La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida”. Papa San Pablo II
Desde niños aprendimos que la familia es la célula fundamental de la sociedad. Es en el seno familiar donde se deben transmitir valores y forjarse individuos autónomos, útiles y productivos a su comunidad. Con motivo de celebrarse el 15 de mayo el Día Internacional de la Familia, en Phrònesis te hemos preparado una guía de consejos útiles para mejorar las relaciones familiares.
La familia es nuestro grupo primario de relación, un vínculo establecido, no elegimos a nuestra familia, nacemos en ella, por eso se dice que es una relación ineludible y marcadora, de allí que resulte una obligación de los adultos asegurar una relación familiar armónica y nutritiva, que contribuya a dar un soporte de seguridad a los niños en términos tanto afectivos como económicos.
En las relaciones familiares es necesario generar empatía y aceptación, y anular las expectativas poco realistas que tengamos con algunos parientes, pues es imposible cambiarlos, lo único que podemos cambiar es nuestra actitud y la forma como interactuamos con ellos, así mantenemos la ansiada armonía familiar y evitamos frustrarnos por cómo actúan los demás.
El Día Internacional de las Familias
El Día internacional de la Familia ha sido creado por la ONU para crear consciencia de la importancia de los grupos familiares, de su papel en la sociedad, de cómo la familia juega un rol determinante en la formación moral del niño y junto a la educación formal, determina en gran medida cómo será el futuro adulto, los valores que tendrá y la manera de conducirse en la sociedad.
Para la Organización de Naciones Unidas, es necesario llamar la atención de entes gubernamentales, asociaciones y organizaciones en general a preservar a las familias así como defender la dignidad y seguridad de todos sus integrantes.
El papel de los padres y adultos en la familia
Los padres, y los adultos en general, son los modelos responsables de la educación y formación que se transmita en el hogar a los niños. Es importante la coherencia entre las conductas y hábitos demostrados con el discurso e ideas que se manejen en el hogar. De esta manera, los menores van internalizando nociones de lo que es correcto hacer y lo que se espera de ellos en la sociedad. También aprenden a qué se le debe dar importancia, las cosas por las que se deben luchar y esforzarse.
En definitiva, es en la familia que los niños aprenden los valores que guiarán sus futuras acciones en la vida, mediante el modelaje de los adultos, especialmente de sus padres.
En su rol como modelos del niño, los adultos deben ser guías y esforzarse por mantener unas relaciones familiares adecuadas, armónicas y nutritivas.
Consejos para mejorar las relaciones familiares
- Cuida tu relación de pareja:
Evitar las peleas y conflictos delante de los hijos, contribuirá a su sano desarrollo emocional, valorando la armonía familiar.
- Practica la aceptación:
Nuestro núcleo familiar nos ha sido dado, por lo que no es posible intentar cambiar a algunos miembros de nuestra familia. Lo único que podemos cambiar es a nosotros mismos. Partir de lo que podemos hacer para aportar a la armonía, aceptando a los demás y esforzándonos por generar unión familiar.
- Fomenta los encuentros familiares:
Nuestros hijos aprenderán a compartir y a valorar a sus familiares en la medida que los adultos programen encuentros y festejen fechas importantes como cumpleaños y aniversarios.
- Mantén hábitos y costumbres familiares:
Programa visitas y llamadas a tus padres y abuelos en fines de semana, y sobre todo en fechas importantes como el Día de la madre, del padre, día de cumpleaños, navidad y fin de año. De esta manera, le modelas a tus hijos conductas de unión y cercanía con la familia.
- Practica la asertividad:
Mantener la armonía y evitar los conflictos no tiene por qué convertirse en aceptación pasiva e incondicional, o permitir abusos por parte de familiares. También es importante mostrar a tus hijos, en pro de la armonía familiar, que es posible poner límites y hacer respetar nuestros derechos, pero esto debe hacerse de forma asertiva, cuidando la manera de comunicarnos, respetando los derechos de los demás y haciendo valer los nuestros, siempre en pro de mantener la unión de la familia.