“Mantén positivos tus pensamientos porque tus pensamientos se convierten en palabras. Mantén tus palabras positivas porque tus palabras se convierten en tus actos. Mantén tus actos positivos porque tus actos se convierten en hábitos. Mantén tus hábitos positivos porque tus hábitos se convierten en valores. Mantén tus valores positivos porque tus valores se convierten en tu destino.”
Gandhi.
¿Tienes un patrón de alimentación saludable?
Existen determinadas conductas alimentarias que se asocian a un estilo de vida poco saludable, y dicho estilo de vida se relaciona con algunos problemas que disminuyen nuestra calidad de vida. Algunos de ellos son:
- Sobrepeso
- Obesidad
- Síndrome metabólico (hipertensión arterial, resistencia a la insulina, elevación de la glicemia (azúcar) en sangre, niveles sanguíneos elevados de triglicéridos (un tipo de grasa), Bajos niveles sanguíneos de HDL, (el colesterol bueno), exceso de grasa alrededor de la cintura)
- Enfermedad cardiaca
- Diabetes tipo II
- Algunos tipos de cáncer (endometrio, mama, colon)
- Problemas músculo esqueléticos (osteoartritis –enfermedad degenerativa y altamente incapacitante de las articulaciones)
A menudo no somos conscientes de las malas prácticas alimentarias porque ignoramos las consecuencias que tienen sobre nuestra salud en general, porque las vemos por doquier y las seguimos sin cuestionarlas o porque nos bombardean con campañas de marketing irresponsable (productos comestibles especialmente dirigidas a niños y adolescentes) y caemos en las trampas publicitarias, llenando nuestros refrigeradores de bebidas llenas de azúcar y comida chatarra.
Modificar la conducta alimentaria es fundamental para generar cambios en el estilo de vida y, para llevar a cabo dichos cambios, es fundamental identificar nuestro patrón de alimentación. De esta forma sabremos si vamos por el camino de una alimentación saludable o debemos hacer modificaciones que favorezcan nuestra salud y la de nuestras familias.
A continuación vas a encontrar una lista de conductas. Te invito a que las leas detenidamente y las contestes con honestidad. Anímate y recuerda que para cambiar un hábito necesitas ser consciente de dónde estás fallando. Después de contestar el test, te daremos algunas pautas que te ayudarán a entender la importancia de mantener unos buenos hábitos alimenticios y asociarlos a otras conductas que serán muy beneficiosas para ti.
A cada respuesta afirmativa, suma 2 puntos, y a cada respuesta negativa, márcala como 0. Al finalizar suma los puntajes obtenidos de todas las preguntas y clasifica tu conducta alimentaria.
Hábitos:
- ¿Omites alguna de las tres comidas principales del día?
- ¿Consumes frecuentemente alimentos fritos y comidas rápidas?
- ¿Masticas y tragas rápido los alimentos?
- ¿Tomas tus alimentos en un sitio diferente del comedor?
- ¿Sueles consumir bebidas gaseosas en tu alimentación habitual?
- ¿Te sirves más de una vez los alimentos ofrecidos, es decir, repites porciones?
- ¿Come lo que dejan los demás?
- ¿Se sirve porciones generosas en el plato?
- ¿Tus estados emocionales modifican tu consumo de alimentos?
- ¿Te consideras goloso (a)?
- ¿Consumes mayor cantidad de alimentos en fines de semana y en las vacaciones?
Cuando compras tus alimentos:
- ¿Haces tus mercados sin lista (planificación)?
- ¿Compras alimentos tentadores y ricos en grasas y azúcares? (papas fritas, gaseosas, jugos industriales, donuts, tortas, chocolates, etc.)
- ¿Compras pocas frutas y verduras?
- ¿Te dejas tentar por las ofertas ricas en grasas y azúcares?
Cuando preparas tus alimentos:
- ¿Siempre improvisas y no tienes en cuenta un adecuado balance? (carbohidratos / proteínas / grasas / fibra / verduras)
- ¿Estás probando todos los alimentos mientras los preparas?
- ¿Se te ocurre la preparación de algún alimento sin emplear grasas o sin azúcar?
Ahora, ya puedes comparar tus respuestas y determinar tus debilidades o fortalezas.
Califica tus resultados:
Puntos Riesgo de sobrepeso
Menos de 12 Moderado
14-26 Alto
Mayor de 26 Muy alto.
¿Dependes de la comida?
- ¿Piensas permanentemente en la comida?
- ¿Comes alimentos así no tengas apetito?
- ¿No te puedes dormir sin antes pasar por la cocina a las once de la noche?
En cuanto a la dependencia a la comida, si a la pregunta 1 respondiste sí. Tienes una importante dependencia a la comida. Si a la pregunta 2 respondiste sí (recuerda que solo debe comer cuando tenga sensación de hambre o luego de ocho horas de ayuno. Si a la pregunta 3 contestaste positivamente, por favor revisa este hábito. No es adecuado que pasar por la cocina justo antes de irte a dormir se vuelva algo rutinario.
Recuerda que una dieta sana y equilibrada empieza por:
1.Tener adecuados hábitos alimenticios, 2. Comprar alimentos “de verdad” (alimentos en la forma más natural que puedas encontrarlos), siempre incluidos en un plan de alimentación que incluya los diferentes grupos de alimentos, 3. Preparar las comidas evitando las frituras, exceso de sal y conservando un balance de nutrientes, 4. No depender emocionalmente de la comida.
No olvides además beber al menos 1 litro de agua al día y tomar varias veces al día frutas, verduras, cereales integrales y lácteos, así como combinarlos durante la semana con pescados, huevos, frutos secos y, en menor medida, carnes magras. Consume lo menos posible refrescos, azúcar y dulces; usa la sal y el aceite con moderación. Y no olvides mantenerte siempre con actividad física, te ayudará a llevar una vida más sana y a controlar tu peso.
En el próximo artículo recordaremos algunos buenos hábitos alimenticios que podrías implementar a tu vida y otras conductas que podrían serte de utilidad.
Lecturas recomendadas:
- ¡Adelgace! Comprenda su alimentación más allá de lo que come. Autoras: Adriana Zuleta, N.D., Clemencia de la Espriella. Ps. Ma.
- Lo mejor que puedes comer. Autor: Dr. David Grotto.