¿Tienes una relación y te has vuelto demasiado dependiente de tu pareja? O, ¿sientes que tu pareja depende de ti todo el tiempo? Si es así, puede que seas emocionalmente dependiente o viceversa y que tu relación esté en peligro de verse afectada.
Los efectos de la dependencia emocional
¿Cuántas veces te has encontrado diciendo a tu pareja “no sé qué haría sin ti”?
No estabas bromeando, ¿verdad? La dependencia emocional no es una forma bonita de decir “te quiero”. En realidad, puede tener graves consecuencias con el tiempo.
Nos volvemos emocionalmente dependientes cuando requerimos de la aprobación o la ayuda de otra persona en la vida cotidiana. Puede que no lo veamos así en el momento, pero a través de la dependencia ponemos a nuestra pareja en una posición de poder, cediendo el control de nuestras emociones y decisiones.
Eso puede parecer algo bueno al principio, pero, con el tiempo, caemos en una dinámica poco saludable. Uno de los miembros de la relación se convierte en el que actúa y toma las decisiones mientras el otro se vuelve pasivo. Esto es especialmente cierto en las relaciones en las que hay un desequilibrio en las finanzas o en el estatus social.
¿Cómo se diferencian el amor y la dependencia?
Ahora, puede ser difícil saber si tu pareja o tú son dependientes emocionalmente, en especial porque la cultura mediática ha “normalizado” las historias de amor trágicas.
Si alguna vez te has dicho cosas como: “El amor verdadero siempre duele”, no te sientas mal, no eres el único que ha caído en la trampa de la prensa amarilla. Aquí hay algunas señales para salir del engaño y comenzar a darte cuenta de si tu pareja o tú son dependientes:
- Tienen miedo de estar solos.
- Los episodios de celos son intensos y recurrentes.
- Cuando el ser amado se niega a satisfacer las peticiones, hay cambios de ánimo bruscos y dramáticos.
- Hacen todo juntos (todo).
- Deben tomar cada decisión con la aprobación del otro.
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¿Cómo superar la dependencia emocional?
Si te preocupa tu propia dependencia o la de tu pareja, puedes empezar por ser sincero contigo mismo y establecer qué tan sana es tu relación. Si descubres que no lo es, que siempre parece haber un desequilibrio emocional, considera la posibilidad de acudir a terapia.
La dependencia emocional puede darse en relaciones en las que:
- Hay falta de comunicación y cada miembro tiene diferentes expectativas.
- Hay una baja autoestima o autoconcepto negativo de por medio.
- Uno de los miembros de la pareja se siente inseguro y necesita más seguridad que el otro.
- Una persona tiene poca capacidad de afrontamiento y necesita el apoyo constante de su pareja para superar los problemas.
Resolver estas situaciones por tu cuenta puede ser complicado. Pero, con la ayuda de un profesional, será más sencillo identificar las causas de la dependencia en tu vida y rehacer tu relación de pareja con pie derecho.
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¡Ánimo! La dependencia emocional es más común en las relaciones de lo que piensas, pero si tanto tú como tu pareja están dispuestos a trabajar en el tema, es posible mejorar.
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Referencias:
How to Recognize and Work Through Emotional Dependency.
Disponible en: https://www.healthline.com/health/emotional-dependency
