Por una convivencia de pareja más sana
Para mantener una buena convivencia de pareja es esencial evitar la rutina, la comodidad, el sacrificio, la desidia, la contaminación emocional – no descargar en el otro nuestro malhumor, quejas, reclamaciones, ira, celos, desánimo- y el afán de posesión. Porque quien cierra los brazos para aprisionar el amor se hallará reteniéndose tan solo a sí mismo.
Como puntos de mejora proponemos trabajar la comunicación y el respeto a los espacios individuales, evitando las invasiones y el exceso de control además de aprender estrategias para gestionar mejor las emociones caóticas que surgirán en los momentos de crisis.
Además es importante crear espacios protegidos de misterio, intimidad, creatividad y sorpresa, libres de contaminación emocional. Como dijo Oscar Wilde: “Amarse uno mismo es el comienzo de un romance para toda la vida”. Y como afirma la Ecología Emocional: No es posible dar ni hacer por los demás lo que uno no es capaz de hacer o darse a sí mismo. Este es uno de los retos de la pareja emocionalmente ecológica: Juntos, sí; pero no atados.
10 caminos posibles
- Continuad trabajando en vuestro propio proyecto de vida, a la vez que en el proyecto amoroso conjunto.
- Confiad, sed creativos y procurad sorprender a vuestra pareja cada día.
- Sed generosos, pero no sacrificados. Amar no es aguantarlo todo.
- El amor es enemigo de la exclusividad. Amar solo a una persona es depender. Continuad cultivando las demás relaciones personales.
- Aprended a orientar vuestra energía emocional sin dañar ni contaminar a vuestra pareja. Cuidad del clima emocional de la relación.
- Respetad “tus y sus espacios”, evitando la asfixia, la posesión, el control.
- No intentéis cambiarla, pero animadle a mejorar mejorando vosotros mismos.
- Expresad lo que sentís. Lo que no se dice se convierte en material contaminante y frustración.
- Mantened un espacio protegido de intimidad, sexo, tacto, placer y ternura.
- Amad juntos otras cosas. Compromiso social y con el mundo.
Un balance emocional de nuestra relación de pareja
¿Como podemos construir una relación de pareja emocionalmente ecológica, basada en un amor que libere y no aprisione? Empecemos respondiéndonos a estas preguntas:
¿Somos personas autónomas capaces de vivir por nosotras mismas o bien necesitamos que alguien nos cuide, solucione y facilite nuestra vida? ¿Somos respetuosos con nuestros respectivos espacios de libertad, de decisión y de relación? ¿Somos capaces de tolerar las pequeñas frustraciones y buscarles una salida positiva o bien nos irritamos con facilidad y perdemos nuestro autocontrol? ¿Somos generosos o vivimos centrados en nosotros mismos, nuestras necesidades y deseos? ¿Tenemos espíritu de mejora o vivimos anclados en la comodidad y la rutina? ¿Somos capaces de generar y dar confianza o estamos en constante alerta, llenos de miedos? ¿Hemos asumido algún tipo de compromiso para la mejora del mundo que nos rodea?
Lo cierto es que “formar pareja” no debe suponer desistir de nuestra tarea individual de crecer como personas. Una pareja está compuesta por dos personas más o menos equilibradas, sanas, creativas, conscientes y maduras con mayor o menor inteligencia emocional. El resultado del todo va a depender de cada una de las partes y, muy especialmente, del tipo de relación que establezcan entre ellas. Como en las matemáticas, la relación entre los factores condiciona el producto.
Sexo y pareja
La unión física no remedia el alejamiento humano”, Erich Fromm.
Hay personas que solo piensan en sí mismas, y viven pendientes de sus necesidades, deseos y sentimientos. Incluso durante las relaciones sexuales no son capaces de compartir el placer, el amor o la felicidad. Quizá gocen del placer del momento, pero no del placer compartido con el otro. «Dos cuerpos frente a frente son, a veces, dos piedras y la noche, desierta», afirma Octavio Paz en un poema. Se puede considerar el sexo como algo trivial, placentero o lujurioso que puede darse con plena satisfacción aisladamente de los sentimientos y del conocimiento y comunicación profunda. No obstante, la visión que disocia sexo de amor a veces puede conducir a fosos de soledad y aislamiento.
Erich Fromm afirmaba que la alegría por el sexo solo se siente cuando la intimidad física es, al mismo tiempo, una intimidad resultado del amor. La unión física no remedia el alejamiento humano porque puede haber unión sin intimidad. Para que exista la intimidad deberemos haber creado conjuntamente este puente de unión profunda —formado por piezas de conocimiento, confianza, comunicación, generosidad y ternura— que es posible cruzar cuando dos seres se desean y se aman.
El sexo es importante en la vida de pareja. El buen uso de nuestro cuerpo, sensibilidad y sentimientos, puede ser una de las formas de comunicación más plenas.
Solamente un buen sexo no justifica vivir en pareja, aunque una buena vida en pareja debe incluir buen sexo, como uno de los canales más importantes de comunicación íntima y placer compartido. Este es uno de los territorios comunes a explorar y en el cual se puede crecer juntos. La combinación sexo-amor-creatividad-misterio-sorpresa es un cóctel excelente.
Bibliografía
- Juntos, pero no atados. Jaume Soler y Mercè Conangla. Editorial Amat
- La ecología emocional. Jaume Soler y Mercè Conangla. Editorial Amat
- Sin ánimo de ofender. Jaume Soler y Mercè Conangla. Obelisco
- Corazón que siente ojos que ven. Jaume Soler y Mercè Conangla. Editorial Amat