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8 actitudes que los niños detestan de los adultos

Por Lic. Marcela Monte
Qué odian los niños de los adultos, 8 actitudes que los niños detestan de los adultos

“Los niños no traen un manual debajo del brazo”, tampoco un driver, o una instalación que se autoejecute para la buena crianza.

He observado que aunque los adultos expresen poner en juego lo mejor de sí mismos en la crianza y educación, los niños perciben desde una particular perspectiva muchas otras cosas.
Lo cierto es que generalmente se aplica aquello que parece lo mejor en ese momento, sin embargo ¿conocemos cuáles son los comportamientos de los adultos que los pequeños reprueban?

Estos son los comportamientos que los chicos mencionan con mayor frecuencia:

1. Que les mientan
La mentira quita credibilidad y respeto hacia el adulto que miente. No importa qué tan importante o banal sea la mentira, no interesa si la motivación para mentir u ocultar información es proteger al niño de una dolorosa verdad. Si no sabemos cómo transmitir una noticia, busquemos ayuda para formularla y un momento apropiado para hacerlo, siempre que nos importe mantener una imagen confiable frente al niño.

2. Que los sobreprotejan
Para un niño, esto significa que subestiman sus capacidades para realizar una actividad, o su potencial para aprender a hacer algo nuevo, para resolver un problema o enfrentar una situación. Esta actitud de los adultos pone en riesgo el desarrollo de expectativas de autoeficacia adecuadas.

3. Que no les consulten al tomar decisiones que los involucran
Podemos mencionar grandes decisiones como una mudanza, pasando por intermedias como un cambio de colegio o de club, o una decisión más liviana como una actividad recreativa durante el fin de semana. No estoy planteando que se decida necesariamente lo que el niño o niña opine, sino que se sondee su punto de vista al respecto, y mostrar así consideración hacia su persona, a sabiendas de que la responsabilidad de tomar la mejor decisión es de los adultos.

4. Que exhiban incoherencias
Cuando un adulto significativo para un pequeño no hace lo que dice, o se comporta de aquella manera que ha criticado de otra persona, transmite información confusa que hace poco claros los parámetros de la educación que está brindando.

5. Que les oculten información importante
Cuando ocurren situaciones familiares, sociales o personales relevantes –como por ejemplo una enfermedad, una separación, un desempleo, un embarazo, una muerte- se debe buscar la manera apropiada de informar a los niños. Si el ambiente en el que se desenvuelve un pequeño se halla enrarecido por los comportamientos o actitudes de camuflaje de los demás, el crío puede fantasear con lo que sea que esté ocurriendo, y llegar a erradas conclusiones para completar internamente la información de lo que observa.

6. Que hablen de ellos delante de ellos
Cuando los grandes hablan de los chicos delante de ellos, se observa un fenómeno muy particular, en el que los niños o niñas observan lo que los adultos dicen de ellos sin derecho a réplica, sintiéndose desplazados, minimizados o inexistentes, pues consideran una irritante invasión a la privacidad divulgar sus situaciones personales, sin consultarles ni invitarles a que las compartan por sí mismos, voluntariamente.

7. Que los comparen
Situación fuera de lugar si las hay, el hecho de ser comparados con alguien “mejor” buscando motivar, habitualmente lleva a los niños a sentirse menospreciados y a despertar odio, rencor y/o envidia hacia el otro con quien lo comparan.

8. Que los amenacen con un futuro negativo
Grandes predictores de trastornos depresivos y/o ansiosos son las expectativas de futuros malignos: “nadie te va a querer así”, o futuros peligrosos: “¿quieres destruir la familia por hacer lo que quieres?”. Estos esquemas de pensamiento se siembran en la mente durante la infancia, y dependiendo de otros factores, pueden prosperar negativamente o neutralizarse con las experiencias vitales.

Si detectaste alguna de estas actitudes o comportamientos, te invito a preguntarte: ¿es éste el resultado que busco? Pues si no lo es, puedes revisar las estrategias que estás utilizando en el rol de crianza y educación.
Lo maravilloso de tener información acerca de la percepción que los niños tienen de las actitudes de los adultos, es que podemos repensarlas, hacerlas más conscientes, y generar los cambios necesarios para el buen desarrollo que anhelamos para ellos.

¡Quedo atenta a vuestros comentarios y experiencias!

 

Por: Lic. Marcela Monte
Licenciada en Psicología
Universidad Nacional de San Luis / Argentina
Psicoterapeuta Cognitivo – Conductual Infantil
Contacto: info@infantopsicologia.com

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