Si te encuentras esperando un bebé, muy seguramente has sentido aquellos movimientos a lo que les llaman “pataditas”.
Pero, aunque lo creas o no, estos movimientos van más allá de que se esté acomodando. Incluso, la creencia dicta que te está queriendo decir algo sobre determinada acción que le gusta o le disgusta. Ten en cuenta que más allá de esto, hay una serie de acciones comunicativas naturales a las que debes prestar atención. Con el transcurrir de los días y relacionado a tus costumbres durante este periodo, tu bebé te dirá mucho más de lo que puedes imaginar
Los bebes llegan a reconocer voces y a reaccionar frente a ellas, incluso por el tono y la emoción con la que sea comunicada. Es en las últimas diez semanas del embarazo cuando sentirá la diferencia entre quienes escucha. ¡Un momento! No creas que está entendiendo y dando por sentado quién es quien se dirige a él. Este proceso consta de percibir las vibraciones de la voz y sentir afinidad de unas sobre otras, especialmente de sus seres más cercanos. Por ende, aprovecha a hablarle a tu bebé constantemente de forma cariñosa y pausada para que reconozca tu voz de madre.
No solo después del nacimiento lo hará sino antes del mismo, tu bebé se chupa el dedo. Sus reflejos naturales impulsan cerebralmente al bebé a llevar el dedo a su boca, a modo de entretención. Ecografías realizadas evidencian esta acción, que denota succión aplicada durante periodos de individualidad. Aunque, nada de qué preocuparse, ya que chuparse el dedo no generará malas costumbres posterior al nacimiento o trastornos en la personalidad. Por el contrario, esto se genera a raíz de acciones involuntarias desencadenantes de su estadía en el vientre materno.
Como todo ser humano, tu bebé sueña y reacciona con movimientos que son percibidos por ti misma. Estudios neurológicos demuestran que los bebés llegan hasta la quinta fase del sueño, como consecuencia de su normal actividad cerebral. ¿Has visto cómo los niños duermen durante horas sin despertarse? Pues bien, tu bebé no es la excepción. Alcanzar la quinta fase del sueño en bebés y niños es un hecho natural, debido a su fortalecimiento fisiológico y mental.
Tu bebé reacciona ante lo que le gusta y lo que no, incluso, alertándote sobre esto mismo. Puede sentirse incómodo ante ciertas luces que se reflejen sobre el área abdominal, ya que lastima su visión; ante esto se tapa los ojos. Además, reconoce ritmos y se altera frente a ellos, puede llegar a retorcerse y retraerse o sentirse totalmente distensionado y en armonía. Es más, ante los alimentos que consumes se saborea o se disgusta, aunque para ti sea placentero estar comiéndolo.
Tiene reacciones desde su aparato reproductivo que, a pesar de ni si quiera haber nacido podrían considerarse anormales; los hombres pueden generar erecciones a partir de las dieciséis semanas. Esto, como consecuencia de lo que hablábamos previamente (chupar su dedo) o rozar sus partes íntimas. Al igual que las niñas, quienes también sienten sensibilidad con ciertos movimientos al tocarse o moverse.
Aunque imagines que se encuentra en posición fetal durante el embarazo sin moverse, al menos anormalmente, también hace ejercicio constantemente. Además de los sonidos, melodías y voces, el bebé reacciona ante tus movimientos y los suyos mismos. Para el bebé también es necesario acomodarse y encontrar una posición acorde a su gusto. Por supuesto, con el transcurrir del tiempo será menor el espacio en el que se aloja debido al crecimiento y sentirás cómo necesita ubicarse como él lo disponga.
Tiene reacciones fisiológicas que parecerían locas escucharlas, pero que naturalmente debe hacer. Mientras estás leyendo un libro, ¡tu bebé está orinando!, o mientras caminas por el parque ¡tu bebé está bebiendo líquido amniótico!. Es que estas son acciones repetitivas y normales que se dan dentro de tu vientre, pero no tienes nada de qué preocuparte. El bebé toma de este líquido en mayor cantidad con sabores dulces y orina constantemente.
Como a ti te pasa, a él también, y es que le da hipo y brinca en tu vientre como a todos nos sucede. Es normal, tu bebé se está formando y mientras esto pasa el diafragma de su bebé se moldea, presentando estas acciones. Mientras esto ocurre, además de brincar, puede rotar al sentirse incómodo ante la sensación, haciéndolo hacia los lado o de arriba abajo y viceversa. Además, también lo creas o no tu bebé bosteza como consecuencia del poco movimiento que tenga. Puede hacer esto al durar un tiempo prolongado en una misma posición o en las noches.