“La cantidad cada vez mayor de niños con problemas de aprendizaje, con déficit de atención, con hiperactividad y con otros problemas de comportamiento que sabemos ahora que tienen que ver con la adicción de la madre a la nicotina”
Theodore Slotkin
Desde hace tiempo se sabe que el monóxido de carbono y la nicotina del humo de tabaco pueden interferir de manera decisiva con el suministro de oxígeno al feto. Por otra parte, la nicotina atraviesa fácilmente la placenta alcanzando concentraciones en el feto de hasta un 15 por ciento más altas que los niveles maternos. La nicotina se concentra en la sangre fetal, en el líquido amniótico y en la leche materna. La combinación de estos factores puede tener consecuencias bastante severas en los fetos y en los bebés de las madres fumadoras.
Los efectos adversos como consecuencia del mal hábito de fumar durante el embarazo incluyen:
- Retraso en el crecimiento fetal y bajo peso al nacer. Dicha disminución en el peso está relacionada con la dosis: mientras más fume la mujer durante el embarazo, mayor es la disminución en el peso natal infantil.
- El recién nacido también muestra señales de estrés y síntomas del síndrome de abstinencia consistentes con lo que se ha reportado en bebés expuestos a otras drogas.
- En algunos casos, el fumar durante el embarazo también puede estar asociado con abortos espontáneos y el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés)
- Al mismo tiempo, si la madre fuma más de un paquete de cigarrillos al día durante el embarazo, casi duplica el riesgo de que el niño afectado se vuelva adicto al tabaco si en algún momento de su vida comienza a fumar.
- Aumenta el riesgo de que el niño desarrolle obesidad.
- Alta probabilidad de que el niño desarrolle déficit de atención, problemas de aprendizaje y trastornos de la conducta.
La exposición temprana a la nicotina del cigarrillo puede provocar cambios genéticos generalizados que afectan a la formación de las conexiones (sinapsis) entre las células cerebrales durante mucho tiempo después del nacimiento, según concluye un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Este importante hallazgo nos señala el por qué el tabaquismo materno se relaciona con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), comportamientos adictivos y los llamados trastornos de conducta durante la infancia. La nicotina provoca estos efectos al afectar a un organizador maestro de empaquetamiento del ADN, que a su vez influye en la actividad de genes decisivos para la formación y estabilización de las conexiones entre las células cerebrales, según argumentan los autores del estudio, publicado recientemente.
“Cuando se altera el funcionamiento del organizador maestro en ratones de laboratorio, dichos ratones prestan atención a unos estímulos que deberían ignorar”, señala la autora principal del trabajo, Marina Picciotto, profesora de Psiquiatría en el Centro de Estudios Infantiles y los Departamentos de Neurociencia y Farmacología.
La característica distintiva del trastorno por déficit de atención con hiperactividad es la incapacidad para concentrarse. Esta incapacidad para centrarse en una actividad en un tiempo apropiado y otros problemas del comportamiento infantil han sido relacionados con el tabaquismo materno y la exposición al humo de segunda mano (fumadores pasivos). Sin embargo, los científicos no entendían de qué manera la exposición ambiental al tabaco temprana podría crear problemas de conducta años más tarde.
Ahora se sabe que hay un factor regulador de la expresión de nuestros genes que responde a la nicotina.
El laboratorio de Picciotto encontró que los ratones expuestos a la nicotina durante el desarrollo temprano, efectivamente, desarrollaron problemas de comportamiento similares a los síntomas del trastorno por déficit de atención en los seres humanos. A continuación, los estudiosos del tema hicieron una amplia exploración del genoma de los ratones expuestos a la nicotina y encontraron niveles más altos de actividad en un regulador clave de la metilación de las histonas, un proceso que controla la expresión génica cambiando el envoltorio del ADN en torno a los cromosomas. Finalmente la investigación mostró que los genes esenciales para la creación de sinapsis cerebrales estaban fuertemente afectados.
Por otra parte, los científicos encontraron que estos cambios genéticos se mantenían incluso en ratones adultos, pero cuando los investigadores inhibieron el regulador maestro de un proceso llamado metilación de las histonas, estos ratones adultos permanecieron más tranquilos y ya no reaccionaron a esos estímulos que deberían ignorar. En una prueba final, los investigadores, activaron la expresión de este regulador en ratones no expuestos a la nicotina y los roedores mostraron un comportamiento que imitaba el trastorno por déficit de atención.
“Es muy valioso, por lo tanto, encontrar unos factores que pueden explicar los efectos a largo plazo de la nicotina sobre la estructura de las células cerebrales y el comportamiento”, dice Picciotto. “Fue aún más intrigante hallar un regulador de la expresión génica que responde a un estímulo como la nicotina y puede cambiar la actividad de la sinapsis y el cerebro durante el desarrollo”
Por: Dra. Iris Luna
Médico Psiquiatra – Máster en Nutrición
Especialista en Sobrepeso y Obesidad
Contacto: iluna@phronesisvirtual.com
Fuentes consultadas:
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¿Cuáles son los riesgos de fumar durante el embarazo? National Institute on Drug Abuse (NIDA)
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Yonwoo Jung,Lawrence S Hsieh,Angela M Lee,Zhifeng Zhou,Daniel Coman, et al. An epigenetic mechanism mediates developmental nicotine effects on neuronal structure and behavior; Nature Neuroscience. 2016.