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Disfruta de una vejez llena de memorias

Por pruebas
Nuestras huellas en el sendero

Prevención de la demencia

Dentro de nuestro ciclo de vida todos vamos madurando y si tenemos suerte llegaremos a la vejez; ahora bien, si sabemos cómo, esa vejez puede ser mucho más sana y agradable de manera que podamos disfrutar de nuestras familias y de las personas que queremos, además de realizar las actividades que nos gustan.

Los avances de la ciencia y sus productos tecnológicos en medicina, saneamiento ambiental y salud pública entre otros han permitido que cada vez más personas lleguen a edades avanzadas. Este aumento de la esperanza de vida de las personas es uno de los más grandes triunfos de la sociedad y la ciencia, ya que es fruto de los avances en el entendimiento, prevención y tratamiento de las enfermedades; conquistas de la medicina y de la salud pública en tanto que sus acciones han sido exitosas. Pero este incremento de la longevidad también trae consigo el incrementando de la frecuencia de enfermedades crónicas relacionadas con la edad (Lee et al., 2010).

Esta es una situación que va tomando cada vez más relevancia ya que la población mundial está envejeciendo, siendo este un proceso que ha iniciado en los países ricos seguido de las regiones más pobres.

(DESA, 2013). Que la población envejezca quiere decir que la proporción de personas ancianas que componen la población es cada vez mayor y la proporción de personas jóvenes cada vez menor. Esto se debe principalmente a dos fenómenos:

A.     El aumento de la expectativa de vida de las personas.
B.     La disminución de la fertilidad (United-Nations, 2013)

Una de las enfermedades crónicas relacionadas con la edad es la demencia, que es un síndrome muy complejo y que incapacita enormemente a las personas. Actualmente se calcula que 46,8 millones de personas viven con demencia en el mundo y que esta cifra se va a duplicar cada veinte años; un caso nuevo cada 3,2 segundos (ADI, 2015), siendo entonces un tema que hay que tomar muy en serio, al pensar en la cantidad de años de vida saludable perdidos y los costos en gastos médicos, en cuidados formales y en cuidados informales que esto conlleva.

Los diferentes subtipos de demencia tienen diferentes síntomas clínicos, pero el síntoma más común y conocido es el de la pérdida de la memoria que acompaña el gradual deterioro de otras funciones cognitivas de la persona, perdiendo consecuentemente la independencia para realizar las actividades más básicas de la vida; de hecho la demencia ha sido ubicada como el principal factor asociado a la incapacidad y a la dependencia (Sousa et al., 2009; Sousa et al., 2010), afectando así no solamente a la persona que la sufre, sino también a sus familiares que tienen que proporcionar su cuidado, haciendo que una persona deje de contribuir económicamente, asimismo afecta a la sociedad ya que por lo menos una persona deja de participar de la vida productiva y aumenta la carga de prestaciones en salud (Ferri, Jackson, & Prince, 2010).

Las principales formas de la demencia son la demencia tipo Alzheimer y la demencia Vascular, sabiéndose  que la enfermedad de Alzheimer comprende más del 75% de todos los casos de demencia (ADI, 2009), pero también existen otras como la demencia de cuerpos de Levy, la demencia frontal o las demencias secundarias a trastornos metabólicos (Ardila & Rosselli, 2007).
Esta grave condición no tiene cura y los pocos tratamientos existentes tienen eficacia limitada, pero hay evidencia que nos indica que este síndrome aunque no sea curable podría ser al menos parcialmente prevenible (Matthews et al., 2013).

Con el objetivo de no solamente tener más años de vida, sino que esos años de vida sean saludables, se han venido realizando investigaciones para determinar cuáles son los factores de riesgo modificables de la demencia, el reporte mundial de Alzheimer “World Alzheimer Report” (ADI, 2014) menciona cuatro factores de riesgo modificables asociados, respecto de los cuales se cuenta con evidencia fuerte:

  1. La baja escolaridad en temprana edad
  2. El tabaquismo
  3. La diabetes a lo largo de la vida
  4. La hipertensión en los adultos

Estos cuatro factores de riesgo para la demencia, como ya se mencionó, son modificables:

La baja escolaridad en edad temprana es un factor de riesgo que puede ser modificado, no por los niños mismos, sino por los padres de los niños y por parte de las políticas estatales que deben reflejar los deseos de la sociedad y satisfacer sus necesidades; siendo claro y de hecho redundante mencionar, que asegurarnos que los niños y niñas participen de procesos de educación estructurada el día de hoy ayudará a disminuir la incidencia de la demencia en el futuro.

El tabaquismo está relacionado con múltiples enfermedades (US NCfCDPaHP, 2014) y debería ser evitado; y si la persona ya es fumadora y quiere abandonar el hábito debería considerar la posibilidad de solicitar ayuda de un psicólogo o de un psiquiatra, para que le ayude en el manejo de la ansiedad y de la abstinencia.

Y tanto la diabetes como la hipertensión están relacionadas con estilos de vida saludable en cuanto alimentación balanceada y práctica de ejercicio moderado, pero con seguridad en cualquier caso en donde ya se presente cualquiera de estas dos condiciones, es muy importante seguir las recomendaciones del médico de confianza.

Nuestra decisión de cuidarnos e invertir esfuerzos hoy, que redundarán en beneficios en nuestra salud en el futuro, no solamente va a afectar nuestro propio devenir, sino que va a afectar el de las personas que nos rodean, ya que al promover una alimentación más saludable en nuestra casa, en general todos los miembros de la casa van a comer mejor, y en la medida en que tengamos rutinas de ejercicio es posible que más miembros de nuestras familias o grupos de amigos se nos unan. Sucediendo lo mismo con la atención a las indicaciones médicas para controlar nuestras enfermedades, construyendo así una ética del cuidado propio que puede ser transmitida a nuestros hijos y familia.

Y ni qué decir de asegurarnos de que los más jóvenes participen en procesos educativos formales, que no solamente va a influir en la salud y en la vejez, sino que con total seguridad fomentará la construcción de una sociedad más sana y equitativa.

Referencias:
ADI. (2009). World Alzheimer Report 2009: The Global Prevalence of Dementia | Alzheimer’s Disease International. Retrieved from London: http://www.alz.co.uk/research/world-report-2009
ADI. (2014). World Alzheimer Report 2014 – Dementia and Risk Reduction: An analysis of protective and modifiable factors. Retrieved from London: http://www.alz.co.uk/research/world-report
ADI. (2015). World Alzheimer Report 2015: The Global Impact of Dementia | Alzheimer’s Disease International. Retrieved from http://www.alz.co.uk/research/world-report-2015
Ardila, A., & Rosselli, M. (2007). Neuropsicología clínica: Editorial El Manual Moderno.
DESA. (2013). World population ageing 2013. Retrieved from http://www.un.org/en/development/desa/population/publications/ageing/WorldPopulationAgeingReport2013.shtml
Ferri, C., Jackson, J., & Prince, M. (2010). The global challenge of dementia: what can be done. In D. Ames, A. Burns, & J. O´Brien (Eds.), Dementia (4ed ed., pp. 341-348). Great Britain: Hodder Arnold.
Lee, Y., Back, J. H., Kim, J., Kim, S. H., Na, D. L., Cheong, H. K., . . . Kim, Y. G. (2010). Systematic review of health behavioral risks and cognitive health in older adults. Int Psychogeriatr, 22(2), 174-187. doi:10.1017/s1041610209991189
Matthews, F. E., Arthur, A., Barnes, L. E., Bond, J., Jagger, C., Robinson, L., & Brayne, C. (2013). A two-decade comparison of prevalence of dementia in individuals aged 65 years and older from three geographical areas of England: results of the Cognitive Function and Ageing Study I and II. Lancet, 382(9902), 1405-1412. doi:10.1016/s0140-6736(13)61570-6
Sousa, R. M., Ferri, C. P., Acosta, D., Albanese, E., Guerra, M., Huang, Y., . . . Prince, M. (2009). Contribution of chronic diseases to disability in elderly people in countries with low and middle incomes: a 10/66 Dementia Research Group population-based survey. Lancet, 374(9704), 1821-1830. doi:10.1016/s0140-6736(09)61829-8
Sousa, R. M., Ferri, C. P., Acosta, D., Guerra, M., Huang, Y., Jacob, K., . . . Prince, M. (2010). The contribution of chronic diseases to the prevalence of dependence among older people in Latin America, China and India: a 10/66 Dementia Research Group population-based survey. BMC Geriatr, 10, 53. doi:10.1186/1471-2318-10-53
United-Nations. (2013). World Population Prospects, the 2012 Revision. Retrieved from http://esa.un.org/wpp/documentation/publications.htm
US NCfCDPaHP, H. (2014). The Health Consequences of Smoking-50 Years of Progress: A Report of the Surgeon General. Retrieved from Atlanta (GA): http://dx.doi.org/

Ps. Iván Padilla
Especialista en Epidemiología
Magister en Psicobiología
Contacto:
ivanpadillapsicologo@gmail.com

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