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Cambios hormonales y salud mental: el embarazo

Por Phrònesis
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El embarazo es una de las etapas más especiales e inolvidables de la vida de la mujer.  Si te sientes  muy emotiva, sensible y vulnerable es debido a importantes cambios hormonales que no solo afectan tu cuerpo, también tienen  incidencia en la emocionalidad con la que enfrentas cualquier contratiempo, tu  autoestima y hasta la salud mental en general.  Si estás embarazada ¡Felicidades! Disfruta de esta etapa e infórmate  de los cambios hormonales y cómo pueden afectarte.

Seguramente ya presentas evidentes cambios en tu cuerpo y estés experimentando sensaciones novedosas para ti o sientes que las emociones son más intensas. Hay una explicación para todos esos cambios, tanto a nivel físico como emocional: los cambios hormonales. Sí, en tu cuerpo ocurre una revolución hormonal que es la que garantiza que el óvulo recién fecundado se mantenga seguro y tu bebé se desarrolle sano y fuerte.

Hormonas del embarazo

Desde el mismo momento en el que el óvulo es fecundado, los niveles de ciertas hormonas de tu organismo aumentan y comienzas a producir algunas nuevas:

Gonadotropina coriónica humana (HCG)

Es la famosa hormona del embarazo, sólo circula por tu sangre mientras estás gestando. Se detecta en la orina y es la encargada de anunciar tu embarazo. Su función es suprimir la menstruación y estimular la producción de progesterona y estrógenos. Es también la responsable de los vómitos y náuseas que experimentas durante el primer trimestre del embarazo.

Progesterona 

Se produce en los ovarios y posteriormente en la placenta. Se encarga de preparar el útero para recibir al óvulo fecundado y permite que el futuro bebé pueda ser albergado en la comodidad de tu útero sin que el organismo lo rechace. El aumento de progesterona hace que te sientas cansada y se incremente tu temperatura corporal. También hace que aumenten las visitas al baño, los ardores de estómago y las digestiones pesadas; el estreñimiento y el cansancio.

Estrógeno

Estimula el crecimiento del útero y facilita el paso del bebé por el canal del parto. Esta hormona induce la reproducción celular de algunos órganos. Debido a esto tus pechos aumentan su tamaño y se genera la producción de leche materna. Su presencia hace que tu sistema olfativo se hipersensibilice y puedas experimentar el rechazo repentino a ciertos olores o sabores.

Prolactina

Esta hormona se origina en la placenta y te prepara para la lactancia, estimulando las glándulas mamarias.

Oxitocina 

Es clave en el parto porque no solo provoca las contracciones sino que también favorece el establecimiento del vínculo afectivo entre tú y tu bebé.

Efectos de las hormonas en tu salud mental

Durante la gestación puedes experimentar cambios emocionales muy importantes que son producto de las sobrecargas hormonales que ocurren en tu organismo.

Los neurotransmisores del cerebro están alterados porque no reciben los mismos niveles hormonales de siempre. 

Esto hace que tus estados de ánimo cambien de modo repentino.

Puedes pasar de la alegría al llanto en un minuto y también que estés más irritable o de mal humor.

Es posible que te muestres ansiosa o hipersensible hacia aspectos que antes no eran importantes para ti o que pases de ser una persona segura de ti misma a sentirte insegura y vulnerable.

Como los niveles de progesterona y estrógenos se duplican en esta etapa, el aspecto racional de tu personalidad disminuye y el emocional aumenta, lo cual hace que aumente tu sensibilidad.

Este vaivén emocional es mucho más evidente durante el primer trimestre del embarazo, pues a medida que se estabilizan los niveles de las hormonas y te vas adaptando psicológicamente a la gestación, tu estado emocional también se normaliza.

También te puede interesar: Cambios hormonales y salud mental: periodo premenstrual

¿Y después del parto?

Luego del parto toda la revolución hormonal por la que has pasado durante el embarazo vuelve a su cauce. Aunque puedes seguir experimentando algunos de sus efectos. En el posparto inmediato, la reducción radical de estrógenos y progesterona en el organismo de la mujer suele causar un sentimiento de decaimiento general conocido como el “baby blues”, que afecta al 80% de las madres en los primeros días después del parto.

Si este  este decaimiento general no se supera en los primeros 15 días después del nacimiento del bebé, puede alcanzar una intensidad extrema y devenir una depresión post-parto, un trastorno de ánimo caracterizado por:

  • Sentimientos de extrema tristeza: La mujer se siente inexplicablemente triste, la invade una profunda melancolía.
  • Cansancio:Siente que carece de fuerzas y energía para realizar los actos más simples como peinarse o cambiarse de ropa.
  • Llanto frecuente: Le sobrevienen deseos de llorar en cualquier momento del día, los cuales no puede evitar.
  • Ansiedad: Aparecen pensamientos recurrentes de tipo catastrófico y preocupación irracional que escapa a su control.
  • Irritación o enojo: Episodios de ira o reacciones desproporcionadas ante pequeñas contrariedades o situaciones cotidianas.
  • Alteraciones de sueño: Se expresa en exceso o falta de sueño.
  • Dolores y molestias físicas: aparecen jaquecas, problemas estomacales o tensión muscular con frecuencia.
  • Trastornos alimenticios: Que pueden expresarse en hambre voraz o inapetencia.
  • Aislamiento: Deseo de estar sola, le molesta el contacto social, no desea recibir visitas.
  • Dificultad para crear un vínculo emocional con su hijo: no muestra disposición a cuidar del niño ni apego hacia él.
  • Dudas sobre la capacidad de cuidar al bebé. Se siente incompetente para cuidarlo, le da miedo lastimarlo, duda sobre su capacidad como madre. Se baja su autoestima.

Querida madre, no tengas vergüenza si experimentas algunos  o muchos de estos síntomas. Conscientiza  lo que  te está pasando y no te eches la culpa, el posparto implica momentos difíciles, de mucha presión.  El cansancio y la fatiga no contribuyen a tu recuperación.  Busca espacios para expresar tus emociones y seas escuchada y comprendida sin juicios.  Apóyate en tu pareja, familiares y amigos. Si los síntomas persisten  busca ayuda  terapéutica para sobrellevar esta condición y así puedas disfrutar de tu rol como madre.

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