La perfección es terrible, ella no puede tener niños
Sylvia Plath
Estar embarazada es algo complejo para muchas mujeres. Ella suelen lidiar con náuseas, aumento de peso, dolores en las piernas, varices, edemas, estrías y cambios de humor, entre otras cosas. Hay grandes expectativas puestas en la salud del bebé y de la madre durante el periodo gestacional.
Además de los cambios físicos, hormonales, emocionales y psicológicos, las futuras madres enfrentan preocupación por el aspecto médico. Las visitas a la consulta prenatal pueden, en muchas oportunidades, ser fuente de incertidumbre y ansiedad para la madre.
Una vez acabada la gestión comienza el trabajo de parto. Esta no es una buena experiencia para quienes presentan complicaciones obstétricas y, en algunos casos, puede ser referido como un evento traumático para las madres.
Después del alumbramiento llega la preocupación por cuidar del recién nacido y el comienzo de la lactancia materna. Con estos cambios también empieza la interrupción del sueño y la presión social o familiar que se convierten en grandes desafíos para la mujer que acaba de tener un hijo. Esto sin mencionar el dolor y la incomodidad que puede traer la recuperación de una cirugía en el parto.
¿Qué es la depresión posparto?
La depresión posparto es un trastorno mental afectivo severo. Su incidencia mundial es del 15% y está incluida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5) bajo la denominación de “trastorno depresivo durante el período perinatal”.
Es muy importante recordar que se asocia a suicidio y filicidio. El primero es una de las causas más importantes de muerte materna durante el período perinatal. La depresión posparto se relaciona con síntomas psicológicos y alteración de patrones biológicos.
Conoce aquí las 4 causas de la depresión femenina
Entre ellos podemos encontrar un estado emocional triste, altos niveles de cansancio y trastornos del sueño. Así mismo observamos un compromiso del eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal que es el responsable de la secreción de la hormona cortisol necesaria para hacer frente a situaciones de estrés.
Aunque los síntomas suelen aparecer después del nacimiento del bebé, las mujeres que posteriormente desarrollan depresión posparto. Pueden presentar síntomas psicológicos durante el embarazo como somatización, depresión, ansiedad y estrés específico del embarazo, y mayores niveles de cortisol desde el primer trimestre.
¿Cuál es la causa de la depresión posparto?
El origen de la depresión posparto no está clara a la luz de la ciencia. Se ha sugerido que los factores estresantes genéticos, hormonales y psicológicos desempeñan un papel en el desarrollo de esta depresión.
La depresión posparto podría ser causada por alteraciones de múltiples sistemas biológicos y endocrinos. Por ejemplo, el sistema inmunológico, el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA) y las hormonas lactogénicas. El eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA) está involucrado en el proceso de la enfermedad de la depresión posparto.
Dicho eje provoca la liberación de cortisol en traumas y estrés. Si su función no es normal, entonces, la respuesta disminuye la liberación de catecolaminas. Esto conduce a una respuesta deficiente al estrés.
La depresión posparto es la complicación obstétrica más común
Los cambios rápidos en las hormonas reproductivas, como el estradiol y la progesterona, después del parto pueden ser el factor estresante potencial en mujeres susceptibles y estos cambios pueden conducir a la aparición de síntomas depresivos. La oxitocina y la prolactina también juegan un papel importante en la patogénesis de la DPP.
Estas hormonas regulan el reflejo de bajada y de la síntesis de la leche materna. Los niveles bajos de oxitocina se observan particularmente en DPP y destete temprano no deseado. Durante el tercer trimestre, los niveles más bajos de oxitocina se asocian con un aumento de los síntomas depresivos durante el embarazo y después del parto
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Entre los elementos que hace a una mujer más propensa a la depresión posparto encontramos cuadros depresivos en embarazos anteriores, antecedente de trastorno depresivo mayor, especialmente de evolución recurrente y aparición de episodio depresivo durante el embarazo. El trastorno bipolar está altamente asociado a episodios afectivos en el posparto así como el antecedente de trastorno disfórico premenstrual.
Existen algunos factores predictores de depresión postparto que se deben tener en cuenta como ansiedad marcada durante el embarazo y presencia de eventos estresantes. Así mismo, los problemas maritales, un apoyo social inadecuado, baja autoestima, antecedentes familiares de depresión posparto, embarazo no deseado o producto de una violación, ser soltera y tener un bajo nivel socioeconómico pueden incluir en la aparición de depresión.
¿Cómo se manifiesta?
Cuando la angustia y la tristeza inicial no desaparecen y comienzan a adicionarse otros síntomas más fuertes que le impiden a la mujer cuidar adecuadamente de sí misma y del bebé , estaríamos haciendo frente a una depresión post parto.
Es importante estar atentos y tener claro que esta enfermedad no se puede manejar con consejos como: “pon de tu parte”, “sé agradecida con la vida o “es una bendición que seas madre”.
Estos nueve síntomas están presentes casi todos los días y representan un cambio con respecto a la rutina cotidiana de la mujer:
- Estado de ánimo deprimido presente la mayor parte del día
- Pérdida de interés o placer
- Insomnio o hipersomnia
- Retraso psicomotor o agitación
- Ideas de minusvalía, inutilidad, desesperanza o culpa
- Pérdida de energía o fatiga.
- Ideación o intento suicida y pensamientos recurrentes de muerte
- Deterioro de la concentración o indecisión
- Cambio de peso o apetito (5% durante un mes)
Estos síntomas pueden ocasionar mucha angustia y deterioro significativo. La DPP puede llevar a un mal vínculo materno-infantil, falta de lactancia materna, prácticas negativas de crianza, discordia matrimonial, así como peores resultados relacionados con el desarrollo físico y psicológico del niño.
¿Cuál es el tratamiento?
Los profesionales que manejan estos casos son los psiquiatras especializados en la rama de psiquiatría de enlace o en la psicopatología de la mujer. Les aseguro que salir de ese estado no se logra intentando ser “positivos” sino que requiere un tratamiento.
De ser posible, el equipo de acompañamiento debe ser interdisciplinario e integrado por un gineco-obstetra, un psiquiatra y un psicólogo. Además de contar con psicoeducación y apoyo e intervenciones especiales tanto a la paciente como a sus familiares.
Las personas cercanas son las que pueden notar que algo no va bien, incluso antes que la misma enferma. En general le pueden brindan soporte , comprensión, ayuda con cuidados del recién nacido y le sugieren a la paciente que busque ayuda profesional. El tratamiento de primera línea es la farmacoterapia con antidepresivos ISRS como sertralina, fluvoxamina y citalopram. Estos asociados a una psicoterapia cognitiva, conductual, orientación psicopedagógica o asesoramiento. El tratamiento debe ser personalizado.
Una vida saludable puede proteger a las mujeres de la depresión
Se recomienda una combinación de terapia congnito-conductual y antidepresivos para mujeres con depresión moderada a severa. Hay que considerar cambiar a inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina Venlafaxina (IRSN), mirtazapina o bupropión (antidepresivos atípicos) si los ISRS no son efectivos para controlar los síntomas.
Una vez que se alcanza una dosis efectiva hay que continuar el tratamiento durante seis a 12 meses para prevenir la recaída de los síntomas. El riesgo de amamantar mientras toma un inhibidor de la recaptación de serotonina es relativamente bajo y se puede alentar a las mujeres a amamantar mientras toman antidepresivos.
También te puede interesar “6 momentos de riesgo ante la depresión femenina”
Los hábitos alimenticios, la buena higiene, el ciclo del sueño, las actividades físicas y el ejercicio pueden actuar sobre la depresión posparto.
Es evidente que la disminución del sueño está asociada con la depresión posparto. La actividad física y el ejercicio disminuyen los síntomas depresivos pues disminuyen la baja autoestima causada por la depresión.
El ejercicio aumenta las endorfinas endógenas y los opioides, lo que trae efectos positivos en la salud mental. Esto también mejora la confianza en uno mismo y aumenta la capacidad de resolución de problemas y ayuda a enfocarse en su entorno
Si piensas que tienes depresión posparto atiende las siguientes recomendaciones:
- Recibe información apropiada que dé tranquilidad y valide la experiencia como mujer.
- Busca la asistencia de tu familia para que tú y tu hijo reciban la atención necesaria.
- Monitorea o vigila si los síntomas empeoran.
- Procura tratarte bien. Aunque te cueste trabajo atiende en lo posible tus necesidades principales: intenta dormir y comer bien, y no te sientas culpable acerca de cómo te sientes ahora, trata de no estar sola.
El hecho de que tengas una depresión posparto no significa que seas una mala madre
- Pide ayuda. Pídele a familiares o amigos te ayuden a cocinar, a limpiar la casa o a cuidar del bebé. Busca ayuda de un especialista de la salud mental.
- Comparte tus sentimientos con otros. Llama a un familiar o a una amiga que te sepa escuchar. Si tienes un esposo o pareja que te apoya asegúrate de que sepa lo que te está ocurriendo.
- No abandones el exterior de tu cuerpo, cuidar tu aspecto físico a veces te puede ayudar por dentro. Haz que tu esposo, un familiar o amigo cuiden de tu bebé mientras te das una ducha relajante. Sentirte mejor por fuera te ayudará a sentirte mejor por dentro.
- Averigua cuándo puedes comenzar a hacer ejercicio para ponerte en forma después del parto. La actividad física, junto a los medicamentos, el apoyo de tu familia y la psicoterapia ayudarán a que te recuperes más pronto.
- Intenta descansar en la medida de lo posible. Pídele a un familiar cercano que cuide al pequeño mientras cierras las cortinas, pones música suave, tratas de relajar el cuerpo y conciliar el sueño. La falta de sueño puede empeorarte y aumentar tu inatención.
Referencias
Mughal S, Azhar Y, Siddiqui W. Depresión posparto. [Actualizado el 27 de abril de 2020]. En: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 ene. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK519070/
Caparros-Gonzalez, R. A., Romero-Gonzalez, B., & Peralta-Ramirez, M. I. (2018). Depresión posparto, un problema de salud pública mundial. Revista panamericana de salud publica = Pan American journal of public health, 42, e97. https://doi.org/10.26633/RPSP.2018.97
Mughal S, Azhar Y, Siddiqui W. Depresión posparto. [Actualizado el 27 de abril de 2020]. En: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 ene. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK519070/
Cohen, L. S., Wang, B., Nonacs, R., Viguera, A. C., Lemon, E. L., & Freeman, M. P. (2010). Treatment of mood disorders during pregnancy and postpartum. Psychiatric Clinics, 33(2), 273-293.
Guía de Consulta de los criterios diagnósticos del DSM V
Miller, E. S., Hoxha, D., Wisner, K. L., & Gossett, D. R. (2015). The impact of perinatal depression on the evolution of anxiety and obsessive-compulsive symptoms. Archives of women’s mental health, 18(3), 457-461
Barnhill, A., & Morain, S. R. (2015). Latch On or Back Off? Public Health, Choice, and the Ethics of Breast-Feeding Promotion Campaigns. IJFAB: International Journal of Feminist Approaches to Bioethics, 8(2), 139-171.
Meltzer-Brody, S., Colquhoun, H., Riesenberg, R., Epperson, C. N., Deligiannidis, K. M., Rubinow, D. R.,… & Jonas, J. (2018). Brexanolone injection in post-partum depression: two multicentre, double-blind, randomised, placebo-controlled, phase 3 trials. The Lancet, 392(10152), 1058-1070.
Di Scalea, T. L., & Wisner, K. L. (2009). Antidepressant medication use during breastfeeding. Clinical obstetrics and gynecology, 52(3), 483.
Meltzer-Brody, S., Colquhoun, H., Riesenberg, R., Epperson, C. N., Deligiannidis, K. M., Rubinow, D. R.,… & Jonas, J. (2018). Brexanolone injection in post-partum depression: two multicentre, double-blind, randomised, placebo-controlled, phase 3 trials. The Lancet, 392(10152), 1058-1070