Existe un elevado crecimiento de los casos de cáncer en la edad pediátrica, lo que trae como consecuencia la pérdida temprana de vidas, así como también alteraciones que impiden vivir con calidad y disfrute la etapa infantil del individuo. La sociedad e instituciones conscientes de su responsabilidad por el bienestar de los más pequeños aúnan esfuerzos contra el cáncer infantil.
Debido al incremento de las tasas de morbilidad y mortalidad infantil, distintas organizaciones internacionales acordaron, desde el año 2001 en Luxemburgo, conmemorar cada 15 de febrero como el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil.
El control pediátrico es fundamental para conservar la salud de los niños. El objetivo de este día es concientizar a través de la educación a los padres y adultos responsables, la importancia de llevar al niño al médico para un diagnóstico temprano. De esta forma tendría el tratamiento correcto y el acceso a la atención médica oportuna.
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El cáncer infantil como principal causa de muerte en la etapa pediátrica
El cáncer es una de las causas principales de pérdida de vidas en edades comprendidas entre cero y 18 años. En este rango de edad, cada año son diagnosticados hasta 300 mil nuevos casos, lo que le convierte en el principal problema de salud pública en la etapa pediátrica.
En contraste con las altas cifras de morbilidad presentadas cada año, tenemos que alrededor del 80% de los pacientes diagnosticados de manera precoz pueden curarse, sin embargo, esto ocurre solo en los países con una inversión significativa en la prevención y tratamiento de la enfermedad.
Según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la realidad es inversa en los países de menores recursos, donde solo el 20% de los niños que padecen la enfermedad llegan a curarse. Esto ocurre debido a los bajos presupuestos que son destinados en la lucha contra el cáncer infantil.
Diagnóstico y tratamiento
Es importante resaltar que según la OMS el diagnóstico precoz consta de tres aspectos fundamentales: el acceso a la atención sanitaria adecuada, cómoda y oportuna; el diagnóstico determinación o estadio en el que se encuentra la enfermedad y, por último, el tratamiento adecuado al tipo de cáncer y fase en la que se encuentre.
El diagnóstico resulta primordial para un tratamiento adecuado, de esta forma, la sanación ocurre en al menos el 80% de los niños diagnosticados y tratados correctamente.
Lucha contra el cáncer infantil
La OMS en conjunto con otras instituciones en las que resaltan el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y la Organización de las Naciones Unidas, desarrollan iniciativas a escala mundial en la lucha contra el cáncer infantil. El objetivo es alcanzar una tasa de supervivencia global de al menos el 60% para el año 2030.
La familia del niño con cáncer
En la lucha contra el cáncer infantil es fundamental la voluntad de los padres y el apoyo que puedan prestar al equipo médico y sobre todo a su hijo. Es natural que la familia, padres y hermanos principalmente, sientan miedo, sin embargo, deben mantener la calma y convertirse en un ancla de seguridad para el niño. El apoyo de familiares y amigos apuntalan el diagnóstico precoz y contribuyen a un mejor pronóstico de supervivencia.
El color dorado de este 15 de febrero
No resulta casual que el color del lazo que distingue la lucha contra el cáncer infantil sea el dorado, como el oro, el elemento de mayor resistencia y fortaleza en la naturaleza. Los niños suelen dar lecciones de fortaleza y ser resilientes ante la adversidad; cuando ser fuertes es la única opción, los padres, maestros e instituciones deben unificar sus esfuerzos para resguardar la vida de los más pequeños. Por eso este 15 de febrero distintas organizaciones y personalidades conmemoran el día contra el cáncer infantil, portando un lazo de color dorado. ¡Honremos todos la fortaleza de los niños con cáncer!