Recientemente se ha descubierto que el aceite de coco es tan poco saludable como el aceite común y la margarina. Esto, ha quedado ratificado por los expertos y se ha hecho público en el portal de BBC News. Sigue leyendo y entérate de todo…
Para los expertos de la Asociación Americana del Corazón, cuyas siglas en inglés son AHA. El aceite de coco está repleto de una gran cantidad de grasas saturadas. Las cuales, inducen a elevar los niveles del colesterol malo. La problemática radica en que este dichoso aceite se vende como un alimento complementario a una dieta saludable y equilibrada. A pesar de que, supuestamente, no cuenta con ninguna clase de beneficios para la salud y bienestar de las personas.
Sin embargo, discernir entre qué grasas comer, puede llegar a ser bastante complicado. Un ejemplo de ello es la grasa proveniente del cerdo. La cual, se puede considerar bastante dañina para el metabolismo del cuerpo humano. En cambio, aceites derivados del olivo y el girasol son una opción más agradecida con la salud del cuerpo. La premisa de ello se centra en la cantidad de grasas saturadas que contienen cada uno de los productos ya mencionados anteriormente.
¿Qué es el colesterol y por qué es tan perjudicial para el organismo?
Debemos entender que el colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en una gran diversidad de alimentos. Existiendo dos tipos. Uno que es nocivo y otro que es necesario para el buen funcionamiento del cuerpo humano. El colesterol de lipoproteínas de baja densidad o también conocido con el acrónimo LDL. El cual, es considerado “malo” y el de lipoproteínas de alta densidad (HDL) definido como el “bueno”.
El LDL se deposita entre las paredes de las arterias, endureciéndose y provocando placas de grasa que causan obstrucción. Siendo esta una de las principales causas de muerte, gracias a los ataques cardiacos y otro tipo de dolencias como lo son los accidentes cardiovasculares. Por otro lado, el HDL transporta las partículas de LDL hasta el hígado. Lugar donde es filtrado y procesado. En conclusión, debe existir una mayor proporción de HDL que LDL, cosa que al parecer no sucede cuando se ingiere el aceite de coco.
¿Qué dicen los estudios?
Los estudios llevados a cabo por la AHA arrojaron como resultados que el 82% de grasas que contiene el aceite de coco son saturadas. Estando dicha cantidad muy por encima de otros tipos de aceites y mantecas como lo es la mantequilla con un 62%. La manteca de cerdo tiene 39% y la manteca de vaca curiosamente solo tiene un 50%.
Sin embargo, aún quedan partidarios que creen que la combinación de las diferentes grasas en el aceite de coco determina un ingrediente saludable para la dieta diaria. Por lo que, aún muchos lo hacen ver como un elemento a incluir en la alimentación. No obstante, la AHA no ha encontrado evidencia que valide esa afirmación.
Lo que recomiendan los especialistas es limitar la cantidad de grasas saturadas. Y, con ello, la ingesta del aceite de coco. Preferiblemente, sustituyéndolo por aceites vegetales insaturados. Entre los que destacan el aceite de oliva y girasol. Así como sus diferentes variedades.
Interesante sobre el aceite de coco…
En el Reino Unido, la revista Public Health England aconseja a todo su público que reduzca el consumo de las grasas saturadas. Además de revisar la etiqueta de cada producto que adquieran y consuman. Esto, con el fin de ver el porcentaje indicado de las grasas saturadas en el mismo (trans fat). Sin embargo, nuevos estudios sobre el aceite de coco hacen que este sea objeto de múltiples criterios. Los cuales, apoyan y rechazan, a su vez, a este polémico aceite.
Tengamos en cuenta que, el hombre promedio no debe comer más de 30 gr de grasas saturadas al día. En cambio, la mujer no debe sobrepasar la cantidad de 20 gr por día. Con ello, no implica que se debe evitar por completo. Puesto que, y a pesar de que muchos lo nieguen, las grasas son una rica fuente de vitaminas como la A, D y E. Constituyendo un elemento indispensable en la dieta de toda persona que quiera conservar su salud y bienestar corporal. Recuerda que, la alimentación consciente forma parte de los estilos de vida y su impacto sobre la salud.