Para muchos, el tic-tac del reloj es algo aterrador. El tiempo se convierte en un tirano silencioso que puede llegar a generar desasosiego, frustración y pensamientos negativos en un sector amplio de la población. La sensación de no haber aprovechado “bien” el día es algo que altera la calidad de vida y genera inseguridad e impotencia en quienes tienen esta percepción de “tiempo malgastado”.
¿Tienes dificultades para concretar una cita con el médico, ordenar tu habitación o pagar tus impuestos? La postergación de algo que hay que hacer se llama la dilación o procrastinación. Todos lo hacemos a veces. Pero si constantemente luchas para terminar las tareas, puede haber un problema más grande en juego.
La motivación, energía y dedicación que le ponemos a las diferentes tareas de cada día, se relaciona con varios factores que vale la pena analizar para entender los motivos por los cuales nuestro rendimiento disminuye y no somos capaces de hacer las mismas cosas en un lapso de tiempo determinado.
1. ¿Cómo está la calidad de tu sueño? ¿Estás cansado?
Si, debido al estrés, problemas médicos, desorden de horarios, etc., duermes menos de seis horas durante la noche, es muy probable que al día siguiente tu cerebro no sea capaz de mantener la atención y concentrarse adecuadamente en las actividades que tienes que realizar. Muchas veces le exigimos mucho a nuestro cuerpo y pensamos que después de una noche de insomnio, basta una taza de café cargado y una ducha fría para que funcionemos muy bien.
Infortunadamente, las cosas no son así, y entre más desordenados sean nuestros horarios de sueño menos funcionaremos cognitivamente al día siguiente. Existen algunas señales de cansancio mental que debemos atender y solucionar para tener un desempeño cognitivo óptimo. Cosas como: quedarte dormido mientras ves un buen programa televisión o lees un libro interesante, sentirte irritable o molesto frente a pequeños estímulos que antes ni advertías, dormir mucho más durante festivos y fines de semana, y tener problemas a la hora de despertarte durante las mañanas, pueden ser síntomas de cansancio.
Para procurarse un buen descanso y funcionar bien la mañana siguiente es importante mantener un horario decente para dormir y despertar cada día, pues definitivamente un buen sueño se asocia a un adecuado funcionamiento mental, hormonal y físico. Diferentes investigaciones señalan que los trasnochos continuados nos cobran factura en algún momento. Respetar los horarios de sueño nos permite un buen descanso diario, de la calidad de nuestro descanso depende también nuestra calidad de vida. Por lo anterior no hay que subestimar las horas de sueño.
Para una buena higiene de sueño es importante evitar el consumo de cigarrillo, café, té, chocolate, alcohol o comidas pesadas antes de irte a la cama, alejarte del ordenador, tabletas o teléfonos celulares al menos una hora antes de dormir y evitar las discusiones o situaciones que generen estrés o disgustos.
2. ¿Te encuentras ansioso?
Cuando sufrimos de un trastorno de ansiedad, nuestro cerebro y sistema autónomo reaccionan de manera exagerada ante las emociones negativas. Estamos esperando lo peor, incluso cuando no hay ninguna razón para temer. Nuestra cabeza está anticipando catástrofes y problemas de todo tipo, que casi nunca ocurren. Algunas personas con ansiedad emplean una gran cantidad de tiempo y energía, sin ser conscientes de ello, preocupándose por asuntos de familia, salud, dinero, estudio o trabajo, y les resulta muy difícil dedicarse a las tareas que tienen que llevar a cabo cada día.
Esto da como resultado fracaso laboral o escolar, lo que a su vez se convierte en un disparador para incrementar la ansiedad y el desasosiego. La ansiedad se acompaña de otros síntomas como: tensión muscular, fatiga, dificultades para conciliar el sueño, irritabilidad, fenómenos de evitación, hipervigilancia, percepción de amenaza o peligro y algunos síntomas somáticos como palpitaciones, taquicardia, sudoración o problemas intestinales, entre otros.
Para limitar un poco los sentimientos de ansiedad, te recomiendo, además de pedir ayuda profesional, tomar de diez a doce respiraciones lentas y profundas en un espacio tranquilo o intentar sustituir un pensamiento negativo con uno positivo. También, es importante descansar lo suficiente, hacer ejercicio físico con regularidad, no saltarte las comidas y tener una alimentación balanceada, evitando comer para aliviar tu ansiedad. Mantén un diario el cual te ayudará a identificar lo que desencadena tu angustia. Si presentas un cuadro de ansiedad que no logras controlar, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda con un buen profesional, quien te enseñará algunas técnicas para manejar tus emociones, te dará herramientas apropiadas para que enfrentes las situaciones que te causan ansiedad, y de ser necesario, te prescribirá un tratamiento farmacológico para tener esta condición bajo control, mientras recibes un buen entrenamiento.
3. ¿Estas estresado?
El estrés, según el investigador Hans Selye, es una respuesta inespecífica del organismo ante una demanda impuesta, que altera el equilibrio del organismo. El estrés implica dos conceptos, el del estresor y el de la respuesta al estrés por parte del individuo. La respuesta al estrés implica básicamente una activación anormal del sistema hipotálamo-hipófisis-suprarrenal e inhibición del timo. Por ejemplo, cuando estás frente a algo que no quieres hacer (estresor o demanda psicosocial), es muy probable que eso te produzca una tensión desagradable (respuesta del organismo). Cuando pospones esa ingrata tarea es posible que consigas algo de alivio a corto plazo.
Lo malo de posponer las cosas es que tendrás que hacerles frente tarde o temprano, y eso te generará enojo, sensación de frustración y por lo general el estrés aumentará hasta niveles muy desagradables. Mientras peleas con ese sentimiento presentarás problemas para dormir, problemas de concentración, dolor de cabeza e irritabilidad.
Aquí es importante reconocer y analizar las razones por las cuales estás aplazando enfrentar la situación, así como los efectos que produce dicho estrés en tu organismo (baja de defensas, presencia de infecciones, etc.) y además valdría la pena que recibieras apoyo y consejo de alguien que sea objetivo y conocedor del tema.
Para manejar mejor las situaciones estresantes se recomienda mejorar las estrategias de afrontamiento de dicho estrés con adecuado entrenamiento, realizar ejercicio físico con regularidad, tener buen soporte social y familiar, mantener una adecuada higiene de sueño, limitar el consumo de alcohol y cafeína y realizar ejercicios de meditación y lecturas que te ayuden a combatir el estrés.
4. ¿Podrías padecer un TDAH del adulto?
El llamado Trastorno de Hiperactividad con Déficit de Atención afecta decididamente nuestro comportamiento. Las personas que lo padecen, con mucha frecuencia tienen problemas para tomar decisiones o terminar sus trabajos antes de una fecha límite. En general, suelen distraerse con gran facilidad ante cualquier estímulo, dejando el trabajo a medias. Tienen grandes problemas para planificar el futuro, y suelen frustrarse con facilidad y rendirse ante las tareas que requieren perseverancia y concentración. La autoestima suele ser pobre y pasan de proyecto en proyecto y de trabajo en trabajo sin que el tiempo les alcance. Son pésimos para cumplir horarios y con frecuencia recurren a los estimulantes (café, bebidas colas y energéticas para terminar algún trabajo).
Otros síntomas de TDAH incluyen: Ser soñadores, olvidadizos con las citas, perder las cosas con frecuencia, cometer errores por descuido, estar inquietos y con necesidad de moverse, o tomar riesgos peligrosos sin medir bien las consecuencias. Los medicamentos, en general, pueden ayudar a controlar muchos de los síntomas del trastorno. La terapia cognitivo-conductual, también ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativo, así como también a mejorar el autoestima y gestionar mejor el tiempo.
5. ¿Podrías estar deprimido?
La depresión se asocia a problemas del funcionamiento químico cerebral en el que están implicados los neurotransmisores. Los episodios depresivos hacen que te sientas con muy poca energía y dejen de interesarte aquellas actividades y pasatiempos con los que solías disfrutar. También, es común que te sientas incompetente, desesperanzado, autocritico e incapaz de desarrollar algún proyecto.
Otras manifestaciones de la depresión incluyen: tener un sentimiento de tristeza que no desaparece, experimentar cambios en el apetito que te pueden llevar a comer menos y perder peso o a comer de más y presentar sobrepeso. Por otra parte, puedes experimentar ideas de culpa, sentimientos de minusvalía e ideas de muerte.
La depresión puede alterar tu vida de una manera global y deteriorar decididamente tu calidad de vida. Es posible que pienses que es sólo una cosa de “voluntad” y que saldrás solo o sola de ese atolladero emocional. Esto no es así. Ni te falta voluntad, ni eres un débil de carácter, ni tienes por qué avergonzarte de tu condición. Lo que sí debes hacer, es buscar la ayuda profesional adecuada. Pues, con un tratamiento juicioso y un buen soporte psicológico, saldrás adelante y podrás aprovechar muy bien tu tiempo y sentirte bien con tu desempeño.
6. ¿Podrías padecer de Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)?
Si tienes este trastorno, tu cerebro no es capaz de señalar cuando estás haciendo algo correctamente. En su lugar, tienes una sensación persistente de que tus acciones no están hechas en la “justa” medida.
En lugar de terminar un trabajo, las personas que padecen de TOC se atascan mucho en busca de la solución “perfecta”. Además de esa característica, se presentan síntomas cómo: tener una gran cantidad de pensamientos o imágenes molestas o no deseadas, una sensación de impotencia a la hora de detener esos pensamientos e imágenes desagradables, la aparición de rituales o compulsiones motivadas por los pensamientos intrusivos que, en general, quitan demasiado tiempo. Este trastorno genera mucho sufrimiento y requiere de un tratamiento que incluye el empleo de medicamentos y un tratamiento cognitivo conductual con terapia de exposición, en la que las personas aprenden a enfrentar y manejar sus pensamientos de la mejor manera.
¿Qué hacer para aprovechar mejor tu tiempo?
- Sé honesto contigo mismo acerca de lo que podría estar frenando tu determinación o voluntad para terminar tus trabajos a tiempo y aprovechar bien cada momento.
- Analiza en forma realista cuáles actividades podrías realizar sin forzarte demasiado o sufrir por cumplir los objetivos. Muchas veces nos sobreestimamos, nos metemos en mil cosas, sin analizarlo antes, y al no poder desarrollar los planes que nos hemos propuesto, sentimos una gran frustración y albergamos ideas de minusvalía. Conozco personas que se han inscrito a clases de idiomas, baile y cocina; teniendo unas actividades laborales o académicas muy demandantes. Por lo general, esos cursos se quedan parados y se pierde la ilusión y la inversión hecha para tales fines. Recordemos que el que mucho abarca poco aprieta.
- Procura descansar bien cada noche y programa momentos de sano esparcimiento y distracción tales como: pasear en el campo, ver una película que te guste, jugar una partida de ajedrez o salir con tus amigos de manera regular. No te imaginas cómo el compartir aficiones con las personas que aprecias, te puede beneficiar para aprovechar mejor los momentos de trabajo.
- Desayuna bien cada mañana. No olvides que esa primera comida es fundamental para preparar tu mente y funcionar adecuadamente. Si no desayunas estarás sin energía y tenderás a comer de más durante el almuerzo. Recuerda que la comida chatarra puede generarte fatiga y cansancio, así que escoge alimentos que en realidad beneficien tu cuerpo.
- Si piensas que estás atascado debido a un problema de salud más grave, habla con tu médico para asegurarte de obtener el diagnóstico y tratamiento adecuados.
- Si la procrastinación (aplazamiento) es tu problema, puedes dividir grandes proyectos en otros más pequeños y los podrás realizar con mayor facilidad. Puedes establecer plazos para mantener el rumbo de tu actividad, hacer horarios y ante todo, cumplirlos. Algunas personas se sienten muy bien cuando se recompensan con algo después de hacer un progreso real.
- Actualmente las personas consultan por el tiempo que pasan navegando por internet, juegos virtuales o en redes sociales. Esta es una actividad que puede ser placentera, pero que si no le ponemos límites, nos va a afectar de diversas maneras. No le restemos importancia a estas cosas y seamos muy honestos con nosotros mismos si deseamos mejorar nuestra relación con el tiempo.
Por: Dra. Iris Luna
Médico Psiquiatra – Máster en Nutrición
Especialista en Sobrepeso y Obesidad
Contacto: iluna@phronesisvirtual.com