Mantener nuestro peso en niveles normales es todo un acto de equilibrio. Así como lo leen mis queridos amigos. Recordemos que las calorías que ingerimos, el funcionamiento hormonal (insulina, hormonas tiroideas, cortisol, etc.), la edad, el ejercicio físico y la herencia, entre otras cosas, son elementos muy importantes cuando hablamos de temas como el sobrepeso y la obesidad.
Además, nuestros hábitos cumplen un papel fundamental en el mantenimiento de nuestro peso corporal. Por decir algo, los padres deben tomar conciencia y asumir los errores que cometen en su dieta y estilo de vida para evitar trasladarlos a sus hijos, ya que la clave de un peso saludable se centra en comer mejor, moverse más, tener una buena calidad de sueño, manejar adecuadamente el estrés y recibir asesoría especializada en determinados casos (trastornos hormonales, historia de obesidad familiar, etc.).
Es importante tener en cuenta el papel de la herencia en la obesidad. Algunos genes intervienen en el centro del hambre, en la regulación del peso, en el número y tamaño de las células grasas del cuerpo y en la distribución de dicho tejido graso en diferentes zonas de nuestra anatomía, así como en el gasto energético (se cree que el balance energético de una persona puede estar influenciado hasta en un 40% por su herencia genética afectando tanto a su apetito como a su metabolismo y composición corporal).
Las dietas de moda pueden prometernos que eliminar todos los carbohidratos o tomar litros de agua con vinagre, o ingerir kilos de “Garcinia Cambogia” hará que adelgacemos para siempre. Pero la cosa no es así, pues cuando se trata de mantener nuestro cuerpo equilibrado y armónico, la ingesta de calorías sí cuenta. La clave está en gastar más calorías de las que ingerimos. Esto puede hacerse mediante la reducción de la ingesta de calorías presentes en los alimentos y bebidas, y el incremento de las calorías quemadas a través de la actividad física diaria.
Piensa que no es lo mismo comer una taza de arándanos congelados sin azúcar añadida (80 calorías), que una porción de 1/3 de taza de arándanos secos que proporcionan unas 125 calorías por cada porción.
Una vez tengas claro lo anterior, ya estás listo(a) para establecer tus objetivos de pérdida de peso y hacer un plan para llegar a ellos. Recuerda, no tienes que hacerlo solo, habla con tu médico, nutricionista, familia y amigos para que te brinden el mejor apoyo. Pregúntate si estás dispuesto(a) a tomar tu peso en serio y si estás preparado(a) para hacer los cambios necesarios en tus hábitos cotidianos. Además, intenta hacer un plan inteligente y sensato: anticipa cómo vas a manejar situaciones que desafían tu determinación, flexibilidad mental, equilibrio emocional y los pequeños contratiempos inevitables.
En el caso de que presentes una obesidad importante y problemas metabólicos serios debido al sobrepeso, es muy posible que además de limitar la ingesta de calorías, realizar ejercicio físico, manejar el estrés, etc., tu médico te sugiera el empleo de algún medicamento aprobado para tal uso (Contrave -hidrocloruro de naltrexona y clorhidrato de bupropión-), o una cirugía de las vías digestivas para ayudarte a bajar de peso. En tal caso, es fundamental que discutas ampliamente los riesgos y beneficios de tales medidas, así como los efectos a largo plazo de los tratamientos. Si fuera necesario, valdría la pena consultarlo con un profesional de la salud mental para que te descarte algún trastorno de la conducta alimentaria como por el ejemplo el trastorno de sobre alimentación, del que ya hemos hablado en uno de mis artículos en el blog de Phrónesis: Leer artículo.
Pero en cualquier caso, no te olvides de tu derrotero: La clave para perder peso con éxito es un compromiso consciente para hacer cambios claves en tu dieta y hábitos de ejercicio. No obstante, realizar estos cambios es una tarea llena de obstáculos y dificultades, por esta razón quiero invitarte a que continúes esta lectura descargando completamente gratis el documento “Luchando contra la obesidad: Barreras que debes vencer para llevar una alimentación sensata y empezar a hacer ejercicio regularmente”. En este documento además de esta introducción vas a encontrar pautas claras para vencer esas barreras que nos impiden hacer de la alimentación saludable y del ejercicio regular un hábito en nuestras vidas.