No confíes en las palabras bonitas si vienen de alguien que te amarga la vida

Qué difícil encontrarse con alguien que, a simple vista, tiene todo para enamorarte, pero más temprano que tarde, te decepciona. Al principio quieren ganarse tu amistad, te invitan a salir, te pintan un mundo de colores y al final no era más que eso: una pintura. Este tipo de personas te marcan la historia, dejando una huella imborrable muy difícil de cicatrizar. Por eso, en este artículo te pedimos que no confíes en las palabras bonitas, si vienen de alguien que te amarga la vida.

Todo cuento tiene su inicio, desarrollo, y final; algunos positivos y otros negativos, indistintamente de la fase del relato. Lo realmente complicado es cuando su inicio y, hasta cierta parte del desarrollo, es positivo. Al principio es ternura, detalles de amor, mensajes bonitos y amor, algo que muchas veces no se espera se transforme. El inicio está destinado a no permitir que ninguno piense en otra cosa, más que en esa persona y las sensaciones que genera. Es clásico decir tener “mariposas en el estómago”, “¿me hiciste brujería?”, “no sé qué me hiciste”, “nunca había sentido algo así”, etc.

Esto es bueno, porque a partir del nuevo suceso se fortalece la personalidad, se toma confianza sobre la persona y se depositan en ella sentimientos. Es una vivencia inigualable, que no puede contarse hasta que sea vivido realmente. El punto de inflexión es si se sabe a quién se le está abriendo esa puerta y si las palabras son más que las acciones. No estamos diciendo que te armes de desconfianza y la tires al olvido, o no permitas que otra persona llegue con buenas intenciones. El punto de partida consta de ser transparentes, sin guardar la realidad que llevas en el corazón o terminará por afectarte.

No habrá nada más incómodo que recibir elogios, comentarios dulces y detalles amorosos, si el corazón está predispuesto. Esa persona que arruina sus detalles con comentarios negativos, puede hacerlo sin estar siendo artificial. Por el contrario, puede pretender sentirse bien y hacerte sentirlo de igual forma, solo que han dado pie a que todo tome otro rumbo. Si esa persona trae más problemas que soluciones y te está llevando a arruinarte, abandona de inmediato. Si no es así y, por el contrario, también estás generando cierta molestia que está afectando la relación, busquen soluciones en conjunto.

Ese es el gran problema que existe hoy en día. Las relaciones cada vez son más superficiales y la satisfacción propia puede más que la historia creada entre ambos. Comentarios en redes sociales, likes “inapropiados”, llamadas inesperadas y demás pueden que te estén amargando la vida. Pero, ¿esa era tu seguridad y la estabilidad de la relación?, si aún queda suficiente para continuar, ¿por qué no hacerlo? Prueba con socializar lo que no te gusta, tal vez te centres más en tu amargura que en encontrar salidas equitativas para ambos. Si optas por salir corriendo cual cobarde, tal vez sea tu ego el que quieras te satisfagan.

Si ves que es inmanejable la situación; si presencialmente obtuvieron ayuda psicológica; si asistieron a terapia de pareja y no dejaron la relación en el aire; si son más los resultados negativos que positivos en tu vida, corta la relación de inmediato. Pero si se trata de tu ego y felicidad propia, estarás cometiendo un grave error. Si todo era tan bonito al principio, ¿qué los detiene hoy y qué has propuesto?, ¿por qué no puede ser igualmente bonito o mucho mejor ahora?, ¿ya lo intentaste?