Ser la tercera parte en discordia en una relación no solo genera profundas insatisfacciones y soledad. También daña la imagen y autoestima de la amante. De hecho, podríamos decir que no existe ninguna razón positiva por la cual una mujer quisiera adoptar este rol.
¿Alguna vez te has preguntado qué tanta culpa tiene cada uno en este triángulo amoroso? Generalmente aquella que se entromete suele llevarse toda la responsabilidad. Sin embargo, ¿dónde queda aquel que ha engañado descaradamente? ¿Qué tanto ha dicho a esa tercera persona para que esté ahí?
¿Cómo se comporta un infiel?
Por lo general los infieles siguen un patrón de comportamiento que se puede notar con facilidad. Todos quieren y buscan lo mismo: manipular. Lastimosamente esto no es tan evidente para la amante, la cual suele pensar que su relación es única e inigualable. ¡Vive en una burbuja de mentiras creada por él!
Para ti que estás en una situación parecida o que te estás dejando tentar por ese compañero de trabajo casado, presta atención a estas frases comunes que puede usar para endulzar tus oídos: “ojalá te hubiera conocido antes”, “siento que te conozco de toda la vida”, “somos el uno para el otro”, “jamás me había sentido así con alguien”.
Sin contar con la mentira más evidente acerca de su pareja real: “mi esposa es una bruja, ya no la aguanto”, “somos como hermanitos que duermen cada uno a un lado de la cama sin tener sexo”. En fin, pareciera que la mayoría de ellos “se sienten incomprendidos, solos y atrapados en una relación que no los mueve al 100%”.
¿Cuáles son las mentiras que dice un infiel?
Tan solo el 4% de los hombres que son infieles se terminan casando con su amante. Es decir que ese hombre que dice quererte jamás ha pensado en dejar a su pareja actual y de seguro te sigue atrapando con más engaños al igual que a ella. Estos son algunos de sus pretextos por los que “aún no puede estar contigo”:
- Tengo que encontrar el momento correcto para decírselo
- Tenemos negocios juntos que no puedo finalizar así como así
- Quiero hacerlo a mi manera y esto toma tiempo
- No puedo divorciarme por mis hijos
¿Realmente quiénes son infieles?
Los hombres infieles juegan a ser un “detective secreto” por placer. Tienen una doble vida que no quieren soltar y la cual les proporciona lo mejor de dos mundos: la tranquilidad de una esposa y la pasión de una amante.
¿Realmente crees esa mentira de que no tiene sexo con su esposa? Ojo con esto, él de seguro pasa todos los días y noches junto a ella y, sí, duermen abrazados y tienen sexo. Además, de seguro que si lo atrapan te va a dejar de inmediato. ¿Dónde quedó el amor y cariño que decía sentir por ti? Te negará fervientemente, se alejará por unos días hasta que “las cosas cosas se enfríen” y te pedirá paciencia. –> también te puede interesar “explicación científica a los comportamientos infieles“
Lo que tristemente espera toda amante
Las mujeres que se encuentran en el papel de amante quieren una relación normal. Sueñan con formalizar en algún momento y convertirse en “exclusivas” de aquel hombre. Anhelan que se les presente como la novia, pero ¿Cómo? ¡Si son la amante!
También se mueren porque su relación funcione y muestre ese carácter “especial”. Sin embargo, aquí es importante tener claro que ni tú, ni él, ni su relación son la excepción. Recuerda que solo el 4% de estas relaciones “tiene futuro”, sin restar el 75% de estas que se acaba separando.
Así mismo, la amante cree que la esposa es el único obstáculo que le impide ser feliz junto a su hombre. Pero, ¿cómo tener una relación con alguien que todo el tiempo ha demostrado con creces su inmadurez, falta de compromiso y deshonestidad?
Si esa persona con la que sales no ha dejado ya a su esposa o pareja, no la va a dejar jamás. A pesar de que te diga que contigo se siente mejor y más feliz, él quiere conservar esa relación que tiene contigo porque es como es. –-> También te puede interesar “Cómo aprendí a ser la amante”
Consecuencias de ser la amante
- No puedes tener una relación pública, compartir espacios con la persona que amas o presentarla a tu familia.
- Tienes que ajustar tus horarios y vida a él, porque debes estar siempre disponible cuando lo requiera.
- Te aíslas de tu familia y amigos por lo complicado de tu relación.
- Pierdes el tiempo en una relación rentada que reduce tus posibilidades junto a alguien que realmente te quiera.
- Tu reputación queda por el piso, sin contar con la nueva que tendrás que cargar.