguos, con gente que había estado diciendo cosas sueltas y nosotros fuimos creando un modelos que desde el 2012 que salió el primer libro “Ecología emocional” hasta este año que hemos editado “Cansancio moral” que es el libro 19, en cada uno de los libros se ha ido desplegando el modelo.

De hecho este año hemos desplegado totalmente lo que ha sido la matriz del modelo, porque hemos tenido la oportunidad de irlo mejorando a medida que lo hemos ido aplicando en escuelas, en niños, en personas, en organizaciones y ahora ya tenemos un modelo en el que en el centro está la persona capa, cada una de las áreas emana territorio, energía, clima y vínculos, un círculo ecosistémico que hace referencia al sentido de todo que es el tono y bueno a partir de ahí ya están incorporados en cada una de las áreas, valores, emociones que trabajamos y gestionamos en cada caso y yo animo a la gente a conocer el modelo en el último libro “Cansancio Moral” ya está el gráfico y por cierto es un libro que nos ha prologado Walter Riso, bellísimo prólogo que nos hizo, ¡gracias Walter! Y ahí estamos este es el momento actual del modelo y del proyecto, estamos contentos porque pensamos que realmente Ecología Emocional aparte de que sabemos que lo están utilizando algunos terapeutas como algunas herramientas en su consulta, pero nuestra finalidad es que sea un modelo preventivo. Enseñemos a nadar a los niños y a los adultos antes del naufragio, porque cuando llega el naufragio si tu ya sabes nadar sales adelante.

P: Mercé en la fundación imparten ciertos talleres como bien has mencionado ¿qué personas pueden tomar estos talleres? ¿Cómo van a salir estas personas al tomarlos, qué va a pasar con ellas?

M: Tenemos cantidad de talleres presenciales en Barcelona, no olvidemos que el mundo emocional si puede ser presencial, el tacto y contacto es genial, tenemos el máster, certificación de grupos, un programa de acompañamiento en pérdidas y en duelos, además de seminarios cortos de todo tipo. La gente que no está aquí en Barcelona, en México tenemos el instituto de Ecología Emocional, tenemos un campus e-learning que de hecho muchas personas de Suramérica de Centroamérica ya están recibiendo estos cursos, de momento tenemos online dos cursos para quien quiera conocer el modelo de entrada, que son: Ecología Emocional básico que son unas 20 horas (si no me equivoco) y aquí la persona empieza a ver en qué consiste el modelo de una forma muy vivencial tienen todos unos tutores personales, sabemos que las personas que están haciendo estos cursos lo que manifiestan es que de alguna forma sienten que pueden irlo aplicando a la vida cotidiana, esto es un poco lo que esperamos nosotros que consigan, que les sirva sobretodo; el primero es el curso básico de Ecología Emocional y luego tenemos uno muy lindo, para personas…. Incluso lo hacen expertos, personas que les apasiona el mundo de las emociones y se llama “La casa de las emociones”, ahí trabajamos con un concepto de Ecología Emocional que se llaman “los hábitats”, estos son espacios que comparten emociones, te voy a poner un ejemplo: Uno de los hábitats que se trabaja es el miedo y la confianza, entonces tenemos que visualizar que estas emociones son como si fueran plantitas que comparten una maseta, las plantas las dos, y a veces ¿qué nos pasa? Pasa que una de las plantas empieza a crecer mucho y la otra se va quedando encogida y dices ¿qué pasó? Y el tema es que comparten un hábitat y que cuando una va agarrando las vitaminas y los nutrientes de la otra y va ocupando y va creciendo, la otra como el espacio es el que es se queda pequeñita porque se queda sin recursos, entonces en ecología hacemos un paralelismo con muchas emociones que decimos que comparten habitad. Cuando el miedo avanza la confianza se queda pequeñita, entonces en este curso de la casa de las emociones hay 8 hábitats diferentes emocionales y se van profundizando con cada una de las emociones y además hay actividades, ejercicios y hay tutores que dan respuesta a los ejercicios que se van haciendo. Con esto está funcionando muy bien, próximamente tendremos algunos otros disponibles en castellano. Ahí estamos en formación, puede hacerlos todo el mundo, desde personas de 18 años hasta 80 y lo hacen expertos, pero también lo hacen personas interesadas en mejorarse y en crecer.

P: Y son muy didácticos, por los ejemplos que colocas.

M: Sí, son muy didácticos. Porque de hecho tenemos muchos libros con relatos, cuentos, metáforas, tenemos un libro que se llama “Emoción es las razones que la razón ignora” y hay cantidad de metáforas que enseguida la gente dice: ¡claro, esto! porque es como una imagen…

P: Se identifican

M: Sí, realmente centran muy bien todo lo que es el mundo de las emociones a partir de las metáforas y facilitan mucho la incorporación porque de hecho el lenguaje emocional se salta la barrera de la razón. Si tu hablas solo desde la lógica no entras emocionalmente, entonces la metáfora y el cuento son lenguajes que entran por otras guías, más la intuitiva ¿no? y entonces muchas personas dicen: ¡Claro!, es decir se dan cuenta, ya no es solo razón, argumentos racionales.

P: Tengo una gran inquietud, ¿tiene que ver la autoestima, el amor propio con todo este tema de las emociones?

M: ¡Tiene que ver! Porque nosotros todo el ser humano –este es otro tema que trabajamos- somos varios cuerpos por decirlo así, tenemos un cuerpo físico, el emocional, el cuerpo mental, el relacional y el espiritual; y todos estos cuerpos que son 5, estarían como en un sistema de red y todos influyen en todos, esto es para empezar, entonces ¿qué nos pasa? Que el mundo emocional nos informa como está yendo nuestra vida, cómo lo estamos haciendo incluso.

Imagínate que un niño tiene muchas experiencias por sus adultos, por el lugar donde está creciendo, por su familia… imagínate que tiene experiencias de rechazo ¿no? que le dicen: tú no vas a servir para nada nunca, pero si tu no puedes, no serás capaz, fíjate quién te va a querer. Hay mensajes así de duros ¿no? o peores, y no deja de ser un poco de maltrato psicológico. Cuando el niño a partir de estos comentarios se conecta con su soledad y han tenido experiencias de rechazo, de mensajes de “no sirves”; “no puedes”, “nadie te va a amar”; el rechazo de sus adultos referentes, entonces lo habitual es que se conecten con sentimientos de tristeza, a veces de ira también, por eso salen niños violentos, y estos sentimientos de profunda soledad son piezas con la que ellos construyen la imagen de sí mismos, si son rechazados ellos deducen: “No sirvo”, “no valgo”, “no soy nada” o “soy poquito” ¿no? y claro ahí está su autoconcepto “no gusto a nadie, nadie me quiere, luego yo no valgo”, “no sirvo”, “soy poca cosa”, “no soy valioso”, esta sería la imagen que están construyendo. Y entonces lo que llamamos autoestima surge de que yo valoro quién soy, o sea el autoconcepto lo construyo, pero ¿qué es lo que amamos en la vida?, ¡lo que valoramos!. Entonces si yo cuando me miro no me valoro, porque no me han valorado y pienso que no soy nada, mi autoestima no puede ser buena y el problema es que la autoestima no la podemos construir directamente, parte del autoconocimiento, o sea que para que estos niños puedan reparar su autoestima tendrán que someterse a entornos diferentes de los que están, con adultos capacitadores que les hagan ver que sí que son válidos, que les hagan explorar sus cualidades, que exploren este territorio interior viendo que son valiosos y hay tesoros allí escondidos y a partir de esta experiencia ellos van a decir: “Me han dicho esto, pero yo se que sí, que soy esto” y cuando ellos dicen: “yo sí que puedo”, “yo sí que soy cariñoso”, “quizás no soy muy rápido, quizás no soy muy inteligente, pero soy una excelente persona, soy una persona compasiva”… y son capaces y entonces esto lo pueden valorar, entonces empiezan a autoestimarse. Pero fíjate que la autoestima deriva del autoconocimiento de lo que hemos recibido de los demás, de las piezas con las que yo me conecto emocionales y a partir de ahí de mi decisión o mi deducción de que lo que yo veo es valioso, sino no lo amo.

P: ¿Y nunca es tarde entonces para reparar esas emociones que de pronto se han tornado negativas?

M: No, nunca es tarde, esto es fantástico. Es una de las cosas maravillosas de estar en este tema. Lo que vemos es que personas a veces de 70 años que en determinado momento dices: “yo quiero reparar cosas, vivo ofendido, tengo temas pendientes, me siento mal, me estoy haciendo mayor, yo quiero mejorar cosas”, y se ponen y participan en grupos de crecimiento personal, gimnasios emocionales y tienen cambios, cambian, pasan a la acción, es genial. Esto es para animar a todo el mundo, todo el mundo puede mejorar.

P: Debe ser muy satisfactorios para ti ver esos cambios y esas nuevas actitudes que la gente va tomando luego de aprender a reparar todas esas emociones negativas ¿no?

M: Sí, es muy satisfactorio, forma parte de la misión de nuestra fundación en la que más de 50 profesionales están regalando tiempo, conocimientos y en la que ya en mayo celebraremos los 20 años del proyecto y es muy satisfactorio también deciros que en México tenemos un instituto de Ecología Emocional y que ahí están sembrando en cantidades y nos encanta que Ecología Emocional llegue a más puntos y estamos a disposición realmente. Como metodología se está evidenciando que por su sencillez, que no quiere decir que no sea profunda lo es mucho, pero el lenguaje puede llegar a cualquier persona y la metodología está siendo muy eficaz en todos los niveles y edades. Y ahí estamos mirando de continuar la siembra.

P: Muy interesante todo este tema. Para finalizar tengo una última pregunta. ¿por qué si la gran finalidad del ser humano es ser feliz, nos condicionamos nosotros mismos con la manifestación de las emociones y con cada uno de los momentos, quizá negativos, que ocurren en nuestras vidas?

M: Bueno, las emociones tienen que ser atendidas y escuchadas, aunque sean emociones desagradables y desequilibrantes, esto es lo primero. Porque todas nos llevan un mensaje pertinente, si yo siento ira, la ira me dice: hay un obstáculo en tu camino y te doy energía para que lo desbloquees, otra cosa es lo que yo hago con la ira, yo con la ira puedo matar a una persona, pero también puedo reparar una injusticia. Entonces la emoción no es el problema, el problema radica en cómo yo gestiono esta emoción y hacia donde oriento esta energía a crear o a destruir y mi competencia para gestionar estas emociones que pueden ser desequilibrantes, por tanto las emociones deben ser atendidas, si yo atiendo mi mundo emocional y en tanto doy respuestas que en ecología llamamos adaptativas, en decir, que me ayudan a crecer y que de alguna forma reparan el dolor que hay a mi alrededor pues la felicidad será una consecuencia de una vida vivida con sentido, peor no es un objetivo. Yo creo que y con Jauma siempre reflexionamos y de hecho Walter Riso va a participar en unas jornadas que son el 8 y 9 de abril que son “Viaje hacia el centro de la felicidad”, fíjate que haz encajado la pregunta; pensamos que la felicidad no debería ser un objetivo directo, sino que el objetivo es vivir vidas entrados en la esencia de la persona que somos y con sensibilidad a todo lo que es vivo y con el amor a lo que somos y al mundo ¿no?, una vida con sentido. Si hacemos esto la felicidad aparece, pero si mi objetivo es encontrar la felicidad, algo se pierde ahí.

P: Claro, difícilmente se va a lograr.

M: La felicidad desde mi punto de vista es una consecuencia de una vida vivida con sentido, una vida generosa y una vida vinculada al amor, a la creatividad amorosa. Luego para cada persona, pues lo  va a definir con cosas, pero no tiene tanto que ver con el tener, ni como nos consideran, sino que es algo que va de dentro hacia fuera.

P: ¡Qué bonito! De verdad que creo que es un mensaje muy valioso el que hemos podido transmitir a toda nuestra comunidad a través de todos tus conocimientos. Estamos muy agradecidos con tu participación y con cada uno de los aportes que has hecho a toda la comunidad Phrònesis.

M: A vosotros y a toda la comunidad Phrònesis es un honor, gracias encantada de estar aquí con todos vosotros.

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