fbpx
Inicio Pareja y sexualidad Cuckolding: la excitación al presenciar una infidelidad

Cuckolding: la excitación al presenciar una infidelidad

Por Phrònesis
cuckolding-excitacion-presenciar-infidelidad

La infidelidad es un “problema” que la mayoría de parejas quieren evitar. Por eso, el cuckolding es una tendencia reservada para hombres con “necesidades especiales” que fantasean con la idea de ver a sus esposas tener un encuentro sexual con otra persona. 

La práctica deriva del triolismo, nombre que recibe el acto de tener relaciones sexuales con dos o más personas a la vez, y que deriva del francés “trois” (tres). El cuckolding (‘cuernos’ en su idioma original) es un concepto que pretende ser claramente ofensivo, ya que hace referencia a los hombres que son traicionados por su pareja; sin embargo, la connotación que adquiere como fetiche es completamente distinta, pudiendo interpretarse como el disfrute y excitación sexual a través de la humillación consensuada.  

¿Infidelidad o acuerdo mutuo?

Remitiéndonos al concepto de infidelidad en pareja, que nos habla del rompimiento unilateral de un acuerdo establecido por ambas partes donde figura la exclusividad sexual, el cuckolding viene a ser, más bien, “una canita al aire” que ambos miembros de la relación aprueban.

Todo suele empezar con el deseo del hombre de ver a su pareja tener sexo con alguien más. Si la pareja acepta, eventualmente ocurre el encuentro, donde el esposo o cónyuge puede convertirse en un mero espectador o unirse al acto.

Para algunos hombres, es más placentero mirar de lejos que ser parte de. 

Un hombre involucrado en una escena de cuckolding se define como un cuckold, es decir, alguien que obtiene placer erótico y masoquista de su pareja femenina mientras ella mantiene relaciones sexuales con otro hombre” .

Existen pocas investigaciones en torno al mecanismo psicológico que motiva el cuckolding, o por qué sentiría alguien placer sexual al ver a su pareja con otra persona. Un estudio publicado en 2011 en la revista Journal of Epidemiological Community Health se limita a destacar las consecuencias genéticas a largo plazo de esta práctica; el documento, escrito por el profesor de psicología William McKibbin de la Universidad de Michigan, explica cómo el cuckolding lleva a muchos hombres a criar hijos concebidos por otro, lo cual, si bien aporta variedad genética a los descendientes, es una mala noticia para los genes del “macho cornudo”.

Por supuesto, existe una línea de separación significativa entre el cuckolding y la paternidad cuyo traspaso depende exclusivamente de los intereses y dinámica de la pareja. En muchos casos, todo se queda en un fetiche que ambos miembros de la relación disfrutan, aprueban y son capaces de manejar con madurez. De lo contrario, los efectos graduales de la inseguridad y los celos podrían acabar con todo sin dar tregua a segundas oportunidades.

¿En serio es recomendable practicar el cuckolding?

Ninguna práctica sexual puede recomendarse a todo el mundo, ya que una experiencia positiva o negativa guarda relación directa con nuestros valores y principios (siempre innegociables), nuestra crianza, entorno cultural y vivencias pasadas.

Los psicólogos aconsejan a las parejas que sienten curiosidad por probar el cuckolding empezar despacio y experimentar primero con películas eróticas y juegos de rol en la cama. De este modo puede realizarse un análisis de las emociones previas y tener una idea del impacto psicológico que produciría el evento.

En su libro Esposas insaciables: Las mujeres que se alejan y los hombres que las aman (2011), escrito por el psicólogo David J. Ley, se describe el caso de la pareja formada por Michael y Janice, y cómo concibe ella la experiencia de introducir a una tercera persona en su relación:

“La mayoría de las relaciones comienzan a morir cuando una pareja llega a un acuerdo para ignorarse mutuamente. La vida en matrimonio viene desde el crecimiento”, explica Janice. “Y en el momento en que traes una tercera o cuarta persona a la fiesta, ya no hay nada que ocultar. Nunca he conocido a nadie que ame y respete tanto como a Michael, así que no se trata de buscar algo que está haciendo falta. Se trata de diversión y disfrute, de mantener el sexo vivo cuando se ha roto”.

En palabras del Dr. Ley, las parejas que recurren al cuckolding eligen compartir la sexualidad de la esposa con los demás, fortaleciendo los vínculos entre el esposo y la esposa y, a veces, entre ellos y otros hombres”. 

Para alcanzar este punto de compenetración y goce sexual debe existir, primero, una relación basada en la confianza y el respeto, así como un pleno discernimiento entre la intimidad física y la lealtad emocional; de lo contrario, y como sugiere la sabiduría popular, el cuckolding puede matar al gato. 

Related Articles

Deja un comentario